martes, 20 de diciembre de 2011

Una mirada como un estanque de agua dulce.

 En mejores ojos se hizo la noche, no importa cuánto amor se pose en los arboles. En  mejores ojos se hizo la noche. Mientras ella como una hembra asustada aullaba y moría, y ella como una hembra asustada aullaba y dolía en la piedra que susurraba su peso a la tierra.
Ayer de tus manos se desprendió el hilo que nos unía, no fue porque tú lo soltaras, fue porque jale tanto de él, como si al hacerlo tratara de rescatar mi alma de algún abismo. Al recobrar el hilo, me envolví en él, y mi piel reapareció en el mundo.
Ahora soy de nuevo la india, la mujer de piel tostada, de talones rasgados, aun aulló triste en mi sombra, aun sobre la piedra busco mi lugar sobre el mundo… y ya sé que en mejores ojos se hizo la noche, pero los míos son las peceras para los seres  de las nubes.

El ángel  ajusta el arco, afila las flechas, enciende el fuego, y nos mata uno a uno. Somos como esos patitos de las ferias cayendo ante los ávidos disparos de un niño macabro y experto. El ángel es hermoso, y verdadero, goza de piel y de vida, fluorese en el silencio, sus alas hechas de las aves que ya no existen son transparentes como mis sueños.
Soñé que mi cabello era muy largo, como el de alguna princesa. Desperté recordando que jamás me he sentido como aquella... la de mi sueño y no tuve más remedio que invocar a las criaturas del mar para que se beban los restos de su morada desde mi, porque no soportare un día mas abrir tantos caminos de sal desde mis ojos.
No me han tratado jamás como a una princesa, ni mis buenos modales, ni mi vestido pudieron darme una simple corona para que los hombres me vean, siempre me han creído más fuerte y me han llamado para la guerra. Se acudir a las tormentas y tomar la mano de los hombres que temen a su propio eco. Pero no he recibido de sus manos el trato hacia una princesa, solo el salvaje tacto de las bestias.
He esperado la caricia sobre mis manos, he  buscado la mirada que me encuentre. He creído en la voluntad de las luciérnagas de alumbrar en la selva entre  peligros y bestias, he callado por oír la voz de los dioses a lo largo de vidas enteras, pero no he sentido llegar a mi alma, a esa mitad perfecta, solo he confundido las señales de las estrellas.
… y ahora, como una hembra asustada aulló y gimo sobre la piedra, busco un arma en el bosque, el antiguo metal forjado por la mano de los hombres para abandonar este cuerpo. Se acerca año nuevo en las ciudades, en el campo y en los arboles solo aves que emigran muestran el correr del tiempo. Me quedare, como se queda la luna rondando el cielo, esperando por el ángel, por el astro y por el hombre, o solo por alguna mirada que me reconozca como un pez ahogándose en el cielo.

No veo pájaros en mis letras

Si pudiéramos escribir vuelos en lugar de palabras, este simple espacio seria un cielo.
Si pudiéramos escribir vuelos en lugar de palabras, si la tinta fuese un ave que se abre camino a través de nuestros pensamientos. La libertad seria un paisaje fácil de encontrar en cualquier renglón, incluso en los espacios que ocupan las ausencias o los silencios.
A penas si puedo escribir sobre las piedras, o sobre los rostros de la  luna, o sobre algún espejo. Sé decir palabras para mencionar animales, o sentimientos, o sueños. Sé describir con palabras hermosos paisajes, o lugares siniestros.  Puedo decir cómo va oscureciéndose el día, primero en las hojas y en los troncos, poco a poco en las casas y en las calles, en sus sombras, y como sus sonidos despiertan a las criaturas de los bosques muertos, como cada mueble respira desde su interior la música y el nombre de su árbol seco. Aprendí a reconocer la música de las ventanas abiertas, de las ventanas cerradas. Sé como atrapar en un poema la respiración de una habitación cuyos ojos miren al este, y sé desde que lugar del cielo descienden las abejas lunares a su colmena en la tierra. Pero nada sé de vuelos, nada de aves de tinta, nada de pájaros que vuelen entre mis letras.
Pregúntale al silencio a qué hora se duerme el cielo que las aves ya se han dormido en las ramas  y el sol aun está cantando su balada de demonios sobre el horizonte.
Ya la forma de la luna en su espejo agua abre el mundo de los sueños, y las alas de sus seres cristalinos iluminan el cielo. A esas criaturas las llamaran estrellas.
Pregúntale al  señor de las flores, el que vive oculto en los jardines, entre su follaje y sus esferas de polen, pregúntale de donde trae el viento esa melodía de silencios y hojas secas que pueblan mis sueños.
Pregúntale al dios del barro, de que lluvia se  hizo cuerpo. Que perfuma guarda su aliento.

Dando tumbos en el cielo.

Estoy acostumbrada a caer, debería conseguir un gato gris para que acompañe mis tardes y estas palabras finales, las mismas que acompañan a mi corazón cada vez que se deshoja como la ceniza de una  hoja blanca luego de arder.
Y mis manos ya conocen la rutina. Se posan sobre el teclado como mariposas de huesos, firmes a mis sentimientos, porque solo de eso se escribir. Y sangran las letras, el sonido de las teclas es similar a un latido o a una bomba que no sabe si dormirse o estallar, de un segundo… de un renglón a otro, depende de que recuerde allá aparecido sobre las líneas.
Mi música de siempre, como un ave acicala sus plumas y el alma se me renueva  como si se sumergiera en la luna para aparecer nuevamente, inquieta, y fija sobre el infinito.

Ya cerré la ventana del norte, ya baje las velas y ate el barco al árbol de los silencios. Mientras por un tobogán liquido, descienden los peces del brillo desde la luna a una orilla de mi camino. Mis pies se parecen a tortugas quietas y ermitañas de la tierra, antiguas criaturas que conocen sobre  la luz y la piedra, y sobre la lluvia que musicaliza la vida.
Ya cerré la ventana del norte, creo que no conservo un recuerdo de tu mirada, no si el ave de tus ojos a llegado alguna vez a mi paisaje ha refugiarse de las tormentas o de las malas decisiones, o si simplemente como un ave fugitiva del cielo has arreglado tus plumas y disparado tu vuelo desde los cielos rasos de mi rutina.
Diciembre duerme y canta  a cualquier hora, es un gallo ciego esperando que amanezca y el sol está perdido, porque las nubes organizaron la despedida del año en el cielo, y celebran con tequila, pero el sol no entiende de años ni de bebidas, y el fuego y el alcohol no hacen buena compañía. No sé porque escribo sobre cosas que no son ciertas, pero no son mentiras, porque es verano y de a ratos se nubla, y no es por las nubes, es porque el sol se tambalea en el cielo y tener resaca no lo ayuda en el día.
La radio me cuenta una bonita historia mientras las guitarras se hacen el amor. Casi no recuerdo lo cansada que estoy, lo mucho que me duele el cuerpo porque tengo un corazón, solo porque tengo corazón.

martes, 6 de diciembre de 2011

Adiós

Aquí me despido.

No escuchas ya al amor cayendo muerto.

Su espíritu monocromo
Se desentiende de nosotros
Se aleja.

Mencionar esta forma de vernos nos dispersa
Con ese espíritu que vemos abandonándonos.

