jueves, 30 de diciembre de 2010

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Me tallare la boca de silencios para que muera la palabra prohibida
la que mata y da vida
ya no mas susurrar al corazón las miserias de mis sueños
mis delirios de poesía
acorralada en el gobierno de mis tristezas miro la celda oscura
húmeda de mares que también mueren, absurdamente fría

Me tallare la boca de silencios
forjare en mis dedos nuevas heridas
tormentas que como collares de lluvia ahogaran mis días.

Lo que no he perdido.






Hay cosas que no he perdido, solo debo despertarlas de su cajón, y no son ni sombras ni fantasmas, ni señores piratas, a los que los persigue un eterno reloj. Hay cosas que no mueren, porque hay un registro de ellas en el alma, un tatuaje lumínico que renueva y refresca, que perfuma y airea el paso de la vida en cada cuerpo, como una melodía que solo se escucha desde el vientre de nuestras madres, y que se recuerda cada vez que le damos la mano al ángel de la muerte o del olvido.
Hay cosas que si he perdido, y es porque  la inocencia esta derramada sobre el asfalto, porque   las miradas suicidas despiertan pesadillas,  por las tormentas de gritos, las armas blancas, los gatillos, el humo que se impregna sobre  la piel con el hedor del infierno, la caricia que besa las espinas, es por el dolor de los  padres, por el dolor de los hijos, por  el amor que se encuentra o por el amor perdido, es porque adivino  la cara de los arboles con el cabello al viento cada vez que los respiro.
Hay cosas que he perdido,   la voluntad de vivir todas las noches, cuando la vida se asoma como un gran sacrificio, las fuerzas para levantar la mirada, la voz,  el espíritu, esas son las cosas que he perdido, los sueños de mis aves, los secretos de los insectos en mi jardín escondido, la fragilidad de mi olfato para descubrir amigos, el espejo de los sueños, la música de mi espíritu.
Esas son las cosas que he perdido, y no hay almacenes en el cielo, en los que reponga este vacío, no hay escuelas que eduquen para no morir de dolores de espíritu, no hay patios para los duendes de mis sueños de grillo.

Pero hay cosas que no he perdió, la  mirada de mis sueños se asoma en el agua, es como una gota de diminuto brillo, lleva el aroma del pan que amaso aunque no tenga hijos, lleva el aroma del hogar que no tengo, de la alegría que no consigo, esas son las cosas que no he perdido, ganas de pasado, sueños de futuro, una bicicleta recostada en el paredón de mis vecinos, saltar las veredas, caer de rodillas, ver a mis hermanos llorando mis heridas, mi madre en la ventana regañando con los ojos, y levantando con su espíritu, esas son las cosas que no he perdido, los hijos de mi falda los que no he tenido, los que acune desde niños, mi hermano, mis sobrinos. La mirada de ángel en sus sueños latiendo a ritmo de cielo, latiendo y perfumando mis sueños con sus sonidos. Esas son las cosas que no he perdido, la esperanza de nacer de nuevo cada que mi corazón muere, la esperanza de respirar del jardín de los principios mientras aprendo nuevos lenguajes, nuevas formas de suspiros, nuevas ramas para mi cabello, nuevas hormigas caminando por los dedos de mi sueños niños, esas son las cosas que no he perdido.
Saber que persigo molinos, barcos y pájaros de agua y pájaros invisibles, saber que llevo un sueño imposible pero que igual lo persigo, la esperanza de crecer día a día, creer que se puede volar  desde los balcones de la mente hasta el gran  jardín del espíritu, esperar el instante en que la música llame en la ventana de mi alma, sea la muerte o sea la vida y como una cachetada a mi cuerpo me recuerde quien soy, que espero, a que he venido, aún no sé mi nombre, aún no conozco el perfume de mi alma, no sé de jardín me han cortado, como he llegado a este sitio, no sé de color es mi vestido en luna menguante, en luna llena o en luna dormida.




Ahora me siento como una niña a veces sola y perdida, siempre en un patio viejo de tierra y baldosas destruidas, una fuente de agua a penas lleva vida, unas plantas intentan atraer el sol a sus nuevas semillas, algunas aves picotean el suelo, otras solo se bañan y sonríen con sus sonrisas de picos, hay silencio entre las ramas, hay sonido entre los brillos del agua, hay tonos verdes en el fondo de la fuente, y amarillos en el aire como si fueran cintas de perfume.
Ahora estoy absorbiendo cielo, liberando el infierno de mis manos y mis ojos, los dolores de mi pecho, la enfermedad de muerte de mi espíritu, busco en mi anotomía razones para vuelo pero no las consigo, a veces cierro los ojos, a veces advierto los muros, grandes construcciones alrededor del jardín en el que me he perdido.
La noche se asoma, cambian los sonidos, las aves oscurecen sus alas y alargan sus picos, le nacen garras, mientras el agua se convierte en las llamas que le dan vida, pero abro los ojos y aun es de día, abro los ojos aun más grandes y estoy en el hogar de mis padres caminando por pasillos poblados de gritos, silencios ruidos, mi madre sentada en el patio acurruca sus manos y su falda, mi hermano nos observa serio y deprimido, el silencio toma cuerpo y nos separa es un muro para cada uno, un jardín y un patio vacio, solo se ven las nubes, no hay arcoíris. Siento el llanto de mi madre, mi inocencia al caer hace ruidos, mientras que la de mi hermano levanta vuelo como un pájaro de fuego incendiando los arboles a su camino.
A veces abro más el alma,  y veo infiernos como este en todos los jardines que visito, a veces solo siento el perfume, la flor, el ángel, la fuente, el agua, la calidez de los brillos.
No he perdido la fe, no he perdido el amor al prójimo, no he dejado de esperar a mis hijos, no he dejado de sentir la piel en los abrazos, ni el corazón en los latidos.

No he dejado de ver a los niños, a los niños que todos fuimos, a sus ojos radiantes de universos que no conocemos, que no conocimos, aun veo al ángel en los arboles cuidando mis pasos, los tuyos, los de aquellos que aun creen en lo imposible, mirar por la ventana buscar una dirección, oir la música, esa bendita música, esa divina música, cerrar los ojos porque sabemos que ya llega la lluvia, y es solo luz, es solo perfume, es el liquido principio, es el puente que une, respirar el cielo, respirar la vida en la espuma, respirar al viento en las ramas, las alas, los picos, a veces sonrerir, a veces llorar y sentirse perdido, no he dejado de soñar, de esperar el milagro de mis ojos cerrados y el perfume caricia, no he dejado de creer en la vida.


miércoles, 29 de diciembre de 2010

Nada.

