lunes, 15 de octubre de 2012

Que seas Feliz.

Que seas feliz, que puedas amarte como nadie lo hará. Que ante la noche triste te regales el bálsamo de la música y el alivio del recuerdo. Que seas feliz, que puedas vivir como un niño amado por el mundo, protegido por miles de madres y   hermanos. Que seas Feliz, que puedas amarte en silencio un segundo todas las noches antes de dormir. Que puedas volar en tus sueños. Que seas feliz. Que todos tus seres queridos construyan un camino desde tu casa a la de ellos, que lo construyan con caricias, con abrazos, con miradas, con besos. Que nunca te olvides de ti. Que estas dentro de tu cuerpo siempre aguardando a ese sagrado momento en que recuerdas, quién eres, qué quieres. Que seas feliz, que nada  te falte, que nada te sobre que seas el reflejo del cielo.

viernes, 5 de octubre de 2012

Nada.

El alma sabe, siempre persigo esa forma, esa idea. Se ha convertido en mi bandera, sin embargo se me estropea la piel y la fe en el recorrido.
El alma sabe me repito, mi espíritu que es mi gran energía me guía  Pero siempre acabo de la misma manera, la piel rasgada, el corazón oprimido, y esa oscura sensación de no ser lo suficientemente buena.

A ese otro paisaje, le di la espalda. La maquina, el tiempo, el mundo. Todo me persigue. La bestia me acompaña.
A ese otro mundo le tengo un temor respetuoso. Me alejo sin dar batalla.

ALEA IACTA EST! 

Que el clima y la suerte me lleven a mi ultimo refugio en la tierra. 

Simple (infinito)

En el momento menos esperado, se nos puede fracturar el corazón. Eso también es vida.

domingo, 26 de agosto de 2012


Para el poeta decir “Pájaro” es igual a decir vuelo, herida abierta, libertad, incluso cielo o fuego. 

Para la mujer decir “pájaro” es decir mujer sedienta, mujer hambrienta, mujer presa, mujer fuerte.

Para mí, que nada se de las palabras, nada de sus letras, para mí que sólo se de espíritus salvajes volando por el cielo, volando sobre un campo, o sobre una ciudad oscura y casi muerta. Decir “pájaro” es decir mi propio nombre y ver como la criatura se acerca. Es decir mi propio nombre, y ver como la criatura se aleja.

domingo, 19 de agosto de 2012

Es necesario


Es necesario tener un lugar, crear un lugar, creer en un lugar. Es necesario que en ese lugar logremos sentirnos seguros, a salvo, o  en profundo equilibrio. Es necesario hallar ese lugar. Reflejarnos en ese lugar, descansar en ese lugar, hasta traspasar la sensación de estar meramente dormidos. Llegar a la profundidad, a la infinita profundidad de sumergirnos en el sueño infinito y luego  despertar. Nadar serenamente por aquel espiral, hasta respirar el alivio.
Es necesario, es vital poder pasear por ese lugar al menos una vez en la vida. Seria precioso pasear por ese lugar una vez al día, pero sería lo más amoroso que pudiéramos hacer por nosotros mismos, habitar ese lugar a cada instante de nuestra vida. Sentir que desde nuestro cuerpo están las ventanas que observan al mundo, pero que nosotros estamos en nuestro lugar. En nuestro paisaje particular, en ese supremo sitio donde nada nos toca, solo nos invita.
 Una vez en nuestro lugar, seria hermoso poder crear. Dibujar, cantar, escribir, bailar, soñar. Liberar dulcemente cada una de nuestras sensaciones, de nuestras emociones, con la forma que  nuestras ideas quieran, y así comunicarnos con otros paisajes, mientras nos reflejamos infinitamente.
Una vez dentro de nuestro paisaje, hay que dejarse llevar por la luz, por el perfume, por los colores, y la inspiración no es otra cosa que crear mapas, rutas, puentes y caminos, para que otros como nosotros hallen su lugar, su paisaje particular, su misión en el mundo.


viernes, 27 de julio de 2012

El animal en mi

El animal en mi despierta. A veces creo que lo he domesticado. Que él,  herido de rutina,  se ha ido muy profundo en mis recuerdos, olvidando todos sus rituales, todas sus costumbres.
Pero el animal debe ser libre en la tierra y en el cuerpo de los hombres y mujeres.
El animal es el instinto, es la percepción espiritual de todas las cosas.
Abrir los ojos, despertar como un nuevo animal y atreverse a enfrentar al mundo. A morderlo, a destrozarlo. Es al mismo tiempo, lamer sus heridas. No guardar rencores. Buscar compañía. Amar al hombre y temerle.

El animal en mi despierta, soy el ave milenaria que  traga a sus enemigos y luego los escupe al fuego. Soy el pez sagrado, transparente y pequeño, diminuto como un brillo de luna sobre un charco, o como lágrima de lucero. Un pez capaz de viajar distancias cargando el peso de todos los demonios. Soy también la leona, la salvaje bestia que protege a sus cachorros. Soy el pequeño búho, custodiando la noche.
Soy la simple mujer que camina descalza, que se desnuda en la lluvia para sanar el pasado, que se suelta el cabello y es como si liberara a todos las aves. También soy la simple mujer que se desnuda ante el hombre, que se vuelve presa y cazadora. Que se revela ante los dioses y se atreve a tomar otro camino que el mundo de las ciudades construidas por los hombres.

El animal en mi despierta, el animal en mi desea liberarse del yugo de las sociedades tontas. El animal en mi solo quiere una historia verde para todos. Revolcarse en el pasto, perderse en los arboles, dialogar con los sonidos de la noche.
El animal en mi, fallece. Esta preso de mis malas decisiones. Esta preso en la rutina humana de estropearlo todo. El animal en mi llora en la puerta cerrada y me mira. Se acerca mi cuerpo y llora. El animal en mi, llora en la ventana cerrada y sus ojos son de una claridad maravillosa. 

miércoles, 25 de julio de 2012

Una vez traje de un sueño un pequeño perro azul.

Hay que ser muy cobarde para escribir sobre viajes que no pretendemos hacer en esta vida, o sobre aventuras realizables  desde la comodidad de un escritorio, sellando cada paso de esas aventuras con la maldición de que aquello  solo es literatura. Pero hay que ser muy valientes para escribir sobre mundos imposibles, y criaturas que solo habitan en los sueños de los gigantes y los niños.  Pero solo los héroes escriben los diarios de los pueblos, los importantes eventos cotidianos de la vida con tinta pura. También  hay que tener testículos de dinosaurio, y ovarios de loba, para decir en un lenguaje simple aquellas cosas que no decimos día a día. Por ejemplo: para escribir y además decir “te Amo” es necesario haber vivido muchas vidas. Pero hay que ser eternamente joven, niño desde la mirada y el espíritu para atrapar seres de otros mundos.