Ya no veo tus ojos, y a metros de mi
Tu cuerpo es otra de mis imágenes impresionistas
Y reales, del mundo que no quisiera habitar.

Esta noche en que me deshojo
 Y me pierdo en aquella nube con forma de nube que me sonríe desde su quietud gris.
Te extraño.

No menciones que estas frente a mi
No insistas, sabes que no puedo verte
Y esto que es para vos un juego
Para mi es un modo de vivir.

Anudada entre mis malas decisiones, trato inútilmente de mover los pies
Mi rostro sigue siendo el fantasma al que no quiero responder tras los reflejos del mundo.

Me encuentras, siempre me encuentras
Tu silencio me renueva
Mi silencio me castiga con tu ausencia
Lloro con todos los motivos que esta tristeza de estreno me da
Me posibilito un mundo de penas y sombras hermosas
Y no me quiero alejar del árbol horrible que siempre nos ve caminar.

Te extraño, esta vez no me corregís con tu presencia
Tu cuerpo, ya a algunos kilómetros no dialoga con mi alma
Mis sentidos se confunden, te extraño si
Pero de un modo que mis palabras y  mis conceptos de nena asustada no llegan a interpretar.


Observo el cielo
Enjuago mi espíritu en la luz mansa de estas estrellas invisibles.

Te imagino, comienzo a soñar
De vez en ves sonrió, lloro, pido un deseo, grito, muerdo los silencios eternos, oscuros, inmensos.

Lentamente, con estas fuerzas inventadas
Aprendo de tu ausencia
Me descubro las manos
Desnudo mis sentimientos a un Dios mudo, oculto en su templo y a veces en tu cuerpo
Levanto mis fuerzas dormidas del suelo
Sacudo un poco mis sentimientos suicidas
Cierro poco a poco las ventanas donde abandone al alma herida
Y comienzo a caminar.

Deseo, tan solo deseo
En esta noche de luna enferma, recortada por el sol o por la tierra
Que mi paso me renueve
Y el silencio que tanto temo
Me posibilite la voz y la música perdida
Que otro hogar encuentren mis sentimientos
 Y mis miradas de hada sin cuentos ni sonrisas.

Estos son simplemente mis dolores secundarios
En el fondo de todas las palabras igual que sobre la piel que miramos
Están los conceptos enemigos de la voz
Tan solo mi herramienta para desnudarme sin quitarme la ropa
Y permanecer sensible y temerosa ante tus ojos
Ante tu duende, tu ángel, mi ángel y sus demonios
Que somos nosotros mismos.

Adiós.

Metal desafinado

Los lagos en mi barrio son simples claros de luz en medio de una selva. En los lagos te refrescas de la noche y te pones al resguardo de los monstruos.
Cuando oscurece  todos aúllan. Los perros, los hombres, los bobos.
Después de robar, los fulanitos encienden un fuego. Huele a plástico quemado, farmacia  y desesperanza.
Una vaca inicia la ronda para ignorarlo todo, o para cobrar por su mirada boba. Su sirena se confunde con los aullidos y otros espasmos de la noche. La música es un metal desafinado, repetido como una gotera, molesto como mil pulgas mordiéndote las orejas. 
De los pájaros que fueron a tus ojos, de los pájaros que regresaron de tu cuerpo de esos pájaros y sus vuelos dibuje un nuevo cielo.

martes, 8 de noviembre de 2011

Postales I


Tomaron el cielo, atraparon su piel con ganchos oxidados. Los desgarraron poco a poco. En cien bolsas pequeñas lo guardaron. Su interior era como una pecera oscura de nubes… un infierno de tormentas, de truenos y de lluvia explotando al ritmo de un latido ronco.
El camión aun no llegaba a la esquina, y ellos ya lo esperaban. El más alto fumaba, el más bajo miraba el espacio hueco de la noche, mientras el resto estaban sentados en el cordón conteniendo las bolsas para que no estallaran como bombas de agua en el asfalto. El camión paro. Un hombre muy cansado de su trabajo le dijo de todo con una expresión muy parecida a un gesto de perro… algo entre gruñidos y espasmos. Con eso dio a entender que no le gustaba su trabajo ni encontrarse con criaturas como ellos. El que fumaba saludo a la ceniza del aire con los labios, como tratando de absorber el silencio. Los que sostenían las bolsas se sintieron libres y vacios como el espacio de la noche, un estanque hueco por donde los sueños se caen en una dirección opuesta al centro de la tierra. El más bajo, ya no miraba en la misma dirección, a un par de cuadras trataba de entrar en un charco que aún conservaba la imagen de la luna nadando en el cielo.

lunes, 31 de octubre de 2011

Halloween



Pobre Jack, aunque el forjo su suerte, ahora apenas es recordado en la luz de una braza que arde como el mismísimo pulmón del infierno. Vagando por la tierra buscando descanso,   y algunos se han atrevido a llamarte Jack-ó-Lantern…  como si un alma en pena pudiese alumbrar sola su propio camino. Advierto que las brujas no son de este cuento, pero sus risas y sus sombras aparecen en los reflejos tras los vidrios de las ventanas, donde nunca falta una rama que se parezca a sus dedos y que golpee o grite.
Huesos viejos dan la melodía animados por los espíritus que inquietan la noche. Aullidos de animales desconocidos, llámense lobos, o espectros, se zambullen en el aire como peces de humo quebrando el silencio de las nubes con sus ecos. Y más allá la colina sostiene una casa, pero  la casa apenas si se sostiene. Quizás esta unida por finos hilos de araña a las paredes grises del cielo. Su madera fue el cuerpo del último árbol sagrado del oeste, el pobre ser solo observo como lo talaban, sabia la suerte que correrían los leñadores luego de mutilarlo, se apiadaba de sus almas que no podían oír su corazón unido a la tierra y como ella y el cielo lloraban. Pero el metal del hacha si oía y también lloraba, no es culpa del metal que los hombres lo utilicen como arma para acabar con mortales o con criaturas sagradas. ¿Preguntan si hay murciélagos? Hay en todas partes pero no los vemos. Pero seguramente han sentido un escalofrío que corta la piel como una navaja de hielo…  en ese instante que todo empieza a oscurecerse, cuando todos se van, cuando nadie responde del otro lado de los sueños o de  los espejos, nuestros propios ojos revelan la noche, y la noche despierta con sus criaturas negras.

Una dama aparece en el paisaje, su vestido es antiguo para este tiempo  y seguramente lucia igual de antiguo en su época. Su cuerpo delgado y alto parece un árbol seco que persiguen los cuervos. No se pueden distinguir sus pasos en la distancia, es eso o es que la niebla confunde el aire con el suelo y ella parece flotar sobre la hierba. El pueblo no quiere verla, enciende velas en las ventanas dentro de calabazas para darle color al temor que los asecha, y ella se aleja. A lo lejos se escuchan risas, alguien cree que su disfraz no es bueno, que huele mal, que se equivoco de día o de fiesta. Ella no responde, su casa con todos sus espíritus  en la colina la espera.


viernes, 21 de octubre de 2011

He dejado de ser una palabra.