Nadie ve como se derriten las estrellas de este verano
Como el sol despeina su fuego sobre el asfalto
Como el amarillo tiñe los arboles

Nadie ve el fantasma salir del monte
Trepar las piedras
Entrar al agua
Ser pez y ser rio y ser calma

Nadie escucha los sollozos del viento
Desenredar las ramas
Montar en cabellos de luna
Penetrar su alma
Transportar el perfume del cielo
Sobre las nubes
Abrir sus piernas blancas
Suspirar sobre los ojos del silencio
Antes de que se derrame sobre el mundo el alba

Nadie sabe qué color tiene la muerte sobre los ojos
Hasta que visita su casa
Hasta que bebe de la copa del infierno
El fuego de la desesperanza.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Malditas letras

Shhhhh….
………………… …………………….
Que nadie me aturda de silencio
Me tomo vacaciones de sueños y vuelos por un tiempo
Tierra húmeda, abrile tu corazón a mi corazón enfermo
Déjame descansar y dormir tu perfume sobre mi piel hasta que ya no me quede cuerpo
No se trata de vivir o morir, es solo cuestión de dejarse llevar
De desaparecer en tu abrazo eterno

Amen, que sea el dolor y la soledad las sombras fieles de mi paso
No hay más ojos en los que me encuentren
SEÑORES esto es silencio
Esta es mi eterna enfermedad, la ausencia se asoma a la ventana de mi amanecer y me insulta con sus besos secos
Esta  es la voluntad del último ángel de mis sueños

Malditos cuervos que susurran en mis oídos también ciegos
Todo lo oigo, no tengo parpados para protegerme de los gritos o los fuegos

Imploro que ya no puedan volar sus alas
Que no regresen luego del alba
Que mueran en su propio  vuelo
 Ya no quiero más susurros del mundo
El mundo no escucha mis silencios
No  necesita sombras o perros como los que me siguen
Ni lagrimas tan inútiles que no reflejan el cielo

Adiós, basta del mundo,  adiós dios del infierno
Adiós dios de la magia y  de la guerra
Adiós a todos tus cielos
Adiós insistencia
Adiós voluntad, adiós sentimientos

Adiós malditas letras, malditas estas entre todas ellas
maldito el fruto de mis penas, malditas, malditas letras
Ya no me busquen, no estoy en mi piel porque  he encontrado mi hogar
Estaba esperándome en un abrazo de la tierra.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Después del mar.

Después del mar me duelen los ojos
El mundo de algas, las estrellas y caracolas marinas
Los pequeños peces, el sonido de los delfines
La luna sonámbula, todos juntos han venido a dormir a mis ojos
Y cuando se han ido solo me han dejado esta sensación de sal y angustia

Un hueco en mi pecho es la nueva cueva del mundo
Un lugar para las bestias del cemento
Para los silencios
Para las ausencias
Paras las letras que lagrimea la eterna lluvia del tiempo

Y las horas son caracoles coleccionables
Mi traje de mar brilla de colores
Inundado mis ojos se rebalsan
El rio de mi alma desemboca en mis ojos
Las sirenas de los lagos oscuros
Desembocan en mis ojos
Un gran barco, un barco lleno de tesoros
De collares, pulseras y coronas
De peces que parecen aves cuando saltan por el aire
Y tortugas que parecen gigantes que lo han visto todo

Todo está en mis ojos
Pero cuando el mar se va
Me duelen los ojos
Intuyo mi alma llena de moretones
Al caer de las nubes se ha estropeado un poco
Y mis ojos no llevan bálsamos, solo restos de mar
Ya ningún tesoro
Todos se han rebalsado por mis ojos.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

No hay nada aquí, en mi.

Realmente no sé si alguien ve los pájaros
Sus alas cuchillas, sus sombras negras
O como los arboles se tuercen al peso de sus plumas tijeras
No sé si alguien ve las aves que me llevan
A veces se parecen a la muerte
Otras tienen el rostro de mi madre o de mi padre
Mientras toda la tierra tiene el perfume de mis dolores
Florecida de ausencias

No sé si alguien puede oler la sangre de las manos en los ángeles
Todos están distraídos en sus alas
No sé si me vieron pedir ayuda sobre las montañas de piedra de olvidos
O bajo las nubes tormentas de cielo
Y  mis ojos se suicidan no saben nadar en el mar
Hay muchas bestias con espinas espadas o con voces fantasmas
Que aniquilan mis fuerzas, sus fuerzas entre aleteos y  círculos liquidos

Al despertar descubrí para mi pena que no hay nada
Y no habrá sobre mis labios una palabra sagrada, un susurro de la naturaleza
La verdad se rompió en  los cristales de las ventanas que daban al este

Y no habrá sobre mis manos la señal de las caricias de las luciérnagas
Todos prefieren los insectos
Nadie busca las aves que despiertan cielo

Y no habrá filosofía que comprenda
No habrá psicología que construya nuevas teorías sobre mis ideas
Sé que no estoy muerta, pero no respiro
No llega el alivio a mi voz ni a mis gritos
Sangro la tierra, lloro mi pena
Me ahogo en las siluetas recortadas del árbol de mis tristezas
No hay pechos que acunen que protejan
No hay manos que me acompañen con sus armas en mi guerra
No hay dios que sostenga sus ojos sobre mis ojos
No hay agua en los lagos del tiempo
Reflejos de cielo

Cielo, no hay cielo
No estás arriba protegiendo las aves
Estas abajo entre las llamas de mi infierno

Y no estoy
me he ido
Las aguas en el medio de mi cuerpo
Me dan el único sitio en el mundo donde puedo desaparecer
Voy sorbiendo la sal de mis miedos
Devoro mis huesos uno a uno hasta desaparecer

La calle está a oscuras
El asfalto es un nuevo rio negro
A los lados, los arboles fantasmas, siluetas desesperadas de sombras cubren los monstruos de cemento
Y no hay nadie fuera, los silencios de la ciudad ladran sobre mi piel formas nuevas de la ausencia
Una boca desesperada de luna, la mía intenta ahogarse en el cielo

Y no hay nada
Mi corazón sombra se perfora con las luces de un nuevo amanecer
No hay perros, no hay mudos ni ciegos, sólo ausencia
Y silencio.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Anotaciones XI



Como soñar lo mismo que sueña la luna. (No garantiza que usted no se deprima al verse menguante, o que no se deprima al sentirse muy redonda, tampoco garantizamos que con esta receta usted sueñe verdaderamente lo que sueña la luna, ya que la muy sonsa jamás nos ha contado nada de sus sueños)

Para soñar lo mismo que sueña la luna, usted necesita pasar un día de luna, puede probar a ser un satélite si es que la idea de musa de los poetas le resulta demasiado mágica. Para lograrlo debe buscar a alguien que quiera hacerle de tierra y no se trata de darle vueltas alrededor todo el tiempo, se trata de tratar de ver el sol que esta después de ella. Como si buscara la luz que esta después de la sombra o algo parecido, pero eso ya es demasiado poético para usted, regresemos a la idea de satélite. Quizás se sienta mas cómodo si se imagina que es una piedra redondita y blanca, que flota suspendida en el universo y que pareciera que se ve en el agua, a veces se queda enredada entre los árboles, haga eso, enrédese en los arboles, intente que los lobos le aúllen, no se asuste si alguno la mira con celo, es muy natural, nunca tuvieron la luna tan cerca. Tampoco se incomode si algún poeta, se duerme pensándola, si le regala versos camino a su sueño, él tampoco sabe que usted es un satélite, por eso es natural que la mire, y susurre: ¡ay, luna, luna! Entre algunas otras metáforas claro.
Cuando ya esté llegando al final del día, su cama debe ser acondicionada lo más parecido a un cielo o a una nube, piense que la luna no solo duerme en el agua de los lagos o en las ramas de los arboles, eso es muy incomodo hasta para los satélites mas fríos. Lo mejor es dormir en nube, es esponjoso y cálido, pero si no se puede, duerma en un cachito de cielo, sea creativo, consígase sabanas celeste che, así quizás ambienta un poco la cosa.
Ahora sí, tenga cuidado en cuáles son sus últimos pensamientos, piense todo redonda, y celeste, o muy oscuro con luciérnagas blancas parpadeantes. Piense igual que pensaría la luna, mire su alrededor, está en el cielo, en las nubes, en un lago o en las ramas, los búhos la miran los lobos le aúllan, y los hombres le escriben.
Ahora respire y sueñe, es muy probable que no sueñe nada que solo descanse profundamente, porque ya ha tenido un día de sueños de luna.

