jueves, 30 de junio de 2011

Suan tehn lo de mi nuj iren. ( en el mismo lenguaje que el viento II)

Aprendí a zambullirme en la profundidad de las palabras
Porque la superficie era un lugar muy oscuro, aquí en el interior de la sustancia lumínica que componen los verbos y los nombres, todo es un sendero de verdes y amarillos
Hay un mándala radiante que nos auspicia de sol y al girar de luna
Mientras los peces conducen los sueños al interior de las casas de los espíritus

Llego aquí en algún instante del día solo para descansar de mi misma. 

Suan tehn lo de mi nuj iren. ( en el mismo lenguaje que el viento I)

Mi dolor siempre… como las figuras del estanque
Un puñal las despierta, y ellas se esparcen hasta las orillas
Desde el interior de mi cuerpo hasta la superficie
Ese lugar que todos habitamos

Y la noche muere quieta, en los mismos arboles que mi alma
Cuando finge ser un simple pájaro del olvido

Luego amanece, el sol desborda recuerdos al mundo
Y los dolores fragmentan al alma en miles de universos posibles
A los que huir cuando este mundo solo sabe ser un paisaje triste.

miércoles, 22 de junio de 2011

Renaciendo al final del día

Me canse de ser la princesa y me baje del cuento ni bien cruzaba la nueve de julio, agarre por corrientes, me interne en una librería y por un par de siglos soñé con no ser ni Julieta, ni Alfonsina.
Me canse de ser un duende, y deje mis zapatos de madera sobre el mantel de la mesa que nos vio desayunar tan tristes… porque al sonar en la radio el último tango de los que siempre yiran, se cayó del armario la guitarra escondida
Me canse de volar, por eso aterrice en los techos de la ciudad más triste, pero no dejo de tener sueños aéreos, de pensar que los eclipses son madanlas que nos recuerdan la verdadera función de del sol y la luna

Me canse de ser la princesa, me quite el vestido y me convertí en la india
Y con mis talones rasgados, voy bailando y arrastrando mi pena sobre la piedra ancestral del sacrificio
Pero me canse de ser la india, y cansada de mi misma, me senté en las orillas, en los extremos, en las aristas a sentir el perfume de las horas perdidas
Voy bajando la autopista, no se conducir pero este carro no necesita instrucciones para descender al mundo después de levitar por muchas vidas sobre las esferas azules que forman el cielo que todos miran.

Y mi reflejo del agua es interrumpido por una rana, que sabe volar al interior del mundo líquido.
Y mi perfume en el aire es disperso por la sonrisa del polen sobre el mundo.
Y mi desnudez es perdida por las caricias invernales de los arboles que me cuidan
Con sus hojas, con sus sombras o con las plumas de los seres que los habitan.

domingo, 19 de junio de 2011

Sé del duende que se llevo nuestros ojos

Sé como medicar la noche cuando su estomago se enferma y solo puede vomitar estrellas muertas en el agua, hay que hablarle del viento, y nombrar al dios del tiempo con los labios frescos del alba, y con los ojos apenas entreabiertos, suspirar al cielo el dolor de la mortalidad de nuestros pasos.

Sé convertirme en la diosa de los ríos, en la mansa mujer que circula el agua, en esa salvaje de cuerpo desnudo y  ancestral  mirada, sé cabalgar la noche sobre los caballos enfurecidos de la distancia, esos demonios de miles de cabezas, y de metálicas patas.
Sé en qué lugar desaparecerme y desaparecer al mundo, a qué hora callar todas las ventanas, porque qué lugar la tierra besa los dolores, y porque paisajes alivia el alma, se callar los tormentosos motores del hambre inmortal de tener esperanzas… sé morderme a mi misma para despertar de los malos sueños a mitad de camino hacia mi muerte o el despertar de mis palabras.
Sé callar, y decir basta, plantar la bandera de mi corazón sobre el de las tormentas macabras
Sé de los hombres y sus almas
De sus puños y espadas
Sé de mi espalda en noches como esta, ciega de luces artificiales
Sé de tu pueblo, de tu humilde casa, de tu mesa vacía, de tus manos gastadas, de tu triste cama
Del paisaje roto en tu alma, sé de tu voz rasgada, de tus gritos… tus miradas, tus dolores, tus silencios,  y esa música con que despiertas a los grillos de tu casa
Sé porque lugar del cielo descienden las luces que se convierten en puentes en las noches en que el amor dice basta

Sé qué duende se llevo nuestros ojos
Sé  del ángel que mastico nuestras miradas

Pero saber es el dolor de las palabras, no es la cura para el alma, ni medicina para el tiempo en que me faltas.

miércoles, 15 de junio de 2011

... en fin

Es curiosa la forma en que se manifiestan  mis emociones, el mundo de fuera esta alerta a tus actos: me ignoras a veces, o deliberadamente  intentas destrozarme, pero en mi  no sucede nada… nada, realmente nada… respiro profundamente y puedo volver a ser parte del paisaje, callada y hermosa.