Te obsequio mi rostro de hoy, mi línea hacia el cielo
Un pasaje de tren al Edén y una lagrima que se parece al viento
Y te doy mis papeles, todos mis documentos
Me llevo la piel, mi saco de historias para otros besos

Me llevo el duende azul que tira del cielo como si fuera un cometa para que amanezca de nuevo.
Te obsequio las dudas, me llevo la sensación de haber hecho lo correcto.

Y cuando quieras mi voz desnuda sobre los tejados, bailando en los charcos que deja la luna
Mi sombra te dirá que me he  ido donde la luz a dejado de ser una palabra para ser un paisaje que se puede respirar  con el alma y habitar como si se llegara al cielo. 

viernes, 14 de octubre de 2011

... todo se aleja



Los barcos se preparan y en lugar de alzar velas las incendian, las queman con toda su tristeza, porque saben que a mitad del océano más bravo, valen mas los milagros que la madera, que las velas, o los remos
Pero los barquitos se preparan, delicados, silentes
Y un viento mas frio que el infierno
Y un viento más grave que el invierno
Y un viento que es un rayo en el agua y en el cielo
Parte el silencio con su voz de dragón-sirena anunciando que todo  terminara en el fondo del océano
Lo más triste de un dolor es saber que no terminara si no con la muerte
Cuando llegas a tener esa certeza de que no se terminara el dolor a menos que ya no haya un cuerpo que lo reciba en sus entrañas
Lo más triste es temer que continúe el dolor en lo profundo del alma

A veces me pregunto de qué vida he traído estas penas
Este llanto que no cesa, este dolor de sábado triste, de amor herido, de brazos cansados
A veces me pregunto de donde me vienen estas penas, de que pozo, de que estanque, de que fuente he bebido tan ingenua el elixir del dolor eterno, ese que me hará cargar sobre los cuerpos que conserven mis vidas y sobre mi alma simple y eterna, esta terrible carga de penas

A veces me pregunto si es bueno pedirle a dios que se termine mi dolor, que se acabe esta tristeza
Ya otros han terminado en lo profundo del mar, o durmieron sobre las piedras
Pero temo que eso no sea suficiente, temo que mi dolor venga de otro tiempo y que me persiga más allá de este clima de lluvia fresca

La soledad no ayuda a tomar buenas decisiones, me siento al borde del abismo, con mis cabellos enredados de la luna muerta, en un instante se moverá, mi cabello se cortara y caeré al mundo, herida y despierta

No sé si es bueno que sepa, las cosas que mi espíritu me cuenta, de otros perfumes, de música nueva
De flores amables como el agua que da vida eterna
No sé si es bueno saber escribir en esta época, quizás solo deba cantarle al silencio de la misma forma que grita en mis ojos con sus ausencias

Los barcos me llaman, necesitan que alguien sea el viento, que alguien como yo sea madera
Que alguien como yo cante mientras ellos se alejan, que les de valor para internarse en el centro de la tormenta, yo no soy buena para esa tarea
Me siento en la arena a llorar porque se alejan.

jueves, 13 de octubre de 2011

Soñé que al fin te encontraba, solo tengo para decir esas palabras.

Esperanza


Cuando te acercas, al lago, al estanque, al viento, a la ventana
A mi corazón, a mi cuerpo... simplemente cuando te acercas
Aun tras vidas de distancias
El tiempo se colapsa, quiere caer y detenerse
Y queda como una línea que no baja y que no sube
Como una línea vertical de luz y de arena, del cielo al suelo
Tú desde tu lugar lo observas
Yo desde mi lugar lo siento.

A veces sonrío
A veces una lagrima que dibuja la misma línea sobre mi mejilla
Me desprende del sueño

Y las imágenes que vi de tu ojos
Y esos mensajes que los extraños dejan entre tus notas
Y tus manos dándole forma a mi rostro y mi cuello
Jugando a que eres un hacedor de la naturaleza
y   que humedeces de lluvia esta arcilla cruda de silencio.

Mientras las imágenes se suceden del campo a la ciudad
Del ascensor a la cama
Del trabajo al metro
Del bosque, a los arqueros
 y al a  mis brazos tensos en el aire
Sosteniendo mi voluntad de volar
En sagrado silencio.

Mientras los collares de semillas
No saben si seguir protegiendo mi cuello
Permanezco.
Con un silencio de música
Con un silencio de pausa
Con un silencio de reposo de suspiros
De perfil en la almohada

Y aun en la distancia de vidas que nos separan
En mi primer parpadeo del día
Te presiento
Luz y agua
Fuego inmortal sobre los labios
Voluntad de acero

Y todo mi sueño es un augurio
Una premonición al verdadero descanso

Un poco en el aire de tu alivio
Un poco en el susurro de tu abrazo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Magia amable

Trato de desaparecerte
Ya sé  de qué va este tiempo, y tratare también de que el dolor no sea una tragedia… buscare  el camino más amable para olvidarme de ti.
Buscare ramas secas para barrer los caminos de tierra, mutilada hierba a paso del hombre.
Así esta mi cuerpo  por donde tus caricias han transitado… como un sendero en que tu paso se vuelve una línea rojiza
Se mas del arte y de mi misma cuando no estás en mis palabras… pero este es el tiempo de desaparecerte…  es  el amargo tiempo en que la llama se vuelve en ceniza.

Y pensar que me encendias como el sol enciende al mundo y que estar en tus manos era como transcurrir la vida en las nubes.
Ahora veo el campo seco, tristes besos del olvido se enredan en los arboles
Todos los pájaros negros del paisaje llevan algo de tu nombre y de tus silencios
Y van cortando el cielo con sus alas y sus picos

Trato de desaparecerte y de desvanecerme en ti como la lluvia en medio del océano
Algún delfín beberá mis sueños y me ensañara porque camino del líquido seguir
Quizás me convierta en pez que no vuela ni besa, pero mantendré mi fe despierta para alejarme de ti
Y nadare, nadare con todas mis fuerzas… olvidare mientras lo hago que soy un pez, y sentiré como mis piernas pedalean, como si pedaleando pudiera ascender al cielo, y desde allí se oirían mejor mis lamentos, mi oración desesperada para arrancar tu nombre de mi

No está bien que mi alma lleve parte de tu historia tatuada entre los dibujos de mis vidas
No está bien despertar de madrugada esperando que el sonido de las ramas me cuente esos secretos que nunca comprendí

No hay mucha ciencia en saber que cuando más se ama, arrancarse el amor fragmenta el alma y después de eso no hay buenos caminos a seguir
Pero a pesar de todo jugare a la magia amable de olvidarte todos los días
De que tu nombre no sea el ave destructora de sueños que me devora en mi rutina
Que oír música o silencio no me dé lo mismo
Que no esté tu energía en mi paisaje
Que ya no seas entre los hombres mi bestia preferida.

martes, 11 de octubre de 2011

Silencios

Otra boca abrirá las jaulas de mis aves y volaran encendidas como simples mariposas del sueño las palabras que ya no te digo volaran hasta  refugiarse en una cama de nubes.