Anotaciones X


Como tener un buen jardín en dos saltos y algunos besos al vecino.

Es importante que sepan que el jardín que vamos a conseguir no es su jardín, es el jardín del vecino.
Los saltos que va a dar son los saltos necesarios para saltar la pequeña pared que limita su casa con la de él, y que los besos son los puentes que harán que el jardín del caballero, sea también su jardín.

Anotaciones IX



Para no morir en un descuido o para no morir de forma intencional


Es muy importante que ignoren las recetas pasadas, dejen los almohadones y las pesadas armaduras de metal, no!!! No sirven los chalecos antibalas!!!!
Lo importante para no morir seria no estar vivos, a esa opción háganle una cruz porque ya  llegamos tarde.
Siguiendo con el listado de opciones,  a ver ahora todos juntos que podemos hacer para no morir.
Sepan que no hay garantías de que lo que asisten a este curso salgan vivos, es muy fácil de imaginar lo imprevisible del destino. Quizás usted salió de su casa y nunca imagino morir por el camino y ahora ve que todos lo ignoramos, que en la entrada nadie lo saludo y que no  puede servirse el café que dejamos para darle la bienvenida, piense despacio pero piense conmigo, quizás usted ya murió en el camino y ahora es una pérdida de tiempo asistir a este curso. Ahora que se dio cuenta de que un accidente le ha arrebatado la posibilidad de que esta increíble charla conmigo le de sus beneficios, puede probar a atravesar paredes, a asustar a sus enemigos, a cuidar a sus amigos, puede incluso entrar en el baño de mujeres y no será visto, se lo garantizo. Señor!!! Usted no!!!  Usted si es visible no es un fantasma y si entra al baño de mujeres es probable que prefiera morir a las bofetadas que las damas le guardan a los mirones que se atreven a espiarlas. El fantasma es ese que no vemos, el  que  está moviendo las tazas de café desde hoy, ahora se acerco a la ventana, no sabía que era un fantasma hasta que entro a este curso y se dio cuenta de la inutilidad de escucharme, ahora seguramente este muy triste, pero no, no se preocupe, a usted le hablo señor fantasma, lo llamare ramón para que no se sienta discriminado, Ramón Hombre no se sienta mal, ya nada  puede afectarle. Disfrute de la inmaterialidad!!!!!!!
Vivir es como caminar, solo que morir no es como caer, porque cuando caemos lo hacemos un montón de veces en nuestras vidas, pero morir solo una vez  por vida. Quizás usted señor fantasma, pueda alejar los miedos de todos los vivos   en lugar de traerlo en transparencias y sabanas blancas o aire de cortinas, quizás pueda decirnos como se siente, que ve, como le parece ese otro forma de vida, porque quizás le deberíamos decir así, el otro modo de vivir, sin el cuerpo, sin las obligaciones.
Señoras, señores ¡morir no es una cosa tan terrible!, si fuera así ya abría una oficina de quejas de fantasmas desconformes que solicitan les sea reintegrada su vida. Pero hasta el momento ni señales de eso.
Siguiendo con el curso, Ramón ya que vino puede quedarse, solo le pido no nos dé escalofríos.
Siguiendo con el curso, les doy una lista de precauciones simples que deberán agregar a las precauciones que ya toman habitualmente para no morir.
La mejor forma de no morir, es cuidando el cuerpo y evitando los riesgos o las cosas que pudieran dañarlo.
Esas cosas ya las conocemos.

a-      A  menos que tenga alas, no intente volar
b-      Si no es un buen pez tampoco intente nadar.
c-       Si no conoce sobre armas, no juegue con ellas, y si las conoce bien, sabe que no son para jugar.
d-      Evite asistir a cursos inútiles que lo lleven a encontrarse con fantasmas, no olvide que también puede morir de miedo
e-      Al cruzar una calle, no solo mire hacia los lados, hágalo también para arriba por si pudiera caer algo, y para abajo, por si algún desastre climático o alguna obra en construcción allá dañado el suelo.
f-       Evite salir en días de tormentas.
g-      Evite hacerse el gracioso cuando manipula cosas punzantes o fuego, por lo general las cosas punzantes y juego también tienen sentido del humor y saben manipularnos mejor a nosotros.
h-      No se olvide que no solo de daños físicos puede morir un hombre.
i-        Evite el amor
j-        Evite el desamor
k-      Evite la tristeza
l-        Si no puede, pues ni modo, morirá de todas formas, lo importante es que disfrute el recorrido.

sábado, 4 de diciembre de 2010

El hada de los cuentos

El hada de los cuentos

“El hada de los cuentos está sumergida en un mar de luciérnagas verdes y amarillas. Las historias se le escapan tristes de los dedos por temor a morir ahogadas de brillos. Ella a veces sonríe y se parece a la luna. Otras veces solo sueña y su vestido es mas espuma que las nubes”