Una vez traje de un sueño un pequeño perro azul. Para poder conocerlo tuve que cortarme las manos.  Él me vio herida y quiso cuidarme y curarme, busco en su interior esa cosa que la humanidad ha llamado magia, solo  por desconocer su nombre verdadero. Y con su diminuta lengua, también azul me curo. La primera vez que lo vi creí que despertaría del susto, pero no por miedo, si no por la sorpresa.  Sin embargo el sueño continúo. Me quede viento sus patas, el brillo de sus pelos formaba pequeños arcoíris en la luz. Era como un puentecito diminuto a la imaginación de  la niñez eterna. Me dijo su nombre indescriptible, y me conto sus aventuras maravillosas. Tuve que quedarme mucho tiempo habitando aquel sueño, muchos días descubriendo sus pequeños rituales cotidianos. Camine a su paso eternidades, hable su lenguaje, comprendí la amistad,  la alegría  y la ternura de una forma nueva. Me  perdía horas viéndolo improvisar juegos, en los que solo a veces participaba, la mayoría de las veces con observarlo me bastaba. Siempre me hacia sonreír con sus ocurrentes sonidos para despertarme, pero yo no despertaba, solo por verlo y disfrutar de su presencia continuaba soñando y soñando. Reía con esa tibieza de felicidad en la panza,  cuando lo veía  mover su cabeza cada vez que algo le encantaba, y como se disgustaba si no le prestaba atención. Cuando al fin comprendí todo sobre él, pensé en dejarlo libre de mis manos heridas, y deshacer aquel sueño hasta despertarme. Pero él me hizo comprender que ya no había manera de separarnos, que de alguna forma natural nos habíamos unido eternamente, que mi espíritu ya había despertado en aquel sueño y que la realidad se había transformado en el.  Al despertar, mi cuerpo estaba relajado, como si además de haber soñado eternidades hubiera podido liberarme de todas las tensiones cotidianas del mundo común. Ahora mi espíritu, sigue descubriendo criaturas extraordinarias cada vez que duermo o despierto.

lunes, 23 de julio de 2012

Soy el latido del mundo.



Voy  dentro de mí, viajando asía al sur,  desde la emoción.
Encuentro en mi el viajero de luz, 
Que todos llevamos esperando a despertar
Y tomo una decisión, sin saber qué es lo que  vendrá.
Morir o avanzar.

Avanzo asía mí,  camino en dirección de ti
El universo es una palabra resumible a la voz.

Cuando crees que no estoy, búscame en los arboles.
Soy mucho de mí, todo de vos.
Reflejo y color.
Como una canción, así es el camino.
A buen ritmo.
A buen ritmo.

Latido, y silencio.

Me abstraigo de todos y llego a mí.
No quieras querer este corazón, lo ha dicho Alfonsina desde el agua.
Con sus ojos oscurecidos de mar.
Voy hasta lo imposible, atravesando luz.
No quieras despertarme, déjame dormir.
Que la noche es muy profunda en los paisajes del sur.

Hay una piedra que habla, desde su textura.
Su piel me cuenta del frio, y de sus heridas.
Por el tiempo en que ella calla, los silencios se convierten en vidas.

Un grillo como una campana,  despierta el mundo.
Es el gallo más pequeño de mi mundo.
Un grillo como una campana, despierta el mundo.
Es el gallo más pequeño, para un sol diminuto.

Para los pobres nunca hay nada mejor que el amor, para sentirse ricos.
Mientras otros se desenamoran comprando el mundo.

Para nosotros  no hay armas más poderosas que nuestros propios latidos.
Oír tu pecho, saber que existes, que puedo contar contigo.
Que en la noche más profunda y quieta.
Respiraras conmigo.
Voy, dentro de mí, viajando al sur de la emoción.
Siento, vivo. 
Soy el latido del mundo.

Rutina

Ella se levantaba demasiado temprano. El gato de sus pies se lo hacía saber. Porque al despertarse la miraba atontado y se dormía de nuevo segundos después. Ella trataba de andar por la casa con él encima, pero él insistía en continuar soñando, porque allá donde el mundo  deja de ser mundo, la realidad es mas de lo que podamos tocar o ver.
Ella se lavaba el rostro,  con agua de lluvia que salía por el grifo, lluvia de algún lugar del mundo, partes diminutas de algún rio, lágrimas del gigante más dulce. Y en su rostro se dibujaba la aurora mientras preparaba el desayuno. El reflejo de la ventana en su cuello formaba montañitas verdes y lagos azules.
Descalza, sin prisa, sin miedos. Vivía su soledad en compañía felina. Cuando el corazón le recordaba el silencio, latía con más furia. Una vez, y otra vez camino a la oficina, su andar es una canción de caracoles. Tan lento como le permitía el aire y la distracción del paisaje y sus perfumes. Había un árbol que conocía su nombre, la besaba con su sombra día a día, alguna hoja se escapaba de sus ramas, para caer sobre ella como un suspiro. Ella sabe sonreír como las aves, como si abriera las alas y pudiera ser libre. Pero es como un vuelo que solo se ve una vez en la vida. Ella sabe llorar como nadie. Ni los libros más antiguos son buena compañía, solo sirve acurrucarse a sí misma, ver el juego del gato en la cocina,  intentando cazar roedores imaginarios. Una tarea que le llevara toda la vida.
Y cuando se duerme, la noche desciende. Callan las cortinas, ya no dicen nada, solo parpadean como luces. Y cuando duerme, es la mujer luna. Pálida, fría. Mitad silencio, piedra y  melancolía.
 Descalza, sin prisa, sin miedos, vive su rutina. De todo se escapa día a día, pero en la noche, la tristeza es su enemiga. 

domingo, 22 de julio de 2012

Qué extraño mundo

Qué extraño mundo, o qué natural y nosotros los extraños. Mi cabello crece, siento que eso es bueno. El día es más agradable cuando al fin amanece y ya no me siento tan triste. El frio, la oscuridad, la ausencia de humanidad me asustan. Luego aparecen los pájaros, gigantes aves que dibujar alas en el cielo. Entonces las nubes se sienten concurridas y juegan a disfrazarse de paisajes de montañas, de elefantes y de naves que son traspasadas, atravesadas por los animalitos.
Un desorden de alas y de picos queda atrapado en una especie de cortina nubinica. Qué extraño es el mundo, no les parece, o qué natural y nosotros los extraños. Me corte el cabello, ahora me parezco mas a mi hermano y menos a mi perro.
Tengo la intención de escribir un diario de mis días, pero en el no soy yo misma, soy la que me imagino que he sido durante mi rutina. Nunca seré aquella, porque ya he dejado de ser como el tiempo mismo.
Qué extraño que suenan nuestras voces luego de conocernos. Dejamos de ser extraños y somos naturales como el mundo.