Quizás ya solo eres el pasado, y te recuerdo menos a cada paso que te alejas, y eso también es maravilloso. Olvidarte es el postre de tu desamor, ... y lo hago aún mientras me miras... mientras aun intentas destrozarme el corazón.

martes, 14 de junio de 2011

El nombre más maravilloso

Transcurren los sonidos: automóviles, hombres apresurados… ¿hace falta que te describa todo eso que es una ciudad cruda y vacía y tan cargada de gente que nadie se reconoce? … los hombres miran los perfiles nadie se ve a los ojos…. Es como si fuera parte de la nueva comunicación: Alguien te habla e inmediatamente miran a otro sitio, escarban en el piso como pollos prematuros que no saben que en el asfalto no hay lombrices o semillas… y cuando el interlocutor termina asienten, hablan también, de nada importante, de cosas absurdas, el trabajo, la economía, la enfermedad que en unos meses acabara la vida de ellos, la de un pariente o de algún amigo… respiran, la ciudad respira, pero los arboles siguen mudos y mirándose al alma en un silencio eterno… las bocinas llaman a mas bocinas como los ladridos llaman a mas ladridos, el hambre llama al hambre, la soledad llama a equivocarse, a lastimarse, y a estar solo en ingrata compañía…. Transcurren los silencios, los truenos son parte del repertorio musical en la estación de trenes y en los diálogos de las parejas cuando se desenamoran…  ¿cuánto tiempo habrá durado eso?  ¿Cuánto tiempo habrán disfrutado del frio de sus manos, de saborearse aun con los parpados cerrados? ¿Cuánto tiempo dura el encanto? Porqué la ciudad se vuelve invisible y de repente cualquier perfume deja entrar al campo en las casas y los edificios y los automóviles ya no parecen tan monstruosos y todo es de cuento o de fabula, pero hay un gigante con manos impiadosas observando en lo alto que el día menos pensado le da un puñetazo al cielo y luego al cielorraso y lo rompe todo… y de nuevo el mundo es el mundo, el ruido es el ruido, y los hombres bobos son los hombres bobos… mientras las mujeres siempre son las mismas idiotas, enamorándose de seres invisibles de planetas no registrados por la nasa o por los libros espaciales de cuentos infantiles, todos es un desorden, todo. La vida transcurre, la gente camina muy aprisa, más aprisa, aun mas de lo que  pueden ir en realidad. Todo empieza y se termina al mismo instante en que muere la noche, el punto más oscuro un ave extraña produce sus sonidos extraños incluso para el resto de las aves, menos para aquellas que habitan junto a ella el nido de las sombras, las luces de la calle quedan atrapadas en los arboles y solo se liberan al llegar el día… como si explotaran en el árbol, descienden liquidas por el tronco y se reflejarían en los charcos del asfalto hasta unirse con el resto de claridad del día, esfumándose como un perfume lumínico… todo vuelve a su orden, las ventanas se abren, los motores se encienden, loa autos se ponen en marcha todos juntos, y todos juntos se atropellan en los semáforos rojos, verdes, rojos… todo vuelve a ser un desorden, todos recuerdan que no les gusta el lugar en el que están, ni el sitio al que regresan en la noche, cada vez las ventanas son más importantes, los arboles más importantes, los abrazos son escasos durante el día pero en los rincones que sucede el mundo se vuelve un lugar maravilloso. Hay amigos que se unen como viejas almas que se reencuentran desde la primera vez que se miran a los ojos, hay amores que aun no se conocen, hay música en las flores en los jardines más pobres, hay nubes que llevan nuestros sueños a lugares del planeta que nunca llegaron nuestros ojos, hay amor respirando en algún lugar del mundo solo para nosotros, hay alma en cada cuerpo en cada ser que nos cruzamos al salir al trabajo, en los autobuses, en los trenes, en el metro, en las naves espaciales, y en los globos. Hay ángeles que renunciaron a las alas solo por pisar descalzos el mismo lugar que el resto de los hombres…  el suelo, la tierra el agua, la luz filtrada de los arboles, las sombras de las nubes en el pasto, la tierra húmeda, el perfume de la lluvia, lo simple de las rocas… hay seres que respiran en este momento y algo en el pecho les duele hasta el cielo… es no saber sus nombres, no saber que se llaman… amor, que se llaman alegría, paz, perfume, música, magia, caramelo, amarillo, bondad… esperanza…  Hay seres que pasan la vida en la tierra creyendo que se llaman soledad, tristeza, desamor, odio, pobreza, cuando en realidad son lo opuesto a esos nombres. Voy a dormir esta noche, apagando al mundo, y tratando de recordar el nombre que nunca creí tener, el nombre más maravilloso.

viernes, 3 de junio de 2011

Mis ultimas monedas I

A todo se parece esa sombra de la esquina… a todo, incluso a la ausencia más visible.