Ramiro bajo las escaleras de tres en tres, de dos en dos, hasta el último escalón. En el suelo junto a la ventana esperaba Ibi, estaba cansada, tenía la vista más allá de las cortinas, más allá de los paisajes, de esos tristes pinos de verdes oscuros. Miraba las nubes y se imaginabas búhos de espuma, dragones de cielo, aves de cristal y de perfume. Pensar esas cosas le daba risa, algunas risas, pequeñas sonrisas.
Ramiro sostuvo sus manos un tiempo más, a él le gustaban los juegos y ella era divertida. Caminaban juntos por el parque recibiendo el perfume de las tardes de septiembre, caminaban juntos los parques recibiendo el aire frio de mayo. La historia de sus dedos fríos les rozaba los labios cada vez que llegaban a los bancos de madera debajo de los paisajes dorados, por el sol del verano o por la belleza del otoño.
Ibi  ya no saltaba las baldosas cuando caminaba a su casa, ya no lo hacía. Los paisajes que no conocía, aquellos rincones celestes de entre las nubes la intrigaban demasiado. Se preguntaba si algo parecido al alivio o a la felicidad la esperaba en ese lugar de espumas. Ramiro la fue dejando, el peso de su mano fría le molestaba en cada caricia, hasta que decidió apartarse de su compañía triste. Nunca se entero que estaba alejándose de Ibi,  solo se alejaba día tras día. Ibi oscureció, el paisaje la absorbió  y la dejo entre las ramas de un árbol seco mientras decidía si la convertía en pájaro o en pino. Pero nada sucedió.
Ibi despertó junto a la ventana, esperaba oír su nombre en la distancia, recibir un beso de luna al menos que le alivie el frio, pero  las cortinas le daban caricias de fantasma en el rostro y en los hombros. Sentía sus manos vacías, pero no recordaba que llevaba antes. Observo sus manos y le parecieron livianas como plumas, pero tristes aún como el frio. Fue difícil al principio pero tomo una decisión, de esas que parecen finales. Estaba demasiada sola como para oír consejos, demasiado fría. Era en ese instante en que necesitaba que  alguien con armadura  le recordara cual era su mundo y su paisaje de sueños, para poder alejarse del invierno de la tristeza en la que se había sumergido, estaba demasiado triste para responder llamados  que además ya nadie hacía, nadie decía su nombre y ella  fue olvidándolo  hasta que su nombre cambio por completo, ahora se  parecía  a una sombra y a una ausencia  en cada una de sus letras, fue entonces cuando lo hizo…  abrió las ventanas y voló, pero sus alas eran tan imaginarias como los dragones de nubes de sus cuentos y terminó por caer a lo más oscuro del paisaje, fue una caída de pino de verdes oscuros, que dan frio a los sueños. Aun espera en las sombras que su nombre vuelva a ser estrella, que se repitan en brillos cada una de sus letras, pero pasan siglos y mas siglos de espera y eso no sucede.

domingo, 28 de noviembre de 2010

últimos pasos

El patio tiene de esas alondras que no levantan vuelo
Con los años se convertirán en rocas
Por ahora son como hojas secas
Confundiendo su forma entre las sombras

Los vecinos no recuerdan el pasado
El sonido de las bicicletas
Los golpes de pelota
El nombre de los niños
El rostro de los hombres

Nadie recuerda la bolsa de mandados
El carrito lleno de verduras
Regresando del mercado
El dolor de los bolsillos
La fatiga de los pasos
El dolor en el vientre del pasado


Nadie recuerda la casa habitada
Al pasar todo es una sombra
Como si una nube de  lluvia
Cambiara el paisaje del patio

Será este patio el último escenario de sus pasos
De su mirada vagabunda a toda hora
Del dolor de las manos arrugadas



Levanto la vista cuando llego al portón
Vio antes de entrar, la imagen de su casa gastada
Sintió la risa de los niños en las veredas vecinas
Sintió el viento arrastrando la sequia dentro de su casa

Avanzo tan lento, tan dolorosa
El paisaje del mundo tiene otros colores
Allí en su casa, en el hogar que protege sus huesos en las noches
Hay una escala de grises que avanza conforme mueren las flores

Se detuvo en la puerta
Las llaves temblaron tanto como sus manos
Y se convirtieron en pequeños llamadores de ángeles de la muerte
Que se posaban sobre los arboles
Cada rama que rozaban sus plumas
Se convertía en un retazo de noche
Sujeto en los arboles

Beso su aliento
Sus labios sintieron el paso del último suspiro
Abriéndose lugar desde el interior de sus pecho
Para salir doloroso desde la cueva de su boca y su alma

Entro a su casa que era de huesos de cemento
El perfecto recipiente para la soledad que ella llevaba
Dejo la bolsa de verduras sobre la mesa
Las llaves cayeron al piso en última llamada de los ángeles

Y una sombra que pesaba en el aire
Levanto vuelo desde  los arboles
Pero no entro en la casa
No entro en la casa
No era necesario


Ella se asomo a la ventana
Los jazmines la saludaban desde el patio
Algunos gorriones escarbaban en el suelo
Mientras un silencio buscaba tierra
Para callar las tormentas
Que gritaban en sus labios

Se durmió  con la vista entre los árboles.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Dolores de lluvia

Llevaba más que el alma en el bolso, como si luego de guardar eso para que no lo dañe la lluvia,  quedara mucho lugar. Quizás porque las almas siempre son pequeñas, ingrávidas, inmateriales.
Quizás por eso quedaba espacio para el desamor, para el olvido, para la desesperanza. Su alma viajaba en su bolso, era un latido de luna, como una fotografía de una noche en el campo en medio de esa lluvia lumínica que es la oscuridad. Llevaba los zapatos heridos, la lluvia sabia del interior de sus medias porque se filtraba en todos los charcos, mientras sus pies sabían del dolor del frío. Aun conservaba la voluntad de la vida, esa que te lleva respirar una vez tras de la otra, sin dejar, aunque el pecho duela las espinas de todos silencios.
Llevaba parte de la última tormenta de fuegos en su bolso, en el rincón que su alma dejaba libe la tormenta viajaba acurrucada, la tormenta le temía al miedo que se filtraba por los huesos de ese bolso casi destruido. Viajaba porque tenía tiempo, porque no tenía hogar donde permanecer quieto. Quizás eso es lo que me pasa, que me siento incomoda en todas partes, aun no encuentro mi casa, ni el hogar donde desempacar mi espíritu. ¿Aquel anciano, de rostro sucio, era un pobre vagabundo del mundo  o era el más libre de los hombres que haya conocido? no lo sé. Sospecho que esa libertad de ser tan vagabundo, tampoco es felicidad. Felicidad debe ser como esa sensación de no huir y de no permanecer al mismo tiempo.

El agua se filtra por las piedras en todo el mundo, dentro de sus zapatos hay otro río, el agua se filtra entre sus dedos, creando diminutas cataratas de brillos, él sólo se descalzo el mundo en el cordón de la vereda, para recordar si seguía vivo.
Los pájaros más pequeños, permanecen inmóviles en las ramas, los más viejos, vuelan aunque las gotas de lluvia sean muy pesadas. Hay palomas, y misterios en los charcos, hay monedas en las fuentes de la vida, con ellas se puede comprar un boleto para vivir otro par de años, por aquí, solo hay un aroma a destierro, un anciano que no decide si es mejor ir con los zapatos destrozados o descalzo, es una decidirían tremendamente difícil, es como decidirse a seguir vivo.

Adiós a mi sueño, adiós a mi abril.