Desvanecida

Cada vez que pierdo las palabras, no reniego del silencio pues se parece a la música del mundo.  Aun así trato de atrapar las alas del viento, el pálido animal que se zambulle en el aire, rozando el delirio de la razón y  los sueños.
Y el animal despierta, porque viajaba dormido. Y el animal despierto, sonriente  me pregunta: ¿quién  fui  antes que jamás como ahora en mi había oído,  tan maravillosa voz como ésta música?.

Recortaría el reflejo de mis ojos en las noches tristes, para dejar de escribir poesía.
Recortaría  el reflejo de mis ojos cuando contemplo los  jardines, y el ritmo de mi paso, se mese de la misma forma que las ramas secas y que las ramas vivas.

Un poco mas desnuda ando ahora, que cuando no tenia cuerpo.
Los dolores  traspasan mi piel, saludan a mis vecinos.

Quiero hacerme  de espuma,  y que un gigante sople en mi cuerpo de nubes para desvanecerme del paisaje, como lo hace el vestido oscuro de la noche, desvanecido en la mañana sobre el cielo.

El simple ejercicio de recordarte.

Estaba frente al espejo. Dos puntos importantes para resumir esta historia. Asumía mi existencia, la comprendía,  y la contemplaba. Nada tiene que ver con las razones por las cuales,  otros se ven en el espejo. Apenas si me observaba, analizaba el ser dentro de mí, me traspasaba, mis ojos estaban más allá de los detalles de la piel, o el cabello. Mis ojos estaban en mis ojos, en los ojos en sí mismos reflejados. En la luz, la sombra, los colores, la humedad, y la expresión que ellos mostraban. Y había en aquel paisaje, todo de mi, mucho de mi madre, los primeros años de mi hermano. Algo de una amiga del preescolar. Un poco, muy poco de mi mascota de cuando tenía seis años. Mi hermano menor se me filtraba a la altura del parpado, mi hermana en cambio estaba en la humedad, en los lagrimales. Mi amor estaba en el centro mismo del iris, observándome. Mientras me buscaba en aquel pequeño universo de cristales, no habían pasado ni dos minutos de esta tarea frente a mi reflejo, cuando caí en cuenta de que tú no estabas en mi, y en este cuerpo, pero que dentro del iris toda la luz que por el atravesaba me hablaba de ti. Entonces suspire y mi respiración se hizo forma en el espejo, empañándome. Nuevamente recordé la soledad. Mi mano limpio el espejo. Sonreí. Lo sentí por dentro porque aun no dejaba de ver mis ojos y la ausencia. Te recordé, y sonreí nuevamente.

En la próxima vida seré la hija de mi hermano menor, solo para cobrarle lo mucho que lo malcrío.
En la próxima vida serás parte de mí. Naceré de ti, nacerás de mí, y llevaremos el mismo reflejo emanando tibia luz.
En la próxima vida, luego de mis veinte años, te encontrare en un parque, estaremos viendo el mismo árbol,  y ya no volveremos a separarnos. Es suficiente pasarme esta vida sabiendo que existes y estas lejos.
Ahora me despido del espejo, tomo fuerzas de los recuerdos felices, de tu voz cantando, en mi rostro triste sonriendo por tus delirios. Ahora me despido de la rutina, tomo fuerza del recuerdo de tu mano aliviando la soledad de la mía. Puedo recordar tu energía corriendo por mi espalda, dibujando arcoíris en nuestros espíritus. No puedo viajar al pasado, pero si puedo soñar contigo en otro tiempo  y otra vida.

miércoles, 11 de julio de 2012

Presente

Me quede quieta un segundo y me paso la vida. Mi cuerpo ha cambiado, mis sueños siguen intactos. ¿Es esto acaso un lugar común por el que todos pasamos en la vida?
Aun sueño amar.  Sueño que me amen, pero la humanidad se disfraza de hombre y mujer todos los días y olvida su ser natural.
Me quede quieta un segundo y me paso la vida. Mi cuerpo ha cambiado, es igual mi rutina.
Mi perro a fallecido. Mi ventana es la misma pero el paisaje varia.
La noche sigue siendo una bruja de afiladas uñas que rompe las nubes y las obliga a parir sueños líquidos, prematuros que no llegan a tierra con vida.
Supe una vez el secreto más importante del universo, pero estaba en el parque  y me distrajeron los arboles y el verde, la risa de los niños, el reloj y la espera del amor legitimo. Regrese a mis manos, me sumergí en mi libro, y oí como él cantaba en la distancia, acercándose a mi mundo.

miércoles, 4 de julio de 2012

Realidad infinita

No soy una ventana, no soy el cielo.
No puedo llover y aliviar mi peso.
Pero quisiera, con palabras simples hallar la llave.
Abrir la puerta, y liberarme de mí por completo.

No soy una ventana, y aunque te vea detenido en la vereda, no puedo abrirme y mostrarte el desorden de esta casa, el polvo en los muebles, los platos en la mesa. La ropa que cayó de mí, como hojas secas. Ni el dolor de toda mi vida en el cansancio de mi cuerpo. 

lunes, 2 de julio de 2012

Realidades II

Mi tierra tiene montes  y luceros.
Espacios de oscuridad y tormenta.
Silencios oceánicos, lagunas de viajeros.

Tiene un árbol que no sabe estarse quieto, y en todo lugar hay algo de su espíritu y a todos nos protege en su sombra, a todos nos viste con su verde.
Mi tierra tiene niños que son como pajaritos, vuelan ligero, son tímidos, se bañan en los charquitos, juegan a que caminan cuando los vecinos descubren su juego.
Y hay señoras que están domesticadas al dolor, que han doblado su cuerpo. Son como montañitas fuertes para refugiarse y nutrirse de ternura, son como paisajes transparentes que no te dicen su historia, que nunca se quejan, pero sin querer hacerlo te invitan a contemplar su resistencia.

Mi tierra tiene flores que te perfuman al verlas.
Tiene un corazón arrancado de su pecho.

Cuando voy por el cielo,  con mi espíritu me alejo. Pero siempre regreso.
Mi tierra tiene montes y luceros.
Una guitarra que aúlla a la vida. Para que no se aleje sin cantar con ella una alegría y una pena.
Mi tierra tiene historias de todos los tiempos, sobre naves, sobre pájaros, sobre vías, sobre cielos.

miércoles, 27 de junio de 2012

Realidades I

A la princesa se le acabaron las palabras. Y ahora no encuentra consuelo.  Por eso siembra tormentas. Tormentas grandes, gigantescas tormentas, tormentas que en realidad no quisieron ser tormentas, solo nubes gigantes parecidas a ballenas.
Pero a ella se le acabaron las palabras, y por no poder decir lo que ocurría en sus manos, y en su mente, castigo a los arboles negándole sus ojos, dio la espalda al bosque y  a la ventana y al espejo, durmió profundamente.
El sueño de una niña que ya no tiene palabras, es blanco, con aves blancas que apenas se perciben, es un capricho del arte moderno, y del arte muerto.
A la princesa se le acabaron las palabras, ahora se la ve tejer una pequeña red. ¿Qué hará con ella? Ella misma  se pregunta en su mente, pero su ser no le da respuestas, ya nada se anticipa para ella.

