sábado, 30 de octubre de 2010

Silencio

El mar está contaminado de pasado, tantos recuerdos de otras vidas han hecho olvidar a la sal que se parece a las lágrimas del dios que duerme en su fondo.
Es que hay piedras cangrejos cambiando de hogar, del mar a la luna  y desde allí a la estrella más lejana, porque la más cercana se parece a la arena, la arena se parece al tiempo...  y eso también le recuerda lo que es dolor.

El mar está contaminado de criaturas marinas. El cielo apesta de nubes y el viento de perfumes.
El árbol rebalsa de hojas, el ave de plumas, mi corazón de recuerdos de antiguos paisajes de diluvios.
... ay amor, el mar está lleno de mar, por donde lo mires, o lo olvides, el cielo seguirá lleno de nubes aunque el sol estalle en todas las orillas de la tierra, alumbrando desde el suelo hacia arriba.
La voz de todos los silencios está llena de vos.
El cuerpo de todas las ausencias está lleno de vos.
Mis manos y  las manos de la sombra también llenas de vos.

 Y mientras el mar no se invierta y el agua sea el cielo y el cielo sea el agua, mientras las nubes no habiten el suelo, no será diferente la naturaleza de los recuerdos. Ellos  también están llenos de si mismos. Algunos secretos, otros son como nombres que se oyen una sola vez y luego quedan ciegos de sí mismos, no los podemos oír nunca más. Otras son como melodías, que cambian de dueño.
La voz de tu alma es una melodía sin sueño, tu juegas a cambiarle el nombre a tu canción, pero no tiene nombre, apenas un conjunto de letras dispuestas a darle un sonido para ser nombrada, pero igual que el mar… no puede olvidar que en su fondo,  duerme el dios que le da naturaleza a su forma y latidos… y ese dios no fui yo… y ese dios no soy yo.

Y después de morir siempre me pregunto...
¿ Qué voz lleva el olvido cuando se aleja de mi cuerpo?
¿Qué rostro lleva la ausencia cuando me besa?
Cuando su cuerpo parece el viento, arrastrando las hojas secas de todos los jardines
Entrando por las ventanas y hasta por debajo de las puertas.
¿Qué rostro llevare cuando me aleje de mi cuerpo?

Creo que lo sé
Siempre... me pareceré al silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.