"Ya no volveré a renacer en ti, eres el mes maldito que me recuerda que ando viva, como un espíritu vagabundo sobre la tierra. por eso te despido y te maldigo para no renacer jamas desde tus días... adiós abril"

Adiós abril, ya lo sé a pasado tanto desde el ultimo abril, que quizás nuevamente la puerta del almanaque le de la bienvenida al sol de sus hojas secas
Pero de todas formas, adiós abril
Adiós estación de la madera, del sauce herido de hojas y flores y de insectos
Adiós a la luz de las cortinas inflamadas de aire y de perfumes desde el jardín
Adiós al dios de todas las horas desde las ramas de los limoneros
Adiós al azahar del cuerpo de mi patio, hasta los pies de mi cuerpo
Adiós a la sonrisa de las hadas asomadas desde los escombros del fondo oscuro
Esa especie de patio abandonado que nadie visita
Adiós al hogar de las luces y de las sombras de las hojas de los ceibos

Adiós a mis manos cerradas
A mis manos abiertas
A mis manos desarmadas de palabras que retengan a abril

Eras, querido mío, abril mío, el mejor lugar para dormir la muerte
Para despertar el sueño
Un campo de fantasmas que no se  enteran jamás que van muertos
Un infierno más cálido que el verano
Más frio que el invierno
Un lugar de paisajes nuevos

Adiós abril, adiós al patio, al juego de saltar baldosas y crujir hojas secas
Adiós al ritual de buscar tesoros entre las macetas, escarabajos, hormigas, pequeñas libélulas
Adiós a las hadas invisibles que viven en cuevas pequeñas dentro de las grietas de las paredes
Adiós a las bestias que habitan los rincones de humedad en el suelo

Ya lo sé, ha pasado tanto tiempo desde el último abril que quizás nuevamente, la puerta del almanaque le dé la bienvenida al sol de sus hojas secas
Pero de todas formas, adiós abril
Ya estás muerto querido mío, abril mío, mi abril
Eres el pan seco sobre la mesa, el que nadie ha comido
Eres las migas del desayuno que te lleva al olvido como a mí
Eres la palabra que no se menciona, loa visión que todos esquivan
El beso que no respira
La bomba, que se apaga y explota sobre los huesos de mi esternón
Y me obliga a dormir
Maldito abril, adiós abril

Eres abril de las manos frías
De los abrazos eternos
De jugar entre los jardines del cielo y los de tu-mi jardín
Eso ya está muerto, hay un pequeño charco en el asfalto por la lluvia
Allí flota en funeral vikingo, mi pobre abril.

Algo personal

Mi madre esta muerta en el río
sólo porque mi padre tiene la forma de un chuchillo y habla todos los días desde su filo
sólo sabe hablar desde su filo
mis hermanos son las ramas secas del árbol de la vida
un incendio de abandonos y demoras
de hombros débiles, incapaces de sostener sus espíritus

mi hijo, el que no ha sido
el que murió en mis brazos el día que debía haber nacido
también flota en el río
mi hijo, el sueño de mi carne
el corazón de mi sangre latiendo al ritmo de mis latidos
esta muerto, es una piedra clara en la oscuridad del río
los peces que rodean a mi madre, la abandonan al ver a mi hijo
mi hijo es solo eso, una parte de mi espíritu hundido en el río
los peces pretenden ser el aire que no ha tenido
los peces pretenden ser las luces que no ha tenido

no se porque todos los hombre deben viajar al infierno tras sus mujeres
no se porque todas las mujeres somos engañadas por los demonios de nuestras mentes
esos que nos oscurecen, nos seducen a la muerte
y una vez allí nos envuelve de regalos rojos, de llamas y dragones

quizás ya estoy muerta en el río
soy parte del fondo de piedras o de los peces luces
o soy solo el agua que corre perpetua muda de gritos
tan solo sueno a agua dulce, pero fría.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Como una rana.

Eran los días de las escamas tornasoladas, de dragones o serpientes, de esas nuevas criaturas que aleteaban desde el estanque. Algunas saltaban sobre las hojas de esas hermosas plantas acuáticas, esa forma verde de florecer en la superficie terrestre. Eran esos días de humedad de frio que no hiere. De esas sensacional forma de dormirse en los bancos de plaza sintiendo descender el rocío suavemente, detenerse en los labios, en los párpados y percibir como la piel se humedece, ser consciente del perfume que el rocío deja sobre el campo, cada gota estalla en brillo y en aroma, sin importar si te detienes o no a verlo. Siempre alguna rana sobre la piedras al charco y ese glorioso sonido de saber que todo se desvanece. El susurro del charco es un instante en la vida del líquido, el agua es apenas un suspiro de lluvia sobre el verde.
Todo se desvanece, la mariposa se acerca a la flor, la flor tiembla. El pájaro aletea, abre su pico, se acerca. Todo se desvanece. El instante en que sentí tus labios, tan cerca. Te respiré esa vez. Esa primera vez, como si en tu aliento podría descubrir el misterio de la vida, la profundidad de todas las cosas. Solo descubrí que me gustaba besarte, que me sumergía en tus labios como la rana en el estanque, y que permanecía inmóvil a la espera de que continuaras tú el milagro y cuando me respiraste por primera vez, mi nombre acudió a tus ojos, fui más que un suspiro, no fui la música, ni la magia, no fui los recuerdos de vidas pasadas pasando a velocidad sobre tu rostro, fui tan solo esto que soy mientras te evoco, mientras te escribo, la misma mujer que se desnuda al cielo de tus manos, la misma que se duerme en los paisajes de tus ojos.
Eran los días de las escamas tornasoladas, donde el dolor era la misma espada, que protege y traiciona, nada cambiaba en los libros de historia, nada cambiaba en las novelas clásicas, no hay mas reformas, no hay revoluciones, solo esa miseria de andar de rodillas quitándole siempre al más pobre. Hay alimentos envasados, hay huertas muriendo de abandonos. Era el tiempo de las alas sin vuelo, de los títulos de nobleza en marcas, en etiquetas. Era el tiempo de las ruinas universitarias, de la autopista con huecos.
Era el tiempo en que el cielo se dormía sobre los arboles, cansado de sostener tantas inútiles estrellas que no saben ser fugaces, ni cumplir deseos. Era ese tiempo, en que los vagabundos, te convidan sus calles, los budas te invitan con mates, los mensajeros circulan mudos y descalzos y no tienen memoria.
Era ese tiempo, en que las matemáticas son enemigas de la economía, era el tiempo de los bolsillos rotos.
Era el tiempo de los guantes celestes, de dormir esperando que en el sueño nos sorprenda la vida, porque despiertos solo sabe espantarnos. Era ese tiempo en el que no esperas ni buscas, no deseas, era mi tiempo de ojos callados, de manos quietas, de nubes fijas. Era un tiempo de párpados telones, de función de cerrada.

En ese tiempo de escamas tornasoladas, el dragón encontró el castillo que le faltaba para dejar de ser un monstruo y convertirse en una criatura mágica.
No sé que era antes de tus ojos, pero me gustan los nombres que me da tu mirada.

No estoy...