Por suerte a mí,  no me sucede lo mismo que a ella, no necesito de palabras ni de redes. No me alimento de alegrías ni de tristezas. Tengo mi espíritu libre  en el árbol más cercano a mi cuerpo. Escribiré una historia que me endulce la noche, luego iré a dormir y soñare peces. 

sábado, 16 de junio de 2012

...

De qué va esto?
Tú lo sabes?
Hay quienes hablan del aire, y de la voz humana como si fueran resumibles a la tinta o al papel. Como si un libro pudiera contener la historia del mundo entero.
Mientras otros con la mirada lejana lo abarcan todo, todo lo simplifican. Y se embellece el paisaje con su contemplación muda.
Quiero encontrar un hombre que observé al mundo como si lo amara
Quisiera conocer un hombre que habite el mundo sin hacer ruido, solo música. Rescatando de los paisajes como de un estanque los instantes más hermosos. La luz. Los colores, los amantes, los niños, los silencios.

Es la hora de siempre, es el día de siempre, es el mundo de siempre.
Tengo la nostalgia de siempre ronroneando como un pequeño animal salvaje que se amansa en mi pecho, y ya no temo, no tengo miedo.
Solo quiero respirar y sentir que no hay nada que pueda perder o lamentar jamás.
Quisiera encontrar un espíritu que quiera jugar en los arboles con mi espíritu de viento.

A veces la soledad es un silencio y otras el ruido de una ciudad ciega.
Me aturde esta soledad, me hiere. Me recuerda que ya estoy perdida del mundo, por elegir el camino correcto.
Y la maldita metáfora, me da un lenguaje particular que solo aquellos que como yo se pierden, comprenden.

miércoles, 13 de junio de 2012

No escribo

No escribo porque tenga sed, o esté muriendo. Tampoco lo hago para describir las formas de la lluvia, o  de los hombres. No pretendo desnudar mis emociones, ni esconderlas. No escribo para los ojos, ni para las manos, ni para los libros, ni para otros que también escriben. Escribir en mi, solo es algo que sucede, como la vida.

A veces sostengo las alas de las libélulas antes de que se desprendan de mi mente.
A veces despierto en el jardín que siempre sueño, luego me rindo al cansancio de mi cuerpo y el despertador me inunda de malas decisiones, entonces tengo que despertar, ir a trabajar y abandonar mi sueño.

No escribo porque quiera alcanzar lo inalcanzable.
La verdad es que no escribo de ninguna manera.
A veces solo soy testigo de esta danza que ejercen mis dedos sobre las letras.
Algunas se deslizan por los hilos sagrados, descienden de lo profundo de mis venas.
A veces sostengo una metáfora por sus alas, como lo hago con las libélulas, pero pierdo fuerza al sentir como su naturaleza se sumerge en mi naturaleza, y la suelto.
La metáfora choca con el aire, como si lo hiciera con un muro transparente y luego desvanece.
Ese sonido lo traducen algunas frases  de mis letras.

No escribo para llegar a ti, eso es una consecuencia directa de haber llegado a mi.

Escribiendo puedo caminar por el universo, y las palabras van trazando caminos, poco a poco me elevan y me sumergen.
El todo, la nada, tú y el mundo entero habitan en ellas.
A veces me quedo ciega, y el intentar habitar la oscuridad me lleva a plantar estrellas, no las veo, pero su resplandor es tibio y agradable. Por ellas sé que lugar es bueno, cuando quedarme quieta, cuando avanzar.
Escribir es sembrar un camino para andar o tejer una red que nos sostiene. En la oscuridad universal, todos nos encontramos gracias a nuestras letras. 

martes, 12 de junio de 2012

Paisaje.

Todo lo que respira es eterno. Aunque luego muera por un tiempo. Ya verás nacer nuevamente mi espíritu en la luz de la siesta, como esa misma que ahora,  cruzando las hojas de los arboles se zambulle entre las ramas para perderse en los claros de luz del suelo.
Todo lo que respira es eterno, mi madre respira en la cocina, sus manos me duelen, pero ya han hecho canciones sobre ese tema. Su cuerpo me duele,  y para esos dolores no hay remedio.
Todo lo que respira viaja hasta el fondo de sí mismo, reconociendo los cielos interiores, perdiéndose en las nubes mientras se elevan.
La flor respira en el agua, ya ha caído, se descompondrá. Perderá el color y la forma, se reafirmara su perfume. Ingrávida sobre el reflejo del agua se unirá a la luz por completo.
Desde mis ojos el mundo respira, inhalo su energía, exhalo su energía. Los ríos internos en mi se rebalsan desde mi sombra que decide desaparecer en el verde. Lejos, muy lejos, en otro cielo tú. Ingrávido, respiras. 

lunes, 11 de junio de 2012

Hojas y plumas de invierno.

Busco la flor inalterable, la que no se preocupa por morir  y perder pétalos, esa que guarda su perfume para la última pagina de un cuento. Y me duermo observando los arboles, mientras los cristales se deshacen líquidos improvisando una lluvia interior. Siempre soy la de este lado del espejo, mientras en mis otros ojos combate el invierno a espadas de hielos cortando los recuerdos.

Hoy, escribir es darle oxigeno al lenguaje que muere.
Acariciar la humanidad entera. Susurrarle “lo sé” porque solo es necesario que alguien más lo  sepa.
Y el hombre abandona el puño, y la mujer abandona al hombre.
Y la caricia encuentra en el papel lo que la piel no puede contener.

Aunque ahora no se por quién morir, por eso moriré por todos.
A veces quisiera ser de trigo. Para hacer algún bien.


Ahora voy a morir al cementerio de todas las aves.
Mi cuerpo en el suelo se unirá a la tierra y de mis hermanas aladas y de mi, nacerá un árbol, hermoso árbol que  durante los inviernos tendrá hojas y plumas invisibles en sus ramas secas. 

sábado, 9 de junio de 2012

... a tiempo

Todas las noches, me mudo del cuerpo. Viajo al silencio.
Allí… una vibración eterna me guía,  marcándome los pasos y los sueños. Por ella se cuando despertar o dormir.
Entre las nubes no percibo mi forma, soy un poco de oxigeno y un poco de luz.
El árbol se refleja en el agua y se recuerda, y me recuerda.
Lo veo reflejarse y te recuerdo a ti.