No sé de qué va esta vida.

Quiero regresar al lenguaje del rio
A desnudarme en peces y lluvia
A dormirme en las piedras


Quiero apagar mis parpados en la neblina de tu nombre eterno
Y ver si al morir la luz de estos últimos resplandores, logras percibir la imagen de mis huellas
Como pequeños arbustos, hogar de insectos, una espesura verde en la llanura muerta

Quiero alcanzar la frase rumiante, la dolorosa estación de los recuerdos
Un lugar de tablones hinchados que resuenan los pasos y los despiertan
Allí donde…  desde todo se parte y a todo se regresa

Y de la esfera, cruda paloma de acero sujeta en el cielo
Y de la luz palpitante, húmeda de sueño, mordida por el mismo veneno que la serpiente del tiempo
Caen las plumas, como hojas o pétalos de la flor mas blanca, prendida fuego en los arboles
Ardiendo un final a deshora, a destiempo
Cuando todo reloj en todo universo se detiene a mirarnos
Sé que estoy muriendo
Sé que estas cayendo
De ese jardín de pinos sombríos y perfumados verdes
De ese jardín donde las aves hablan el mismo lenguaje que los peces
De ese jardín de nubes… y de sensaciones
De ese jardín fantástico, caes, te hundes, desciendes
Y cuando tocas por primera vez el suelo después de tanto tiempo, ya no sé quién eres
No reconozco tu rostro, no me es familiar tu cuerpo, mi alma se desprende de tu nombre
Y me alejo de ti para siempre


A veces en un sueño creo ver el perfil de un hombre que ame
Despierto llorando, buscando en mis manos las manos aves
Buscando su pecho, el valle más profundo el cielo más claro
A veces en un sueño, puedo oír su nombre y aprendo a llamarlo
Aprendo un camino que me conduce a su cuerpo, aprendo a llegar hasta él

Pero en la habitación de mis sueños se oye el sonido de la lluvia, me asomo a la ventana
Y el jardín es más hermoso en la humedad neblina
Los pájaros amorosos se refugian entre las ramas por la lluvia
Hay algunos roedores apareciendo y desapareciendo en pequeños huecos de los arbustos
Las mariposas frenan sus alas, de sus péqueñas lengüitas se abren los espirales y se nutren de vida

Las nubes flamean su hermosura, dibujan toda clase de canciones
Y su movimiento es la música

Pero tú no lo ves
Entonces, mi pecho se llena de piedras, y el corazón se me hunde en el lago interior
Y las ramas de los arboles se tuercen al peso de aves negras hasta tocar el suelo y convertirse en tinta
Y esa tinta oscurece el lago y las nubes al ver su reflejo amenazado por las sombras, caen como figuras de plomo, una a una
El cielo intenta sostenerlas y el celeste se desprende de sus  extremidades dejando ver su interior más oscuro
El mundo pierde su vestido
Y su desnudez es hermosa y terrible

Pero tú no lo ves
Entonces mis ojos se llenan de tinta
Y una a una mis lagrimas son cada vez más oscuras
Y siento ahora como las aves de mi interior ya no vuelan, se caen al lago que me habita
Y se convierten círculos de la lluvia

Trato de despertarme, de recordar que estoy en la habitación de mis sueños
Mis manos están tan frías, que no sé si es la tristeza o el desamor que las muerde y las sorbe desde su soledad de huesos y piel

Trato de recordarme, pero el lago me atrae tanto, dormir en él… perderme, hundirme, desaparecer

No sé de qué van estos días
Ni estas palabras
Ni esta vida

Soy la misma mujer que conocías antes
Llevo el mismo corazón lastimado de entonces, solo que ahora las heridas son nuevas y distintas

Soy ese mismo ser, deseando encontrar en alguna mirada la mirada que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo

No sé verdaderamente a donde mi dirijo, tengo hermanos, padres, infierno y cielo en algún lugar del mundo

Pero me faltas tú, en todo, en todo lo que  tengo, y en todo lo que miro

Nada consuela el desamor
Es el dolor de eternidad más profundo

Y aunque me ame, a mí,  y a mis dedos fríos, y mi modo de andar pausado bajo los árboles y distraerme en cualquier figura de la sombra o de la luz… sin tu presencia amor mío… no es lo mismo.

jueves, 2 de junio de 2011

Ecos III

Para conocerse mejor viajo a su infierno, allí no había dantes, ni carontes, ni cerberos, solo almas perdidas en la sombra de un árbol a mitad del cielo.

Ecos II

Ella (mi alma) se desnudaba los dedos en el agua, y las letras parecían peces.

miércoles, 1 de junio de 2011

Ecos I

Tú que no existes… estás en todas partes, y en todos nosotros te develas.
Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.