Ya no hablara mi jardín con las macetas rotas
Esos tristes pedazos de tierra herida, incendiada
Ya no hablara mi jardín con el cielo líquido de los charcos
Esos espejos de los mundos oscuros, olvidados

Ya no hablaran mis labios de silencios espectrales
esos lugares que recuerdan el tiempo que no ha sido
Todo el color de mi piel abrazara al invierno en sus verbos fríos
Soy la mujer serpiente
El silencio frágil que emanan los aromillos
la calidez que agita las flores blancas del ciruelo
la nostalgia que abraza en las mañanas
Soy como una anciana, o una niña frágil
caminando sobre el filo de sus temores descalza 
Soy un dolor sobre el dolor el frio de la distancia

Ahora mientras el rio lamenta su entraña de piedras
Mis manos lamentan su profundidad de huesos
Mi cuerpo llora sus pechos
Su vientre
Su ombligo apagado
Mis lunares toman alas
Buscan nueva hierba que sostenga sus colores, que acompañe el parpadeo de sus almas

No estoy muerta
Aun respira mi esternón
Aun se inflama mi pecho
Aun siento la presión en el diafragma
No estoy muerta
Simplemente se apaga la luz, la estrella, el pequeño bichito de luz de mi mirada.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Es bueno

Diré estas palabras…

Este puto dolor de noviembre otra vez posado como un insecto sobre  mis penas
Anoche otra vez maldeci los dragones y las serpientes de tu boca, de tu silencio y el mio y otra vez fui la lluvia
Maldita suerte de este puto dolor que huele a sequia
Todo es la sombra de mis días
la luz es la noche en que no me desprendo
Desde las ramas a los vidrios

Agoniza, al fin agoniza, pero no muere
Jamás muere
Jamás mueres de mi, como muero de ti todos los lunes hasta llegar al domingo
Y yo te digo lo que no se debe decir
Lo que el mundo apagado calla

… Es que me he vuelto un incendio
Masticando las piedras de los templos
Desnudándome de túnicas blancas para vestirme de infierno sobre el frio del clima

No me esperes mas en abril, no me busques en septiembre
Llegara otro fin de año y  los niños parecerán alegres aunque sus padres los odien o los ignoren
Los arboles se disfrazaran de plástico mientras  la muerte arrojara guirnaldas desde los balcones
La farsa subirá por la autopista y desenreda en un lugar desconocido
Las calles sin señales son calles del olvido, simples calles de tierra y olvido.

Moriré algún día, con mi piel gastada desde siempre
Con los huesos marcados en la carne roída
Mi cabello será la sombra de mi vida
Una nube de humo por el incendio de mis sueños
Un enredo de ilusiones perdidas

Pero este puto dolor es el mismo dragón que se esconde en mis palabras y en mis decisiones
Este es el mismo dragón que vuela y duerme conmigo
El que se esconde en la sombra de todos
Al que le doy la bienvenida a mi alma para que la destroce noche tras noche
Y aunque sea un dragón de humo, de esa bocanada de humo que di del infierno que abrigo en el cuerpo
De ese infierno de agonías, de ese infierno de angustias que forma un cráter a mitad de mi pecho
Aunque sea un dragón de humo de nubes oscuras, desde tu boca o desde la mía
Este dragón vive, respira y me precederá aunque lo ignore
Aunque lo oculte y lo ignore

Maldigo este dolor por ser más fuerte que mis manos
Porque no me basta el cuerpo para apagar el fuego que genera mi espíritu
Porque moriré  y las llamas de mi dolor seguirán ardiendo, en el cielo o en el infierno.


… es bueno maldecir, no espanta los dolores pero al menos demuestra que no son de mi agrado.

domingo, 31 de octubre de 2010

No quiero vivir en un barrio de putas


Vivía en un barrio de peces, peces y espuma. Era muy difícil doblar esquinas sin encontrar a un pez muriendo de sequia, muriendo de aire, muriendo de barrio, acorralado entre el suelo y el cielo, sin un pedazo de mar o de laguna.

Distinto hubiera sido vivir en un barrio de dragones, donde cada vez que intentaba bajar de un colectivo, un monstruo con cara de dinosaurio te escupe su fuego.

La verdad es que esto no es  una buena historia, ni es lo que quería decir, esas palabras son como moretones sobre el papel, traen el recuerdo de golpes, algunas  de heridas, hay ese aroma tan extraño que deja la sangre sobre la piel.
Sigo escribiendo porque me alienta del teclado para hacerlo, lo maldigo, siempre lo hago
-¡te maldigo por no ser piano y porque en lugar de darme esa melodía que yo necesito, solo me das desnudez!
Escribir es la desnudes absoluta del ser, es como llorar, pero sobre el papel.

Creo que quiero vivir en un barrio de mariposas y no hablo de putas, hablo de mariposas de alas multicolores, que parecen desprender magia de sus aleteos.

Este barrio me susurra en sus rincones, ya conoce demasiado de todos, cada una de sus calles ya ha llorado la muerte y llorado el milagro de cada primer paso.
Este barrio ha dado serpientes y pequeños conejos. Ha visto mujeres de horrible peinado, niños sucios y niños vestidos de blanco.

No quiero vivir en un barrio de plástico, donde nadie se conoce los dolores, pero tampoco quiero un barrio que vea primero mis cicatrices antes de saludarme.

Quiero vivir en un barrio sin faroles, ni nostalgia, ni fuelles que se desgarran desde alguna radio, pero no quiero perder la magia de ver el milagro, donde  un jubilado escucha desde la ventana de su cocina, los rumores de sus años, como si al escuchar  esos tangos viajara al pasado.

sábado, 30 de octubre de 2010

Solo di si es amor.


Solo di si es amor
Que la lluvia ya no puede ser más húmeda, ni más salada desde mis ojos

Solo di si es amor
Si amo el sol a la luna el día que se eclipsaron ante nuestros ojos
El día que el mar se convirtió en un ave que aleteaba  criaturas
como si escupiera tesoros desde su interior

Solo di que es amor
Y  el ave negra cerrara su pico
Y ya no dirá que no me amas, desde la cima del árbol de mi vida.

...

Si todo lo que piso se llena de sombras
Quizás es porque soy la noche y todavía no me he dado cuenta

De metal y de sonido

Quiero aturdirme de cielo
Y aunque no sea la lluvia la mejor hermana de la esperanza
Quizás alivie, lo que no alivia el olvido

Quiero mis manos como nobles campanas
Enormes, acústicas y metálicas
Que cuando no suenen, porque no avisan llegadas, ni nuevas horas
 Se conviertan en espadas

Y un talan talan, anuncia el filo sobre mi cuello
Y otro talan talan, corte el silencio

… Ay mi dios yo sin religión y vos tan suelto
Flotando y hundido por el mundo, o por el cielo

Mientras te encuentro, jugare con los dragones de mi cuerpo.

Silencio

El mar está contaminado de pasado, tantos recuerdos de otras vidas han hecho olvidar a la sal que se parece a las lágrimas del dios que duerme en su fondo.
Es que hay piedras cangrejos cambiando de hogar, del mar a la luna  y desde allí a la estrella más lejana, porque la más cercana se parece a la arena, la arena se parece al tiempo...  y eso también le recuerda lo que es dolor.

El mar está contaminado de criaturas marinas. El cielo apesta de nubes y el viento de perfumes.
El árbol rebalsa de hojas, el ave de plumas, mi corazón de recuerdos de antiguos paisajes de diluvios.
... ay amor, el mar está lleno de mar, por donde lo mires, o lo olvides, el cielo seguirá lleno de nubes aunque el sol estalle en todas las orillas de la tierra, alumbrando desde el suelo hacia arriba.
La voz de todos los silencios está llena de vos.
El cuerpo de todas las ausencias está lleno de vos.
Mis manos y  las manos de la sombra también llenas de vos.