Todas las noches abandono este paisaje, al cerrar los ojos el mundo se invierte o se endereza. 

viernes, 8 de junio de 2012

Memoria espiritual

Tengo la misma intuición de la muerte y de la vida. Esa que las hace llegar a tiempo a todos los cuerpos y a todos los caminos. Pero mis manos que no comprenden de estas vibraciones que siente mi espíritu, se refugian en el cuerpo, cansadas de ser aves en este instante mismo, se me han vuelto nidos.
Ahora espero que otro tenga la intuición de la muerte y de la vida, y que cansado de estar preso caiga en mis manos para ser concebido, porque nacerá de mi, como del cielo nace el astro para callar al frio y a la sombra de los árboles y  ríos. Sera un dios y un ángel, será un gran hombre y un pequeño, tan solo será un hombre y un niño.
Tengo en mi el paisaje, la palabra y el sonido, puedo callar y desaparecer y aun seguiría en este mismo sitio, al mismo ritmo.
Tengo la misma intuición de la muerte y de la vida. Presiento tu nombre, conozco tu rostro, adivino tu energía. En algún lugar del polvo y las bibliotecas antiguas, tus ojos encontraron a los míos. En algún lugar del tiempo infinito, fuiste parte de mí, como lo fue mi padre, como lo fueron mis otros hijos. Ahora mis manos solo tienen la memoria espiritual de saber que te han conocido. 

Sagrada tristeza.

Tengo ojos para mirar
Ay sagrada tristeza, ¿dónde ir para huir de ti?
Tengo ojos para soñar
Ay sagrada tristeza que nos encuentra.

Tengo un sol dentro de ti, como si fueras mi paraíso particular.
Tengo ojos, que no ven…
Tengo manos que ya no sienten…
Tengo espíritu, pintado de verde, con sombras azules y  amarilla luz.

Tengo ojos y una sagrada tristeza que me convierte en mar,
Arena y piedras, mientras olas inmensas golpean mi cuerpo la noche entera.

Ay sagrada tristeza, ¿me vienes a visitar?
O, ¿nuevamente pasaras una temporada en mi casa y harás de mi corazón tu platillo favorito?
Sé que cenaras de mí  todas las noches.
Ay sagrada tristeza, tristeza bella que modificas los paisajes al ritmo de tu letanía
Y el aire es más aire, y el cielo es más cielo, y el silencio es como un árbol habitado por pájaros grises que no quieren volver a volar.

Me traes a mi amor tristeza, tú siempre actúas de forma similar a las tormentas… me cuentas sobre sus ojos, me enseñas su rostro. Dejas que su voz me envuelva. Luego pasan los años sobre mis días, luego pasa la vida.  La ciudad cambia, la casa cambia, el cielo lleva más humo y las calles más motores. Aun recuerdo los otros árboles, los musicales y hermosos. Ningún paisaje los tiene ahora, porque me falta un cuerpo, me falta un sueño y  me faltan tus ojos para mirar y mirarme, para reafirmarme en el tiempo, para saber que no me he perdido dentro del espacio y que estoy aquí y ahora por una razón más bella y más simple de lo que creo. 

martes, 5 de junio de 2012

Tan simple como vernos directo al espíritu.

No iré hasta ti con la palabra común, o el cuerpo de siempre
Porque hasta ti se llega como la luz a prisa y sin necesidad de ir corriendo, solo debo dejarme fluir en las corrientes naturales del espacio y el tiempo, como si me  permitiera deslizar  por lo invisible, por la secreta red hilada en sueños y recuerdos.
No iré hasta ti con la palabra común o el cuerpo de siempre, te diré solo palabras antiguas y de fuego.
Convocare a las dioses a mi boca, y desde mi se abrirá el cielo, el rio vital en el que nacen las aves y los peces.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Todos somos monstruos de nosotros mismos.

Todos somos monstruos de nosotros mismos.

Me he sumergido en mi interior, allí donde los peces de mis sueños son de ambar cristalino.
He aprendido a ser correcta con todos, y a insultarme a mi misma a escondidas.
Sé muchas formas de suicidio y ninguna de ellas requiere quitarme la vida física.
Soy como el caminante de la sombra que arrastra los pies y su rutina.

Llevo días guardando respetuoso silencio
Aguardando que el ángel de la memoria, me recuerde quien he sido.
Apenas conservo mi nombre de aquel otro tiempo, mi cuerpo no es mi cuerpo, mi mente no es mía.
Hay un pequeño lugar dentro de nosotros, en un rincón se alza el árbol maravilloso de la vida.
En el otro extremo, un montón de madera encendida.
No es complejo saber que es correcto a cada paso, la fuerza de voluntad es la que se esconde en la decoración del palacio que hemos construido.

Llevo días guardando respetuoso silencio
Aguardando que el ángel de la memoria te recuerde quien has sido.
Apenas si conservas el nombre de aquel otro tiempo, tu cuerpo no es tu cuerpo, tu mente no es tuya.

A veces la sensación de la mala soledad, no me permite ser solitaria ni convertirme en el ermitaño que todos prefieren que sea, mientras en el exterior sonrío.

El lago se espeja y muestra lo que todos los relojes del mundo. Es tiempo de la eterna noche, que solo dura una noche como cualquier otra.  Cuando amanezca, habrá muchas nubes, sentiremos un poco de temor… luego despuntara el día. El perfume se hará vapor y luz desde los paisajes verdes y amarillos. La madera encendida dará calor al hogar. El árbol de la vida le dará un sitio al que mirar el resto de los días.
Me hago luz  a veces cuando estoy a gusto conmigo misma. Me hago sombra, sombra de mi, huella perdida... Cuando no comprendo en que me he convertido. 

martes, 24 de abril de 2012

Deja de hacer, y llegaras a mi. Estoy en el aire, y el silencio. Contemplame en el paisaje, en cualquier paisaje. La belleza de lo que miras esta en ti. Deja de hacer y llegaras a mi... llegue a ti mientras no hacia ni pertenencia. Transcurrir es respirar al ritmo natural de la vida.

lunes, 16 de abril de 2012

Común

Soy el lugar común que prefieren los hombres, un paisaje de piel y hermosura. Nadie duda en venir a visitarme cuando sonrío.
Soy el volcán y  la tormenta, y se alejan de mí las aves para emigrar en paisajes más tranquilos cuando la noche es parte de mi vestido  porque soy la peligrosa selva, la profundidad oscura, la temida bestia… luego me hago lágrimas y termino por dormir en un silencio de paisaje húmedo.
Siempre seré  la muñeca de porcelana que resiste las guerras. Y se me da por bañarme  en la lluvia del amanecer,  porque sé que el sol se ocultara  en mi desnudez de nubes. Donde van las aves voy de noche, donde van los sueños despierto. No soy ni la princesa de los cuentos ni la puta de los diarios, soy la misma que camino descalza los jardines del Edén.
Hay quienes me ven y sonríen, y llevando  las manos al pecho respiran.
Hay quienes me ven, pero no me ven.
Hay quienes me conocen. Hay los que me descubren. Hay quienes me aman desde que es luna la luna. Hay quienes me recuerdan desde antes de que los mundos existan. Hay a quienes amo. Hay a quien olvido. Hay los que me duelen. Hay los que me lastiman y hay quienes me curan.