Me demoro en la huida como si no quisiera escapar de tu recuerdo, como si esperara un último llamado en las vías fantasmas de tus palabras.
Pero es inútil resucitar a la música en el  último ritual  de la primavera que se ha ido

Y por el jardín a las 17: 30 los duendes más pequeños destejen sus risas en las flores y nace el perfume.
Mientras… desde el árbol más horrible de mi alma el desamor no sabe si gritar o aullar desesperado… pero ya  es inútil, ahora nada está en su sitio, ni los soles ni las lunas ni los sueños.
Todas las manos están vacías, me falta el amor o el color de los amaneceres para tener ganas de despertar al nuevo día.

La humedad del vidrio, los sonidos de la tormenta
El viento que sabe maldecir entre las ramas
Las armas que esconden las miradas
Y la voz perfecta  para decirle a la muerte como besarme en las noches tristes.

Otras manos buscaran mis manos, y mis manos sin saber si son las tuyas tendrán una nostalgia de ala herida.

Mi cuerpo, este universo en el que se me pierde el alma transita la rutina de todos los días.
Ir al trabajo, desayunar un sol a mitad del campo, saludar a los niños, abrazarme al silencio en los momentos grises… ver como las nubes se transforman mientras viajo en colectivo… dormirme unos minutos. Despertar cuando todos bajan, y creer que ese lugar al que todos van también es mi sitio.  Pensar en colores para un nuevo trabajo, detenerme en lo verde del verde y lo espiritual del amarillo.  No sonreír al recordarte, querer atraer tu voz a mi mente y no encontrarla… tener muchas ganas de abandonarme a mitad de camino.
Llegar a casa cansada,  ver mi alma en el mismo lugar del espejo, justo entre mis manos entre mi pecho y mi ombligo. Oír los sonidos que da el  vacio cuando nos habita, el interior nos sorprende con voces que nos reclaman por  querer estar en otro sitio…

Otra vez el papel en blanco, un saludo desprolijo
Un ave que bajo al escritorio para ver como escribo. Ver como sus alas se desvanecen en una imagen muy parecida al humo débil de una vela cuando es besada por un simple beso de la brisa.
Otra vez recorrer la casa en silencio cuando todos duermen, cuando el mundo se apaga y desde la ventana a penas si puedo ver los fantasmas de sus luces.
Recibir el cielo, apagar el alma, comprender que al fin el desamor era parte del mismo amor que nos había unido.

No saber si llorar, maldecir o dar gracias, pero  saber que ya nada de lo que se dice tiene sentido.

Mi alma vuelve a los arboles, mi cuerpo ya no es aquel puente por el que se pueda dialogar con vos, ni por su piel ni por su música.
Todo se apaga en los labios, algún día despertare de ti y diré un nombre distinto. 

sábado, 8 de octubre de 2011

Flor marchita

Por aquel lugar...  mi cuerpo flotaba como la ceguera del mundo sobre las flores sin percibir ningun perfume.
ave sin  espíritu...  mortal, insegura.
La materia de mi misma, fuera del ser, de su univierso y de sus luces es una cueva oscura... triste como toda cascara, triste  y oscura.

Siempre hay de esas palabras que se hermanan en el pecho para dolernos con mas fuerza. El día que sientes el esternon crujirse...  ese es un dia eterno. Despertar al dolor es un paso mortal, y eterno... nada tiene retorno despues de eso, porque atrae consigo la misma sensación que el miedo.

La soledad esta en el patio de mi casa arrodillada sobre sus cimientos. Flores marchitas escombros, espinas y un cadaver de mi destrozado
Esto que fui, este ultimo reflejo en las sombras, se escurre como la ultima lluvia.
Todos los que pasen por aquí llevaran huellas de mi ser a otras provincias, a otras rutas celestes en las cuales el perfume sea todo el cielo como una flor amarilla.

viernes, 7 de octubre de 2011

Amaneceres

Ay mujer, aun te desnudas bajo el alba para atraer a los espíritus del fuego y ayudar a que amanezca… pero los dioses se quedan en la noche con el alma fría y el cuerpo le pesa lo que los glaciares y  no son capaces de bajar los ojos ni las intenciones a la tierra en noches de cortinas liquidas.
Y a la hora a que las hadas le daban las alas te quedaste dormida sobre el cemento. Apareciste con la piel tan humana que nadie entendió tu lenguaje de caricias, amaneciste en el ocaso de la tierra, en ese tiempo en que no se creen en los seres de la luz, en las palabras del alma o en las lágrimas de las bestias.
Ahora te pareces a un árbol que llora desde su cabello a la luna, enredando nubes   como quien enreda peces y se lame los sueños como quien se lame heridas esperando que llueva y amanezca.

Destejiendome

Aprendí a retorcerme  en una página en blanco y a dejar  que mis dolores se conviertan en signos de expresión… mientras,  como animales salvajes,  las letras se desprenden de mis dedos. Dulcemente  aúllan, gruñen, desgarran la piel de la palabra y se hunden feroces en la poesía… y me duele, me duele el alma porque hay noches en que mi nombre solo lo conoce la lluvia, y soy muy de lagrimas para la luna, soy como un mar verde-azul en el interior de mi cuerpo, pero tan castaño como mis ojos y tan débil como las aves de mis labios  buscando la boca del mundo para beberse el cielo o el amor.

Lentamente se nos va acercando el corazón a la lluvia y renacemos como un sol de primer día.
Un campo nuevo se abre a los pies humildes de la distancia descalzos y sucios de caminos, esos que van trayendo peces y duendes entre las uñas.
Hay una mujer tan joven como el viento destejiendo el día desde el horizonte para que nos llegue la luz a través de los arboles con esa desnudes primitiva del color y la vida.
Baila la mujer del humo cuando el fuego se apaga en las líneas de la superstición, baila desnuda como el cielo sin lunas como el cielo sin cielo solo un lago aéreo de esferas que giran y brillan y aletean perfume de nubes a su alrededor.

martes, 4 de octubre de 2011

... ella tiene el estomago vacio de aves

En su estomago todas las noches ocurría lo inevitable… la ventana se abría desde ella y se volaban a la noche todos los pájaros.
Apenas si despertaba y ya sentía el vacio, sus manos intentaban detener la ausencia pero el interior era libre en el aire… como todo lo que roza el viento o la pluma del cielo.

Y lejos en la oscuridad azul  los aleteos como melodías del pasado le recordaban sus sueños.
Es inevitable, caminar bajo los árboles y no sentir nostalgia… los recortes de sol llegan a sus pies como figuras que juegan por penetrar sus zapatillas y encontrar la desnudes de sus dedos tan lejos de la tierra.
Es inevitable sentir el estomago vacio de vuelos y de sueños, cuando a mitad de la noche el cuerpo se nos parte y las esperanzas vuelan como aves a través de las ventanas que se nos abren de la piel al cielo… es inevitable, sentir que es necesario anestesiarse de silencio para callar las tormentas que suelta la voz humana sobre los espíritus de las aves.


En su alma hay un paisaje de acuarelas y granos de sal.
Un mar de textura liquida… un mar de peces y Alfonsinas que siempre resucitan cuando las ventanas se abren desde los estómagos y las luces de la noche.




...