 Y mientras el mar no se invierta y el agua sea el cielo y el cielo sea el agua, mientras las nubes no habiten el suelo, no será diferente la naturaleza de los recuerdos. Ellos  también están llenos de si mismos. Algunos secretos, otros son como nombres que se oyen una sola vez y luego quedan ciegos de sí mismos, no los podemos oír nunca más. Otras son como melodías, que cambian de dueño.
La voz de tu alma es una melodía sin sueño, tu juegas a cambiarle el nombre a tu canción, pero no tiene nombre, apenas un conjunto de letras dispuestas a darle un sonido para ser nombrada, pero igual que el mar… no puede olvidar que en su fondo,  duerme el dios que le da naturaleza a su forma y latidos… y ese dios no fui yo… y ese dios no soy yo.

Y después de morir siempre me pregunto...
¿ Qué voz lleva el olvido cuando se aleja de mi cuerpo?
¿Qué rostro lleva la ausencia cuando me besa?
Cuando su cuerpo parece el viento, arrastrando las hojas secas de todos los jardines
Entrando por las ventanas y hasta por debajo de las puertas.
¿Qué rostro llevare cuando me aleje de mi cuerpo?

Creo que lo sé
Siempre... me pareceré al silencio.

viernes, 29 de octubre de 2010

Preludio

Lo he descubierto, ahora está sobre mi piel y llega a  todos mis sentidos, esta forma de parir las emociones en verbos, en letras que parecen paisajes de sombras, de luces de colores amarillos.
Y el cielo se recorta en el paisaje, surge entre las montañas oscuras, este sol furioso.
Ya lo he descubierto, la herida del día no es la noche y no es la luna el ojo del universo, por el cual los dioses nos observan, no son las nubes los espíritus vivos de todos los muertos y no son los ríos las serpientes liquidas que circulan la tierra.
ahora que sé estas cosas, mi sueño las confunde con las imágenes oníricas que siempre me perturban, las imágenes que me rasguñan el alma desde los sueños, imágenes de filos, de espadas, de dagas, de cuchillos, imágenes de colmillos, de lenguas de fuego sobre mi piel seca, imágenes de garras, como ramas que se quiebran sobre mi cuerpo, imágenes de infiernos y desiertos, imágenes de tormentas y lunas ahogadas en charcos donde también flotan peces, ¡oh mis peces! mis amados peces, los dorados diminutos, los pequeños como burbujas de brillos, casi como insectos, ahora sobre el agua, y el fondo oscuro, ese fondo oscuro como entrañas que gruñen desde el interior de la tierra.
Ahora las nubes solo traerán tormentas, no harán figuras mágicas sobre el cielo.

Subreal y aereoreal I

El hueco que antes ocupo el mar
Es el espacio más profundo
El fondo más oscuro que  despierta con su niebla
Y enmudecen los ojos de luces al verlo
La piel se estremece de luna muerta
Por caer en el pozo seco

Ahora  el agua es una nube que flota perdida
Un poco al sur, donde el sol casi no se acerca
Un poco al este para ver como amanece
Y el agua convertida en nube lleva todos los peces
El fondo de piedras y las burbujas
Algunas naves hundidas
Miles de tiburones y ballenas
Algunas caen sobre los árboles, se desesperan
Otras viajan con la nube hasta que llueva

No hay paraguas para esa clase de lluvias
Solo  ciertas lagunas la esperan
Por qué han soñado ser mar durante toda su vida.

jueves, 28 de octubre de 2010

Simple... como una muerte liquida.

Es simple, muy simple, es agradable y desagradablemente simple.

Morir es la voluntad de la luz en la sombra, del perfume en el aire, de la lluvia sobre el agua… y mientras sus últimos círculos ofrezcan sacrificio liquido al cielo, es simple, es tan simple, es más simple que cualquier cosa en el mundo o en sus extremos.

Cuando no estoy, es porque estoy muerta. Luego recupero fuerzas y estoy lista para  que me maten de nuevo.

El color de la ausencia

Nadie sabe qué color lleva la ausencia por vestido, hasta que se acerca, hasta que se aleja.  Y aunque muchos la confundan con una tormenta, ni siquiera es de nubes, ni de humo, es de eso que se forma cuando no hay nada para imaginar un cuerpo, o un espíritu, es más que el silencio o la sombra, es algo así.... como una tormenta de ruidos, como una tormenta de ensordecedores ruidos, porque allí donde debería haber algo, no hay nada.

La música más terrible es aquella que no podemos oír, el color más bello acompaña las palabras que no nos dicen. Si el amor juega a internarse en un bosque,  desenterrar tesoros antiguos, no importa cuántas brujas amenacen mi ventana, ni cuantos demonios asechen con sus filos, mis manos han decido no alzarse en mi defensa, caen como pesadas cadenas, he perdido la voluntad de recuperarme después de las batallas, mi cuerpo está herido y no tengo intenciones de ver otro día, no quiero que el sol se levante sobre los campos muertos para que el perfume de la muerte también susurre sobre mi rostro que he perdido. Si ya saben que estoy muerta, déjenme llorar mi silencio sobre mi cuerpo podrido, déjenme que mis uñas se desgarren sobre la piedra del sacrificio, que la tierra abrace poco a poco a mis extremidades. Y esto pasa por que hoy estoy cansada, cansada con sed de cielos y lagos profundos, cristalinos, pero no hay ojos con esas profundidades, no hay abrazos, no hay mas  perfumes de paisajes limpios, ahora se que el egoísmo tiene ventanas muy grandes y deja salir desde su interior a su amargo espíritu.


Nadie sabe qué color lleva la ausencia por vestido, hasta que se acerca, hasta que se aleja. Y aunque muchos la confundan con tormentas, no es de agua, ni de aire, es como el fuego, tibia, abrazadora como la muerte, enorme como la sed del mundo en paisajes de sequía.

lunes, 18 de octubre de 2010

No es por mi III

No es por mí
No importan cuantos truenos quieran partir mi cabeza
Mi cuerpo se hizo de grietas en la antigüedad
Ya no soy el árbol
A penas soy la corteza
No doy sombra, mi madera es horrible si se acercan

Lejos, muy alto
Las ramas que me sujetaban  al cielo
Se dispersan en ruidos

Las nubes solo traen tormentas
ya no saben de luces o de sueños.

No es por mi II

Como las  hojas muertas me fundo en  el suelo
Me hundo en la tierra
Me pisan y resueno en el espacio
Como un cristal del árbol que se quiebra

Estallo en el desorden de piedras y me pierdo por completa

Ninguna luz
La noche se convierte en un mar que ahoga mi cuerpo
Que se alimenta de mi piel estrella

Apenas brillo en el fondo oscuro de la noche
Como si brillara en el fondo del mar

No te puedo oír aquí
… eres un eco
Ya no eres de verdad.