Soy la mujer común, la que va al trabajo, la que se sumerge en la cotidianeidad de los días y sus tristezas, a veces despierto y soy más bonita, a veces simplemente soy parte de un paisaje en ruinas.

martes, 10 de abril de 2012

Nuevamente veo a los hombres acercarse a la fuente. Algunos se conforman con el perfume del aire, otros se atreven a pedir deseos mientras descubren las voces invisibles de los pájaros.
Vi una vez un hombre sorber de la fuente silencios y palabras, sueños y deseos como cielos de tarde de verano.
Aquí no es abril ni es diciembre, no hay tiempo ni relojes mudos. Algunos duendes destejen las nubes de sus barbas. Algunos demonios lloran sus infiernos privados, mientras tratan de parecerse al resto de los hombres condenados. También vi algunas brujas caminando por la plaza y un caballero sonriéndole a la muerte en un reflejo del agua.
Vi una hermosa mujer hablar con las paredes, la vi callar al oír que le contestaban. ¿Pueden la humedad y las grietas de una pared muda doler más que cualquier palabra?

Anoche, soñé lo que antiguos poetas han soñado. Soñé que me amabas. 

Soñar agua, soñar aves.


Ser feliz debe ser como soñar agua y soñar aves.
Perderse en un paisaje de aromillos, andar descalza y sentir la tierra húmeda.
Debe ser parecido a la primera luz de la mañana, a una cinta de luz, color y perfume abriendo los paisajes oscuros.
Ser feliz debe ser como sentir un abrazo, sentir que un hermano ha caminado lo mismo que tú por estar contigo.
Ser feliz es verse en el agua, ser como un pez o una burbuja y estallar en el momento justo que las nubes te acarician.



jueves, 29 de marzo de 2012

Sé que busco la luz de mi espíritu… nada mas, nada más. Y te miro para ver si veo algo que creí mío en tu interior. Y camino la plaza, me pierdo en los arboles… una tarde mas, un día mas. Voy a los lugares comunes que todo el mundo va. A las tierras del olvido y el silencio. Donde recordar es una estación obligada del día y del tiempo. Pensar que dentro de mí está la luz de tu espíritu. Pensar que ésta locura que han llamado de infinitas formas es verdad. No te conozco, no sé nada de ti, pero te espero. Vuelvo a reafirmar mi fe en tu voz. En tu silencio. Comienzo un nuevo camino a una única forma de amar. Hermano, si me ves callada si crees que estoy perdida en el paisaje, evocando algún pensamiento o algún problema del día, no es eso. He descubierto una nueva forma de hablar contigo y con todos los seres que me rodean. No importa si me miras, o si compartes en este tiempo todo esto que te digo. Llegara el momento y sonreiremos, llegara el momento y veremos amanecer un nuevo día. Estoy de vuelta en el mundo, así lo siento. Nuevamente estoy aquí contigo, he venido para abrazarte y para acompañarte. Para alegrarme y llorar contigo. He venido a contemplar tu crecimiento espiritual y a crecer de esa forma contigo. 

sábado, 17 de marzo de 2012

Transcurrir

Va desapareciendo el mundo en las nubes que me llaman, como una melodía que tira de mis entrañas para que me eleve. Y en mi hogar, me distrae el mundo cotidiano. Los pájaros del jardín, el perro en el patio, el aire y la luz en la ventana. Por la vereda pasan corriendo los niños, alguno tropieza, se cae, llora, luego  se levanta y avanza. He perdido la habilidad de olvidar las lágrimas al levantarme.
Va desapareciendo el mundo, y mi rostro en el es igual a un ave que se pierde en las nubes, que planea en el aire, que da algunos gritos y luego se cae, o solo se detiene y baja. Mi fe es una canción que permanece como en los ríos el sonido del agua que viaja.
Estoy, al menos eso dicen libros. Permanezco, así lo quiere mi salud. Pero donde no hay mente solo transcurro como el aire, la luz o el agua, como el sonido de la voz del alma. 

martes, 6 de marzo de 2012

Diablada











“Como pequeños fuegos arden y bailan al ritmo ancestral, sobreviviendo a la conquista de los pueblos. Bailan y encuentran su espíritu en la tierra. Y su madre, palabra sagrada los espera, y los contempla” 

Por las piedras bajan como duendes, por los valles suben como banderas. Llevan la magia de un pueblo que resiste, que teje la suerte con las manos humildes de la tierra. Y con los pasos de los hombres que allí llegan, se van hilando los trajes y las tristezas. Un diablo inquieto salta y aúlla, combate al olvido y a la pobreza levantando su voz como una ofrenda. Por allí se dice que despiertan, aquellos que en la vida andaban perdidos. Encuentran en los paisajes y en los cristianos un lugar lejanamente conocido. Y es que en la sangre corre la historia vieja, de ser mestizos luna y fuego. La madre de todos es una palabra que respira en los rituales de los pueblos. Una vieja regaña a los niños, mientras los ve con mirada tierna. Los empuja al círculo de la vida, para que aprendan a nadar entre las estrellas. El diablo anda en su baile, como si estuviera sumergido en un sueño. Vos te quedas viendo sus vueltas, los colores que lo visten, su rostro de fiesta y ya no regresas. Ya no podes regresas, te quedas sumergido en ese sueño. Algo de aquel mundo te atrapa, se te pega en los huesos, te cala por dentro. Algo de ti se funde en la tierra. Los colores alcanzan a todos, algunos se tiñen de cielo, otros de sangre, otros se parecen al fuego o al viento. Hay un niño que se viste de bravo diablo. Sus cuernos se alzan sobre la pequeña cabeza. El rojo de su traje es del mismo tinte que el corazón del infierno. Pero sus ojos que no llevan mascaras, su pequeño lago donde nada el alma como en una noche eterna, son tan simples y buenos, como el aire que descendiendo de las nubes baila con los hombres como otro diablo sumergido en el ritmo del latido de la tierra.