Llame al silencio sin saber qué podía responderme
Si las aves, si mis manos, o la eficaz ausencia que todo lo destruye y lo devela
Aún…  la música se quiebra en el aire, cae contra el espejo de las bocas rotas
Esas que no encuentra quien las correspondan
Esas que se parecen a los peces sin mares, que nadan desesperados por los desiertos transformando sus aletas en patas solo por sobrevivir al sol de su noche
Llame al silencio sin saber que me nacerían aves en el estomago que rasgarían mi piel por librarse de mi cuerpo y llegar al fin al aire y desde allí al cielo para burlarse de mi desde lo alto
Y decirme con sus picos y sus alas que soy una mujer inútil que no vuela que no sueña
Que no tiene cielo que la corresponda
Ni palabras para reinventarse después de un dolor

… ella tiene el estomago vacío de aves
Por eso no sueña que vuela, no sueña cielos ni amor.


martes, 20 de septiembre de 2011

... simple

Simple es encontrarte en sueños... saber que todo es cierto.. que si existes, que tu voz es hermosa.
Que te recuerdo de tanto pasado juntos, que conocemos el cielo y el mundo y que nuestros espíritus son los que nos encuentran aun en las tormentas cotidianas sin importar los idiomas, o los rostros... los mapas y sus nombres no importan.

Simple.. es sonreír recordando tu abrazo, que se me llene de flores la boca y de mares los ojos.
Simple es mantener en silencio tu nombre mientras trascurre la noche, durante el día ya se habrá convertido en el perfume de mi jardín... y en los rumores verdes de sus hojas.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Por qué tú estás aquí?

Cuando todos los otros se han ido, y el viento a castigado los mundos, los ha devastado con su fatal perfume, pero tú… tú estás aquí.
Aun después de que ha callado la música, y el árbol, ese último árbol de azahares en el jardín también a callado sus hojas y sus nidos, y tú... tú aún sigues aquí…
Y estas en todas partes, tan lleno de ti esta el jardín, la calle, y las nubes, que aun puedo verte con el cuerpo apagado, aun vencida en el dolor de las ciudades. Te pareces a las palabras más dulces, al sol, al perfume, a la flor amarilla del encanto… al recuerdo, a la paz… al amor. Te pareces a la tibieza sobre el rostro cuando te duermes en la plaza y el sol atraviesa el cielo… las nubes y los arboles solo por saludarte.
Pero, por qué? Por qué estás aquí… por qué siempre tú a través del tiempo, por qué tú a través de los cuerpos y los nombres, y de todos los paisajes… siempre caminando sereno, siempre a mi lado, siempre en silencio compartiendo la desnudes del espíritu transcurriendo sobre la tierra, sobre el cielo o sobre el agua.

Ahora la oímos cantar y es tan hermosa como la recordábamos. Nuestro lenguaje es la voz del alma que nos regalaron para comunicarnos con los otros… ahora sabemos menos que todos los espíritus del mundo, pero sabemos algo que ellos no saben y es maravilloso, sabemos que ignoramos la verdad sobre todas las cosas.

Los idiotas...


Los idiotas pisaron el fuego y  dentro del círculo sagrado quisieron enseñarme una danza diferente. Otro ritual para un dios muy distinto al que ha guiado  mi espíritu, mis pasos y mi vuelo a lo largo de los tiempos.
Han quemado sus ropas y han matados sus sueños, pero no han podido domesticar al fuego, porque el fuego no se puede dominar, solo debieron  dejar que los abrace y que los queme  por dentro. Debieron  sentir como ardia su ser al ritmo del viento,  aunque el viento del sur sea el más salvaje y difícil de soportar. Es como si esa energia viniera con tota el peso y la historia de las voces sagradas de la tierra y de la humanidad.
Los idiotas han mutilado los arboles. Han hecho sus nidos de los leños, aun  teniendo cuevas y hermosas construcciones de piedra. Han mutilado al gran espíritu, han vestido la tierra de cemento, y  se han intoxicado de pobreza espiritual.
Los idiotas creen que me encontraran en mi cuerpo, torpemente muerden mis senos, buscan desesperados fundirse en mi sexo...  pero una vez en mi interior ya no pueden respirar, una vez en mi interior yo los poseo, a mi me pertenece su alma,   y su cuerpo es domesticado a mi voluntad.
Los idiotas piensan jamás sienten, no saben mirar, no han aprendido a comunicarse con el cielo, y solo saben maldecir y gritar, lamentarse y morir y renacer para hacer todo igual.
Los idiotas buscan mujeres y cuando las encuentran no toleran el fuego y lo intentan apagar. 


jueves, 8 de septiembre de 2011

Reconociendo la naturaleza de mi ser

Esta noche soy la música, el nuevo oriente, la luz que emana la tierra cuando el mundo duerme. Esta noche soy el astro, el fuego derritiendo las fronteras, soy las piedras lunares que forman un camino hacia el Edén, y soy la fruta sagrada que los mortales aun no conocen. Soy el principio, soy el final, soy la puerta de la magia y el nombre de la eternidad.

lunes, 5 de septiembre de 2011

... debajo del cielo la noche perfora los ojos y destruye el mundo

Todo este mundo y sus palabras de humo buscan desesperados alguna grieta en las paredes de los muros para huir de mi cuerpo y de mi voz… antes de que les dé nombre y las escupa a morir en la rueda del tiempo

Y no espero nada más que la noche más oscura para abrazarme a la muerte y ver tu imagen aparecer y desaparecer de mis silencios y así darme cuenta al final del día que ya no puedo respirar, que otra vez no hay motivos
Que desastre…  que desorden, mi corazón sin monedas para la máquina de sueños
Se desvela se deshoja y se cae de mi cuerpo como un fruto marchito.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Floreciendo

En los ojos a veces duele el ritual del viento y las hojas secas, pero el corazón se renueva en la primavera. Aunque el dolor sea igual en cualquier espacio del cielo o del tiempo, la ausencia parece perder territorio si la acompaña el color natural de los silencios, esos que se sumergen en las hojas verdes y despiertan en el perfume dormido en la humedad de la tierra.
Por las mañanas se oyen las ventanas crujir sus mundos nuevos…  destellos de aire fresco por cada habitación, mientras se zambulle en las manos como una constelación de brisas, un recuerdo que vibra como la luz de sueño.
En un lenguaje incomprensible te digo lo que siento, muchas palabras, muchas sonidos, un sin fin de razones, todas las causas, mi ignorancia sobre las certezas de mi espíritu.
En un lenguaje incomprensible para el alma, me dices lo que sientes, pero nada tienen que ver con nada...  tantas palabras, tantas y tantas y señales de tu cuerpo sobre la naturaleza del cielo, sobre  la eternidad del tiempo y  el milagro de reencontrarnos en este mundo y en este tiempo.

En un lenguaje incompresible me alejo  de   todos, de todos los hombres y mujeres del mundo… cuando me encuentro en sus ojos, el todo calla y el alma se acerca y se comunica con el ser verdadero, ese que todos somos en nuestros recuerdos, en nuestros sueños, en los instantes en que nos encontramos en las miradas y los silencios mas profundos, ese lugar claro en que todos somos cielo al ser el paisaje mas hermoso para el mundo. 



miércoles, 24 de agosto de 2011

De los sueños o de los paisajes mas simples.