... alguna vez supiste que era de  cristal
que podías ver a través de mi 
a todos mis miedos, a  todos mis sueños
si no lo sabes aún, déjame, yo te lo cuento
si me presionas, me quiebro, me fragmento 
desaparezco dentro de mi cuerpo.

domingo, 17 de octubre de 2010

No es por mi

Te desprendes de mi piel  mientras te alejas
el sol te oberva de costado
el horizonte se convierte en flecha
sobre los hombros de la tierrra
y dispara sus ojos mientras agita sus brazos


tu cuerpo cansado de penas y piedras
duerme en el humbral de las tristezas
a punto de morir
te conviertes en roca
y te fundes doloroza por el viento


mi norte es de lluvia
para la sed del mundo
mis pies son sures de hierba
entre las manos
se estremece pequeña
la uitima luna del caminar de mis piernas

no es por mi
no es por Lactur de rumstar
el pequeño demonio de las entrañas del cielo
mientras bosteza
las nubes de su boca se convierten en tormentas
que quiebran la tierra

mis manos solas
son aves del cemento
mi cuerpo solo
una columna herida sin cuerpo
mi boca sola
una cueva cerrada
sin dibujos en sus paredes
solo humedad.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Tumba

No sé cuantas guerras de silencios han desatado nuestros ojos
En cuantas ramas la muerte enredo su vestido
Por oscurecer el paisaje de las aves-plumas-celestes entre las nubes
Por cuantas piedras se ahoga el espíritu del río
No sé llevar mi frente sobre las sombras de los arboles
No se dejar mi espalda firme
Mis rodillas fuertes
Mis manos convertidas en puños

Y mi silencio visual
Es la muerte de mi voz de espíritu
Y mi silencio visual
Es la ausencia de colores, de luces, de brillos
Apenas amanezco
Muero en los paisajes de una primavera que no adorna mis vestidos


Mi casa es de madera, y me espera en la tierra
Dentro solo cabe mi cuerpo, no mis latidos.

miércoles, 28 de julio de 2010

Ceniza sobre el hombro de la mañana


El anhelo deshojo la flor del viento
En un susurro de la rama que se parte
Nace el lamento en el aire
Como un débil crujido de fantasmas

El hombre que camina el frío de las piedras
Descalza su patria sobre la tierra
Va recolectando truenos con sus ojos cerrados
El oeste dispara sus flechas de fuego
El este levanta su círculo en llamas

Miércoles

Ceniza sobre el hombro de la mañana
Aguada la ciudad de  luz que no puede ser azul
Porque le faltan alas
Languidece la espera de su muerte en mis palabras

Buenos Aires me detesta
Yo lo aborrezco con todas mis entrañas
El sur es más que un paredón, que un farol
Que una sonrisa morena
Que una feria de artesanos
Es más que el dolor de una calle empedrada

Se oyen lejanas aves
Picos y alas
Ramas y silencios
Corrompidos por el aire

Un balcón llora la muerte del alma
Un fantasma
Se viste de tango
Y circula las calles.

domingo, 25 de julio de 2010

Entre sueños


Morfeo  esta jugando entre mi cintura y mi cuello
a encontrado un principio de luna en mi cuerpo
y saborea sus propios sueños desde mi aliento

ya me despedí de ti por unos instantes
la noche es eso, son unos instantes
a primera hora besare tu cielo en ondas desde el viento

y no juego a ser hada en tus palabras
no busco alas de aves de fuego, o de nubes
o de cristales que emanan música con cada aleteo

me presento con mi nombre común
con mis temores y mis silencios

Morfeo mastica mis sueños, los convierte en su alimento favorito
yo me estoy deshaciendo entre sus dedos
voy cayendo en una nube oscura de sombras y fuego
ésto es sólo una muestra de mi soledad cotidiana
aquella en la que me pierdo cuando no te encuentro.

sábado, 24 de julio de 2010

Como un perfil de luz.



Donde la penumbra de la noche se descuida
Entrare con mis pies descalzos
A penas veras un perfil de luz
Atravesare los espacios entre los cristales y las sombras de las ramas
Y acurrucada de noche en mi vestido blanco
Dormiré mis alas a la sombra de tus brazos
Será una noche muy fría
Abrigada en la boca de tu sueño
En la tibia humedad que me da tu mirada

Allí donde  el silencio nos deja un espacio libre
Para poblarlo con susurros desde la almohada
Allí formare tu rostro a la piel de mis recuerdos desde mis manos aves
Desde mi manos claras
Y no es porque soy un hada 
Que dejare mi magia antes de entra en tu ventana
Y no es porque soy una ninfa 
Que huye de algún cuento de dragones o fantasmas


Es porque te esperaba
Es porque te buscaba

Y desde mis dedos se descubrirán tus parpados
Mientras te sostengo en mis ojos antes de pisar el sueño
Al que me lleves desde tu mirada mansa

No quiero perderme en tu cuerpo
Quiero abrigarme de tu alma.

Di mi nombre



Mientras me fragmento convertida en la última estrella que vera el mundo
Alíviame en tus ojos antes de que estalle sobre el cielo
Como una bomba de ruido
Como una bomba de nubes que dispersa truenos y sueños
Sobre los lagos, sobre los árboles, sobre las manos de los niños

Mi dolor de fruta se desprende del cielo, se cae de los espacios oscuros
Como una esfera sin peso que levita en el aire, y que por falta de motivos decide suicidarse en el piso.

No te pido que me salves
Que me prestes de tus cortinas para cubrir mi cuerpo herido
Que me des de los manteles de tu desayuno para hacer mi vestido
Que me des tus sabanas para hacer las vendas para tantos dolores antiguos
No te pido el silencio hecho canción desde el barro
No te pido el árbol de todos los alivios
El que desde su sombra nos devuelve el alma de los que antes hemos sido
No te pido que tomes mis armas, que las alejes de mis manos
Que hagas con tu cuerpo mi nuevo escudo
No te pido que me refugies en tu abrazo, que veas en mí el ave cansada del aire
El ser que por creer en sueños perdió cada una de sus plumas

No te pido la música, ni la palabra de agua
Ni el labio del mundo
Ni el beso de nube que nos renueva el vestido

No te pido que creas en mis alas
Que les des piel a mis caricias
Que les des boca a mi suspiro

No te pido nada
Solo me acerco a la orilla de tu río
Estoy sedienta por huir de  la muerte que persigue mis pasos palabra a palabra
Estoy muy cansada de suicidarme en poesías
Estoy perdida dentro de mis ojos 
Cuando me sumerjo en este mar de dudas
Cuando recorro estas líneas

Y me caigo de lo alto, de lo más profundo
Y sumergida en el aire de un eterno gemido
Entrego mi vida

No te pido que me oigas
Que me leas
Que sueñes conmigo
No pretendo ser la luz detrás del alba
La sombra después del día

Solo una vez
Antes de que tome mí ultimo bocado de sueños
Di mi nombre desde la ventana de tu vida
Di mi nombre una vez sin mascaras, sin frases hechas
Sin extraños rituales
Mi nombre desnudo de historia
Libre de poesía
Di mi nombre para saber quien fui hasta este día
Quien soy ante tus manos
Ante tus ojos
Ante la presencia de tu espíritu
Mi nombre por piedad, caballero que todo lo perfumas
Mi nombre y quizás cobren alas, nuevamente mis días.
Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.