jueves, 25 de marzo de 2010

Poeta.







Para los que sangran, para los que invocan.
Para los que muerden.
Para los que besan.
Para aquellos que caminan las sombras de todas las cosas.
Y les dan perfumes del centro húmedo de sus bocas.
Para los que laten con las manos.
Con el pecho, con los ojos.


Para los que me enamoran.


Para los que buscan.
Para los que dejan.
Para los que abandonan.
Para los que luchan con fantasmas, o espejismos.
Y se transforman en héroes o demonios.
Y son dragones y son niños.
Y son aves, y son todos.


Para aquellos que en el último instante miran la luna,
Y si no esta la luna miran la ventana.
Y si no hay ni luna ni ventana, ni dulce dama.
Cierran los ojos y las evocan.


Para los que amasan la vida entre pétalos y perfumes, y relojes vencidos.
Y segundos heridos.
Y en cada latido reviven la voz del silencio, el labio de los besos.
El hueco del mundo, la fisura del cielo.


Para los que escribieron el recorrido de sus pasos hasta el infierno.
Y olvidaron escribir el mapa de regreso.
Para los que escriben el mapa de regreso de todas las cosas,
Menos de ellos mismos perdidos en sueños.


Para los que no duermen, por encontrar musas.


Para los que no despiertan luego de encontrarlas.


Para los que te regalan amuletos de palabras.
Que se recuerdan en sueños.
Para los que te guardan suspiros en los bolsillos.
Y sabores de caramelos.

Para el primero que descubrió
El nombre verdadero de las cosas… después de las cosas,
Y los olvido al ver pasar un jilguero.


Para el sueño, para el silencio, para la música, para los besos.
Para los libros que dormimos en el pecho.


Para el enjambre de versos que nos roban las horas.
Y nos pican la memoria, y nos dicen que son el recuerdo.
Para los libros que hacen descansar nuestras manos.
Cuando encontramos una frase.
Que nos habla a nosotros mismos, los otros y los ajenos.


Para nosotros en las ventanas del mundo liberando secretos.


Para mí, que desando camino de letras,
Invoco, lloro, sonrío, bailo, canto, pincelo, y vibro.
Por ti, por ellos, por el mundo.


Para todos los que dibujan besos desde el verbo.
Y que al concluir sus letras.
Esos besos de tinta,
Le saben a pozos secos.
Porque nada… nada remplaza la naturalidad del alivio del deseo.


Para mis poetas vivos.
Para mis poetas muertos.

Para todos los que sueñan despiertos.


Los que reclaman, anuncian, recuerdan.


Para los que le devuelven cristales al árbol de la vida.
De todas las palabras, de todas las emociones, de todos los sentimientos.
Para los que nos ayudaron a encontrar los verdaderos sentidos.
para interpretar al mundo.
Los sentidos verdaderos... los del cuerpo y los otros.
El tacto, el oído, el gusto, el olfato, la visión,
la intuición, y la capacidad de capturar letras, y la capacidad de liberarlas.



Los saludo y los abrazo.
Abrazo desde el centro claro de mi pecho.
Abrazo desde el centro profundo y azul de mi espíritu.
Amigos buenos.
Amigos blandos.
Amigos escritores, lectores y poetas.





Y para los que leen y añoran y sueñan y evocan.

Estos versos:



Amanece la luna desde el vértice azul y oscuro del cielo.
Perfumada de frío, neblina y penumbra.
Es manantial claro donde el poeta sorbe sus versos.


Amanece la luna, cuando la noche toca la altura.
Y las alas de su cuerpo, cristalizan los sueños.
Que descienden por toboganes de luces.
Hasta la tinta oscura, sangre de letras.
Y nacen, fragmentos de universo, detenidos en el tiempo.
Brillos, lamentos, silencios.
Música de cuerdas de laúdes.
Música de acentos de palabras blancas.


Y la luna sonríe en su espejo.
Que es la mirada soñadora.
Y la luna sonríe en su espejo.
Que es la frente clara.
Y susurra sobre los parpados.
Más luz de versos.
Que como chispas desprenden.
Frases de dolores, de amores, de soledad, de deseo.


Y la luna taciturna, es la amante primera del verso.
Y luego de un poema.
Poeta y luna suspiran.
Y se abandonan al sueño.


3 comentarios:

  1. ¡Ser poeta es ser mas alto, es ser mas grande Que los hombres! ¡Morder como quien besa! ¡Es ser mendigo y dar como quien sea Rey del Reino de Aquende y Más Allá del Dolor!
    ¡Es tener de mil deseos el esplendor Y no saber siquiera que se desea! ¡Es tener en el espíritu un astro que flamea Es tener garras y alas de cóndor!
    ¡Es tener hambre, es tener sed de infinito! Por morrión, las mañanas de oro y satén... ¡Es condensar el mundo en un solo grito!
    Y es amar-te, así, perdidamente... ¡Es ser alma, y sangre, y vida en mi Y decirlo, cantando a toda la gente!
    (florbela espanca)
    besos

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  2. muy bueno!!muy hermoso lo que escribiste,senti un pequeño escalofrio mientras leia jaja,te expresas muy bien y me ha gustado mucho la forma en que encuentras las palabras justas para manifestar tus sentimientos,saludos.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.