En estas manos se hará la noche… mitad de frio y de silencio. Se quedara quieta en las ramas esperando a que el viento la despierte…  así  oscura  y aun destellante como una luciérnaga de tinta habitara el mundo, el corazón de las ciudades y el alma de todos los paisajes oníricos con sus misterios y sus milagros para devolver al hombre las historias del otro mundo el que todos negamos despiertos, ese del que aun no estamos convencidos.
Habrá un hombre sin espada ni lucero, ni corcel ni fuego recorriendo solo con sus manos, con sus pies descalzos y su humano cuerpo  las distancias del cielo infinito, y habrá un ángel muy herido   por castigar sus alas en  el vuelo de bosques  sombríos...  y algunas distancias las harán a pie, otras irán por el aire como si andarán por los caminos o simplemente viajaran dormidos, pero habrá ellos y en todas las criaturas un silencio que ardera en el alma como la llamada de todos los espíritus, los de la tierra,  los del cielo, y los de aquellos que aun no hemos visto, o no tenemos conciencia suficiente para admitirlo.

Y habrá un día que desde el cielo descenderá de ciertos ojos  la palabra y será a penas una mirada de agua sobre el mundo. Mientras sobre la montaña, los niños y los sabios le llamaran lluvia, en las aldeas vestidos de plumas ardiendo en sus rituales los mas creativos le dirán: Actumar diosa de las nubes cansada de ver morir sus hijos, convertida en agua como flechas que caen al mundo, para ser   la sabiduría del agua, de los arroyos, y de los ríos. Las mejores verdades son siempre las que guardar grandes historias. Las únicas verdades son las de palabras simples.

Hay una sonrisa que se burla de todos detrás de las montañas que nadie mira. Es la del gigante de piedra que a veces cree en los hombres  y a veces cree en la lluvia.
Algún libro callara sus intensiones y dormirá en lo más profundo de las bibliotecas mientras en los ojos de los que buscan verdades arderán en la distancia la sutil melodía del paisaje como un perfume esperado.

De todas las veces que quise decir lo que mis otros ojos, los del sueño o los del paisaje descubría en aquel otro mundo, solo pude decir un par de sonidos bien escritos al entendimiento de los hombres que me rodean, esos que intentan también recordar lo que olvidamos al alejarnos del tiempo infinito.  Jamás los nombres de aquellos que conocí dormida, o sumergida en mi silencio han conseguido sonoridad más bella que el rumor de las ramas, el viento en la noche, la luz atravesando las ventanas, la tibieza de los abrazos. A veces es tiempo de contar historias, pero soy tan feliz sumergiéndome en ellas que pierdo el lenguaje cada vez que intento compartir mis sueños o mis delirios.

sábado, 23 de julio de 2011

Es tan simple apagarme. La palabra se niega y el mundo oscurece, luego al amanecer el dolor es el mismo. No entiendo si es por la historia de mi alma o por el largor de mis piernas, pero vivir se me pone cada vez más difícil.
Rompete corazón y apagame el mundo, mis ser nunca fue de este sitio, seré muy loca o muy sincera, pero mi cuerpo es tan solo un charco sucio comparado con el espejo de todos los espíritus.

viernes, 22 de julio de 2011

Regreso a mi mundo

Regreso al paisaje en que todo se pierde

La noche, la luz, la música
algo esta muriendo en mi o ya esta muerto desde hace tiempo... no es tristeza, es lo que viene después de todos los dolores del alma y del cuerpo... algo así como el desamparo, algo así como el desamor, como sentir que nada somos, que nada valemos.

... y mirando mi sombra y la sombra de todos los espectros, mi boca es solo un puente entre lo que puedo decir y lo que quiero, quiero llorar, implorar, gritar hasta desgarrar cada paisaje de la tierra, pero no sirve de nada hacerlo, si eso que debía latir dentro de mi esta muerto o esta muriendo. Simplemente no tiene razones para seguir latiendo.

Fin

Antes tenía una pequeña lista para los  problemas diarios:

Qué se podía ver, qué se podía tocar
Adónde dirigir el alma cuando llueve
Qué cocinar para sanar dolores
Qué oír para liberarse de la angustia

Antes no necesitaba de esas recetas...
perdí la lista y olvide cada uno de los caminos
de los ingredientes, y de las letras
Ahora no puedo ni siquiera respirar sin llevar las manos al pecho para calmar mis dolores
Para aliviar mí angustia, para contener el alma cuando llueve
Y no guardo ni un solo papel que contenga los nombres sagrados

Paz
Equilibrio
Amor
Esperanza
Fe

Nada es cierto en mis manos, solo lo que trato de aliviar en mi cuerpo
Solo lo que intento contener en el interior de mi cuerpo

No hay tristeza más profunda que saber que un dolor dolerá, lo que deba sin que nada de lo que intente hacer, logre detenerlo.

No tengo ojos.

No tengo ojos para la mañana, porque sé que vendrá un día tan oscuro como la noche a escupirme su voz fría sobre el rostro
No tengo ojos, de verdad no los tengo

No tengo ojos para la mañana, ese instante del tiempo en que el cielo parece un juego de cuchillos sobre  el paisaje del silencio

No tengo ojos para la mañana, no tengo voz para nombrar al dios  enfermo que me lleva a arrodillarme sobre mis fracasos amontonados como piedras

No tengo sueños

... y mis parpados como fuertes guerreros se interponen entre mi mundo y el mundo de afuera
Todo desaparece
Aunque aquí en el interior de mi misma estoy llorando
Me duelen el alma y las piernas
Me duele el rostro por recibir sobre mis mejillas el dolor y el frío de sus lágrimas negras




... soné que estaba en tus manos, gemí, y lloraba el placer supremo
Soné que estaba en tus manos, que eras el mismo dios del infierno
Me apagaste con los labios sellando mi amor con tu silencio.

viernes, 15 de julio de 2011

...por que las nubes no me invitan a su casa?

Quiero salir corriendo de mi cuerpo
desprenderme de la ropa, de la piel de los huesos
quiero desprenderme de mi cuerpo



Quiero alejarme de todo y de todos
estallar en formas cristalinas
Ser mas que el silencio dejando de ser

mientras perfuman sobre el pecho las flores dormidas de este desconsuelo
de querer dejar de ser sin ser



Quiero volar, olvidarme del suelo
pasar mis dias en los arboles
entre los picos y las alas de recuerdos

Congelar la voz estúpida de todos mis secretos
que escupen soledades desde mis palabras.
repetir los mantras mas estúpidos en esta tarde
casi de primavera, que se descuida en el clima y se enfría.


Por que las nubes no me invitan a su casa?

... a ritmo lento sobre las páginas y sobre los días

No quiero ser la mujer que aprenda a llorarte y a hacerte el amor al mismo ritmo
Mientras el cielo del sur lleve mi nombre, ningún otro lugar será mi lugar
Aunque te llevo en el alma como el pájaro de fuego que canta para que llegue la mañana
No es suficiente que solo me duelas, o que te ame
El amor es más que el amor en sus plumas y en su cielo
Es tan profundo que aun viendo tus ojos no lo veo por allí, no está ni en tus manos ni en tus palabras
Y me quedo durante la noche buscando que sea menos noche toda la oscuridad

No quisiera seguir escribiendo, pero tampoco tengo el valor para dejar el mundo
Por eso sigo a ritmo lento sobre las páginas y sobre los días, y sobre los caminos

¿Será este el instante en que la mujer común, esa que trabaja y cuida de su hogar y su familia abandona la rutina solo por ver desde que lugar se abre el cielo y se expande la tierra?