Texto:@Sabina Borda.
Fotografía: Piter Romero
Lugares: Tilcara, Maimara, Purmamarca.







domingo, 4 de marzo de 2012

Misterio de la copla




Ella llega con su caja viva. Un golpe y despierta la pena. Avanza en el aire su canto, arrastrando la tristeza. Levanta con su voz de piedra y lamento, heridas guardadas por el tiempo. Los hombres que con ella andan, conocen de esas tristezas, la observan y  a veces también cantan, asienten o sonríen en silencio. Ella llega con su caja viva, sabe darle el ritmo a la pena  porque escucha el latido de la tierra,   pero si  un color se despierta en la caja, si un temblor distinto al resto despierta, como si un pequeño latido diera paso al despertar del silencio, entonces  la voz se alegra, se espanta la pena, los pies comienzan la danza y el ritual es bailar a pesar de ella .  La copla es también es ritual que acaricia  y renueva. Ella trae su voz al mundo como el viento a la tierra, canta sobre su naturaleza. Su humilde historia de vida, su pícaro romance en el tiempo. Desafía a los hombres, aconseja  a las mujeres, enseña a los niños, trae historias que le conto el tiempo. La voz suena como un lamento, y  sabe desgarrar el cielo, pero cuando la caja lo pide, improvisa  en el aire y baila, se enciende como un lucero, guiando a todos en el ritmo y dándole la voz al espíritu de su tierra.

Volando un poco con el alma libre.

A veces tenemos tantos problemas en la cabeza y  en nuestro mundo cotidiano, que nos perdemos de lo importante, o de lo simple, o de lo bello. Vamos buscando lo perfecto, como los que persiguen estrellas en medio de un mar o de un desierto, y es muy probable que terminemos secos o ahogados, o sumergidos en nosotros mismos  por completo. Nadie tiene la fórmula perfecta. Algunos encontraron el mejor camino para su espíritu en lugares, paisajes, o rituales que logran desenchufarlos del mundo y de ellos mismos. Pero la más importante no es desprenderse de la maquina, lo más importante es encontrar la grieta en el sistema por la cual podamos salir al cielo con libertad todos los días, y desde esa grieta tirar, tirar con fuerza, contagiar a otros a que se filtren en el cielo, mostrarles las luces y los colores de ese lugar. Hay quienes mochila al hombro salen al camino, hay quienes humo de por medio salen al cielo…. Pero cómo pueden aquellos llevar sus experiencias a la maquina? Como transmiten lo que sintieron  a través de todos los sentidos y que se vive solo con en el espíritu. Hay muchos cielos en miles de lugares distintos del planeta. En el lugar que todos habitamos en este mismo instante hay un cielo inmenso. Esto no es autoayuda barata, ni metafísica moderna, esto solo se trata de despertar a la libertad de sentirse bien y en paz por una vez en la vida, aunque solo suceda un instante, aunque solo te suceda si haces un largo viaje. Y muchos creen que recorren distancias infinitas para encontrarse, lo único que hacen es cambiar el enfoque, darle a los ojos, y a todos los sentidos un alimento diferente. Se desintoxican de ellos mismos, de lo que creen son ellos mismos. Empiezan a ver otros rostros, a oír otras voces. Encuentran que los arboles son hermosos, que las montañas son inmensas y que ellos son pequeños, algunos son además pequeños y feos. Pero la sensación de pertenecer a eso tan maravilloso hace que despierten. Nace la fisura, se rompe un poco el ego.
Ella no entiende de maquinas, o sistemas. Las piedras, las  montañas y la tierra son parte de su paisaje. El cielo es parte de ella misma. El color y la vida son su lugar. Se levanta muy temprano, probablemente ella sea quien tira del sol para que amanezca, sus ojos están cansados, pero están cansados de ver nada más. Espera la muerte como todos para descansar. Sabe historias, muchas, las de todos, las de vos mismo si te la encuentras. Probablemente no sea muy simpática, si te encuentra y la  miras te hará gestos de disgusto, como si tu solo presencia fuese algo contaminante frente a ella. Pero a pesar de todo eso, te puede escuchar, y saber quién sos  en verdad. Porque sabe que sos un espíritu  igual a ella, que ha nacido en tierra como un  simple hombre, o mujer como jamás hubieras creído que fueras. Nada más. Y así te quedas, meditativo, sumergido en posibles historias que la hayan llevado a esa profundidad espiritual, cuando en realidad solo hay que caminar sus lugares, compartir sus costumbres, comprender sus creencias. Quizás participar de sus ceremonias, y descubrir nuevamente que no hay nombres, ni caminos, solo vivencias, y cielos nuevos y que el único modo de compartirlos, es invitando al resto a que salgan a buscar sus caminos, y se encuentren con ella, o con cualquier otro ser que la represente y quiebre su cotidianeidad recordándoles los simple. Regañándolos por su vida de tristeza, abriéndoles al interior de lo simple, el lugar donde habita su libertad.





Uno a veces tiene la suerte de recontarse con los hermanos del alma. Así fue que apareció Piter en mi vida, él y su arte, él y su mirada. Hoy comparto con él esta forma de vida. Solo pase por sus imágenes y deje mis palabras.

miércoles, 29 de febrero de 2012

… aun cuando no dices nada



Deja a la nube convertirse en tormenta y luego en rio
Deja que mi cuerpo se sumerja en el agua
Que mis cabellos imiten la corriente del espíritu líquido
Y se abran desde mi piel a mis sueños
Los secretos jardines que guardo en el alma.

Y mientras me duermo o me muero
Amanecer un nuevo sol desde las manos
Sin quemarme los ojos por atraer sus rayos a mi ventana
Acariciar el lomo del dragón de los infiernos
Y dormir entre sus patas.

Deja que la noche sea la misma mujer que te desnuda
Deja que lleve mi nombre la india que inicia rituales de selva en tu cama
Deja que la mitad de mis besos caigan desde tu frente
Mientras la otra mitad flotando desde el suelo
Se hunde en el valle de tu pecho
Mientras rompe las piedras de todas las palabras.

Y mientras el día se esconde por los rincones
Entre grietas de paredes gastadas
Mientras la luz se confunde con los brillos del agua
El rio invisible que guarda los secretos peces de la magia
Canta con su perfume de luna sobre la piel de la orilla entre insectos y ranas.

A veces me confundo de nombre y no sé si me despiden o me llaman
Ni en qué siglo nacieron mis silencios o en que siglo lastimaron mis alas
Y cuando me pierdo cariño mío, luz de cielo sobre los labios del agua...
Y cuando me sumerjo amor mío, caballero de armadura de hojas del árbol de la esperanza
Cuando me muero de todos y de nada renazco de tu voz en la distancia
… aun cuando no dices nada llevas en tu interior el eco de todas las palabras que hacen falta.


martes, 28 de febrero de 2012

Respirar.