Llevo una mochila muy cansada de ir sobre mí
Todas las esferas de mis sueños estallan como lamparitas de luz
La tristeza tiene una sutil belleza, el amor duele de forma parecida
Pero contemplarte en la distancia es más hermoso que respirar la música de la lluvia

Aun no he llegado a tus ojos, tu voz no sabe nada de mi nombre
Tu espíritu me visita desde hace miles de siglos, lo absurdo es tan preciado en noches como esta
Que con solo  unas palabras puedo domesticar el motor del mundo...  y solo crujirá nuevamente cuando acabe la noche, entonces no sabré si es triste o es hermoso haber renacido. 

jueves, 14 de julio de 2011

Alejarse

La palabra del hombre es fuerte como el metal, y liquida como el oleaje que arrulla la barca de Caronte. Lamento la desafortunada metáfora, pero el dolor es tan profundo como el cielo que se aleja mientras escucho las palabras filos... y la terrible voz del agua.`
Soy llevada a la noche en la mansa quietud de mi tristeza,  en la inmóvil voluntad de mis ángeles. De ambos lados de las aguas hay guerreros, de ambos lados hay dioses y plegarias. Apaga la noche al mundo, y el mundo despierta ensombrecido de distancias. Que sorda es la quietud de los arboles y sus aves, los gigantes contemplan la tormenta sin parpadear siquiera, mientras el cuerpo de los hombres se deshace en las palabras. Por dios, como quisiera ser solo el silencio, y no este desorden de sensaciones en la carne... por dios como quisiera ser el silencio, y no esta muerte  en cada exhalación al perder el alma. Ya no pasees por mis ojos, ni por mis letras, ya no frecuentes, mi calle, mi cuerpo, mi casa... dejame en la muda quietud de la noche... para que me encuentre el alba y me ame, como a la ultima hermana nacida desde el mismo vientre de la tierra y de la luz, como a la mujer que ha enfrentado al dolor con su carne... y la noche se apagara en los espejos como una simple vela que apunto de morir arde

domingo, 10 de julio de 2011

Amarte

Puedo simplemente respirando, ser tu rostro y tus manos
descender al cielo desde lo mas profundo del ser que respira el universo
contarte sobre nuestros pasos en otros mundos
sobre nuestros silencios y sobre los paisajes de luz detrás de todas las nubes

... puedo anestesiar el día con la música de contemplar la tierra en silencio profundo, mientras mis ojos descienden a mis manos, y mis pasos descienden al mundo.

 Abriendo cielos es que llego a ti a través de todas las vidas.

sábado, 9 de julio de 2011

Respirar

La carne y la palabra se encuentran en el cuerpo
El universo se refleja y desciende sobre su propia forma hasta alcanzar sus pies y su propio cielo
El ave azul...  que no es de sueño, ni es la muerte
Aprende a suspirar y a recitar los rumores de su alma

A las tres de la tarde camino por la noche del mundo
Un lugar poblado de sombras y disgustos
La vida es la cadena incansable que nos sostiene al cuerpo entre las estaciones del tiempo
Aunque solo parezca un haz de luz huyendo de la lluvia

El paisaje es la respiración de la tierra sobre la superficie
Cada árbol es una inhalación profunda.

miércoles, 6 de julio de 2011

Sentir

Hay quienes le lamen la piel a la palabra por ver si descubren cual es el sabor de la poesía.

Hermanos míos… abrir el pecho, desgarrar el esternón y dejar que los bichos que pueblan el aire sean insectos, ángeles o aves, picoteen su musculo, escarben hasta despertar al verdadero espíritu hacedor del mundo y su perfume. Asumir hermanos, asumir de una vez y para siempre, que somos igual que  larvas y  que dioses, igual del cielo que del polvo y que de nada sirve la palabra si no respira. 

martes, 5 de julio de 2011

Si fuera un poco de los otros, o de ti… me perdería

Dejo mi cuerpo una y otra vez, sobre la piedra
Los cuervos bajan, y ya saben…

Despierto y el cielo es tan parecido a como debería ser la muerte
Que decido no volver a verlo

La diosa me habla desde sus entrañas
Sangra a su madre y a sus hijas

Es triste saber que no tuve amor que vea en mi cuerpo
Algo más que piel o heridas

Cuando soy un pájaro, me gustan mis plumas
El aire entre ellas, la tierra suelta, las piedras y las ramas de aquel árbol que esta tan cerca de tu ventana…  que hasta puedo oír que sueñas siempre y cuando  no grites



Soy tan...  yo misma, que si fuera un poco de los otros, o de ti… me perdería


Te dejo mi cuerpo porque esta noche,  mi alma es inalcanzable
A veces mis ojos te pueden dar una ubicación del paisaje que vuelo
Pero no te pueden llevar ni al vuelo, ni al cielo
Ni a la voz de vida que decide callarse por falta de  oídos vivos


Ahora el paisaje respira, se puede ver en el movimiento de las ramas
La orilla cambia su forma
Mi cuerpo, cambia su sombra, mientras transcurre el día.

Fisura de cielo

Y es cuando me doy cuenta que ya no puedo decirte que me dueles
Que te vas.

Tu cuerpo de ceniza finge no reconocer el alma de mi cuerpo
Mientras tus ojos de tijeras, recortan el espacio
El perfume logra huir por una fisura del cielo
Y en otro universo se parece a un hermoso poema sobre el amor en tiempo de coincidencias de sueños

Andarás besando nubes, que serán una bella lluvia en tu rostro
Al despertar, sentirás un buenos aires demasiado dormido para tus ojos de agua
Quizás cuando tu mente llegue al fin y  al día, comprendas en que pensaba mientras me despedida de ti

Nada es más confuso y cierto que una metáfora
Y dolorosamente verdadero

Aun hay perfume de tus silencios en los rincones de mi cuerpo.

... a veces es tan simple

Cuando se apaga la voz, contemplo mi silencio... igual que dios contempla la plegaria.
Digo tanto sin decir nada, y todo aquello que quiero recitar al oído de tu alma, se lo bebe el viento como un perfume perfecto entre frío y nostálgico, con pequeños destellos de luna nevada.

EL lenguaje simple VIII

A veces me duermo construyendo mi sueño. Llego al jardín, ese espacio donde no somos desconocidos. Me envuelves, pero jamas alcanzamos a tocarnos, eres y soy simple luz.

EL lenguaje simple VII

Espero a que los aromillos me den un vestido de nuevos perfumes amarillos, para recordar levemente la alegría.

EL lenguaje simple VI

Respirar. Que el aire y el perfume se encuentren en mi alma, y me recuerden por que elegí nacer de nuevo.

EL lenguaje simple V

Meditar. Apagar al mundo y que el mundo pueda apagarme por completo.

El lenguaje simple IV

Soñar. Encontrar la huella de tus pasos en el jardín que duermo.

El lenguaje simple III

Instinto. Cerrar los ojos y abrir el alma en dirección de tu cuerpo.




... aunque no sepa quien eres, ni como es tu nombre en este tiempo.