Aprendí a emigrar como lo hacen las aves,  buscando el amanecer viajo durante toda la noche. Voy con los ojos cerrados flotando en el aire, chocando a veces con los arboles o abrigándome en las luces de los faroles. Aprendí a emigrar también durante el día, cuando alguna mala energía me cambia el clima y me nubla todo, entonces voy con los ojos abiertos mientras intento aliviar la tormenta que se despierta en mi pecho. Salgo despedida desde mi boca, soy como una pequeña burbuja transparente esperando no estallar antes de alcanzar las nubes. A veces el aprendizaje me cuesta mucho tiempo, me toma mucha energía y creo no poder lograr mi meta, pero mi espíritu tira de mí como un cometa, yo apenas soy la sombra que sigue su vuelo.

En esta hora he logrado saltar tres veces de tres distintos problemas en mi mente: la soledad, la decepción y la tristeza. Ahora trato de ver el reflejo de la luna en el estanque, me inclino sin miedo a caerme. La profundidad liquida tiene la magia de todo el universo. En esta hora he logrado superar algunos miedos, puedo morir o trascender esta noche, mañana el alba seguirá siendo el paisaje más bello. Respiro, comprendo, sonrío, me elevo. Todo el mundo es un pez que nada en mi cabeza. Respiro, comprendo, sonrió, me elevo. Nuevamente he amanecido después de la tristeza. Respiro, comprendo, sonrío, me elevo. Estando en el aire, la libertad es la sensación de no tener cuerpo ni problemas, ni lazos que me sujeten a la tierra.


viernes, 17 de febrero de 2012

...un paisaje diferente

Cuando no tengo rostro soy el ave que imprime de vuelos el aire
Entonces la poesía nace mientras despierto y descubro que otra vez  ha llegado el alba.

Siempre la selva se rebalsa y de sus forman caen cientos de arboles que van a parar a mis ojos
Algunos jaguares, algunas flores venenosas de dulce aroma y colores radiantes

Cuando no tengo nombre mi piel se parece al cielo y puedo ver como en mi superficie vuelan las naves, los globos aerostáticos, hermosos cometas, y cohetes espaciales, más allá… en mi profundidad las estrellas mueren y nacen las galaxias

Siempre que me siento morir vuelvo a las letras y me invento una vida nueva, un paisaje diferente, miles de puertas y ventanas abiertas, algunos niños en los jardines jugando en los columpios de los arboles.

Esta noche no voy a lamentarme,  al no poder aullar desesperada prefiero morder mi labio y guardar silencio.

martes, 14 de febrero de 2012

Hombres alba.

Los hombres mansos del alba elevaban las manos al cielo y recibían la lluvia. Construían los ríos, guiaban a los pueblos, bajaban las banderas y subían luminosos  arcoíris. Los hombres mansos escribían en el agua y  hablaban con las piedras, caminaban al ritmo de la luna, despertaban a los ancianos, a los niños  y a todos  los dormidos. Y en las aldeas, o en las ciudades el ritual de la comida era simplemente  compartirla. Y en las aldeas o en las ciudades no era necesaria la medicina. Aquellos hombres escribían o leían pero sus  libros eran  los hermanos menores de la tierra,  aquellos que guardan las historias de su  experiencia a lo largo de la vida.
Los hombres mansos respiraban al ritmo del viento en los arboles, las estrellas guiaban sus pasos, la noche su descanso y su ritmo se renovaba con la primer luz del día. 

domingo, 12 de febrero de 2012

He pasado varios días encerrada, sumergida en mis silencios y tormentas. Evaluando. No sé de qué va este tiempo, ni que energía lo mueve. Apenas si distingo las variaciones del clima y del viento. En mis paisajes los arboles hablan con las nubes, las hojas se suicidan en una danza que se parece a la lluvia pero es gris o verde, o dorada y seca. A todos nos recibe la tierra, sin importar que hayamos hecho por ella. A todos nos recibe la tierra. En mi silencio descubrí que sin evitarlo me sumergía en antiguas heridas. Experimentaba la sensación del dolor en el tiempo. La superficie de mi es el mar tranquilo, porque vivo en el mundo al revés mientras en mi interior se desatan como globos a la superficie de mi mente todos mis miedos. Busque en mis pies todas las huellas del camino, la piel luce un poco mas gastada, mis manos entre ellos parecen aves delgadas y frías.

He pasado varios días encerrada. Descubrí que tratando de soltarnos pasamos la vida, observando las paredes, temiendo a las distancias. Lo natural se apaga, la luz artificial nos envía señales del otro mundo, ese que habitamos piel afuera.
Hoy una vez más, te espere, estar en silencio es esperar tu llegada. Ver el paisaje, oler la lluvia que aun no pisa la superficie de la tierra. Y los arboles, y sus rumores de hojas en el aire, y los cielos y sus paisajes de algodón, y la rutina y su música artificial, todo es un preludio de un hombre sol, así como eres.
Te sueño, te imagino, trato de alcanzarte  respirando y entregándome a la brisa, pero siempre estas más lejos. Siempre vas a un ritmo distinto, latiendo como lo hace la tierra, pero en otra dirección.
A veces los peces que construye mi imaginación, me cuentan sobre el cielo de tu espejo, sobre el ángel de tu sueño, a veces las aves que te descubren guardan silencio y observan junto a mí en la misma dirección.

viernes, 27 de enero de 2012

Vienen a mí los que quieren venganza, los que necesitan terreno para sus guerras
Los que cansados de buscar el sol necesitan arder un poco en mi fuego


... y mi luz es apenas un espejo de tu luz
Voy cansada por la orilla, de los ríos y las montañas
Y no sé si contemplar el cielo o arrojarme a los abismos
A veces no soy solo una palabra
A veces soy la única verdad del mundo

Me duelen los ojos,  y todos los sentidos
El alma se me aprieta en los bolsillos y por las vías como en todas las canciones tristes viaja mi corazón.

miércoles, 4 de enero de 2012

Ahora escribo con la misma palidez de un libro añejo que se bebe con el alma.

Las palabras vienen a mí como aquellas naves que cansadas de huir se entregan a la profundidad azul de ese cielo escondido en el fondo del alma.
… y las palabras vienen a mí,  solo las contemplo para ver que rostro llevara mi nombre al pasar por las ventanas para huir de todos.
Ya sé que mi mejor canción  se bebe en ayunas, con una mano sobre el esternón, mientras la  otra en las nubes se deshace en retazos.
Ahora solo  camino descalza  por la estación del Edén, ese lugar abandonado por las religiones.
Y aquí nada se desmorona, todo está patas arriba, pero nada se desmorona.
Ya no había nada por caer, solo el cielo y ese está bien sujeto a las alas de los pájaros de fuego que congregados en el espacio brillan eternos como un dios nuevo.
Nada tiene sentido en esta vida absurda, ya es de imaginarse que se confundan las flechas y que en lugar de cazar horas nos atraviesen las palabras.
No hay Alicias en mis libros. Solo pálidas Julietas cansadas de morir repetidas veces por amor. 
Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.