El lenguaje simple II

Me propongo olvidar las limitaciones del lenguaje, y hablar solo a través de mi ser, sin importar lo absurdo de mis palabras, o lo silencioso que parezca mi cuerpo.

El lenguaje simple

Cuando la palabra calla, despierta el paisaje y el mundo es nuevo.

jueves, 30 de junio de 2011

Suan tehn lo de mi nuj iren. ( en el mismo lenguaje que el viento II)

Aprendí a zambullirme en la profundidad de las palabras
Porque la superficie era un lugar muy oscuro, aquí en el interior de la sustancia lumínica que componen los verbos y los nombres, todo es un sendero de verdes y amarillos
Hay un mándala radiante que nos auspicia de sol y al girar de luna
Mientras los peces conducen los sueños al interior de las casas de los espíritus

Llego aquí en algún instante del día solo para descansar de mi misma. 

Suan tehn lo de mi nuj iren. ( en el mismo lenguaje que el viento I)

Mi dolor siempre… como las figuras del estanque
Un puñal las despierta, y ellas se esparcen hasta las orillas
Desde el interior de mi cuerpo hasta la superficie
Ese lugar que todos habitamos

Y la noche muere quieta, en los mismos arboles que mi alma
Cuando finge ser un simple pájaro del olvido

Luego amanece, el sol desborda recuerdos al mundo
Y los dolores fragmentan al alma en miles de universos posibles
A los que huir cuando este mundo solo sabe ser un paisaje triste.

miércoles, 22 de junio de 2011

Renaciendo al final del día

Me canse de ser la princesa y me baje del cuento ni bien cruzaba la nueve de julio, agarre por corrientes, me interne en una librería y por un par de siglos soñé con no ser ni Julieta, ni Alfonsina.
Me canse de ser un duende, y deje mis zapatos de madera sobre el mantel de la mesa que nos vio desayunar tan tristes… porque al sonar en la radio el último tango de los que siempre yiran, se cayó del armario la guitarra escondida
Me canse de volar, por eso aterrice en los techos de la ciudad más triste, pero no dejo de tener sueños aéreos, de pensar que los eclipses son madanlas que nos recuerdan la verdadera función de del sol y la luna

Me canse de ser la princesa, me quite el vestido y me convertí en la india
Y con mis talones rasgados, voy bailando y arrastrando mi pena sobre la piedra ancestral del sacrificio
Pero me canse de ser la india, y cansada de mi misma, me senté en las orillas, en los extremos, en las aristas a sentir el perfume de las horas perdidas
Voy bajando la autopista, no se conducir pero este carro no necesita instrucciones para descender al mundo después de levitar por muchas vidas sobre las esferas azules que forman el cielo que todos miran.

Y mi reflejo del agua es interrumpido por una rana, que sabe volar al interior del mundo líquido.
Y mi perfume en el aire es disperso por la sonrisa del polen sobre el mundo.
Y mi desnudez es perdida por las caricias invernales de los arboles que me cuidan
Con sus hojas, con sus sombras o con las plumas de los seres que los habitan.

domingo, 19 de junio de 2011

Sé del duende que se llevo nuestros ojos

Sé como medicar la noche cuando su estomago se enferma y solo puede vomitar estrellas muertas en el agua, hay que hablarle del viento, y nombrar al dios del tiempo con los labios frescos del alba, y con los ojos apenas entreabiertos, suspirar al cielo el dolor de la mortalidad de nuestros pasos.

Sé convertirme en la diosa de los ríos, en la mansa mujer que circula el agua, en esa salvaje de cuerpo desnudo y  ancestral  mirada, sé cabalgar la noche sobre los caballos enfurecidos de la distancia, esos demonios de miles de cabezas, y de metálicas patas.
Sé en qué lugar desaparecerme y desaparecer al mundo, a qué hora callar todas las ventanas, porque qué lugar la tierra besa los dolores, y porque paisajes alivia el alma, se callar los tormentosos motores del hambre inmortal de tener esperanzas… sé morderme a mi misma para despertar de los malos sueños a mitad de camino hacia mi muerte o el despertar de mis palabras.
Sé callar, y decir basta, plantar la bandera de mi corazón sobre el de las tormentas macabras
Sé de los hombres y sus almas
De sus puños y espadas
Sé de mi espalda en noches como esta, ciega de luces artificiales
Sé de tu pueblo, de tu humilde casa, de tu mesa vacía, de tus manos gastadas, de tu triste cama
Del paisaje roto en tu alma, sé de tu voz rasgada, de tus gritos… tus miradas, tus dolores, tus silencios,  y esa música con que despiertas a los grillos de tu casa
Sé porque lugar del cielo descienden las luces que se convierten en puentes en las noches en que el amor dice basta

Sé qué duende se llevo nuestros ojos
Sé  del ángel que mastico nuestras miradas

Pero saber es el dolor de las palabras, no es la cura para el alma, ni medicina para el tiempo en que me faltas.

miércoles, 15 de junio de 2011

... en fin

Es curiosa la forma en que se manifiestan  mis emociones, el mundo de fuera esta alerta a tus actos: me ignoras a veces, o deliberadamente  intentas destrozarme, pero en mi  no sucede nada… nada, realmente nada… respiro profundamente y puedo volver a ser parte del paisaje, callada y hermosa.

Quizás ya solo eres el pasado, y te recuerdo menos a cada paso que te alejas, y eso también es maravilloso. Olvidarte es el postre de tu desamor, ... y lo hago aún mientras me miras... mientras aun intentas destrozarme el corazón.

martes, 14 de junio de 2011

El nombre más maravilloso

Transcurren los sonidos: automóviles, hombres apresurados… ¿hace falta que te describa todo eso que es una ciudad cruda y vacía y tan cargada de gente que nadie se reconoce? … los hombres miran los perfiles nadie se ve a los ojos…. Es como si fuera parte de la nueva comunicación: Alguien te habla e inmediatamente miran a otro sitio, escarban en el piso como pollos prematuros que no saben que en el asfalto no hay lombrices o semillas… y cuando el interlocutor termina asienten, hablan también, de nada importante, de cosas absurdas, el trabajo, la economía, la enfermedad que en unos meses acabara la vida de ellos, la de un pariente o de algún amigo… respiran, la ciudad respira, pero los arboles siguen mudos y mirándose al alma en un silencio eterno… las bocinas llaman a mas bocinas como los ladridos llaman a mas ladridos, el hambre llama al hambre, la soledad llama a equivocarse, a lastimarse, y a estar solo en ingrata compañía…. Transcurren los silencios, los truenos son parte del repertorio musical en la estación de trenes y en los diálogos de las parejas cuando se desenamoran…  ¿cuánto tiempo habrá durado eso?  ¿Cuánto tiempo habrán disfrutado del frio de sus manos, de saborearse aun con los parpados cerrados? ¿Cuánto tiempo dura el encanto? Porqué la ciudad se vuelve invisible y de repente cualquier perfume deja entrar al campo en las casas y los edificios y los automóviles ya no parecen tan monstruosos y todo es de cuento o de fabula, pero hay un gigante con manos impiadosas observando en lo alto que el día menos pensado le da un puñetazo al cielo y luego al cielorraso y lo rompe todo… y de nuevo el mundo es el mundo, el ruido es el ruido, y los hombres bobos son los hombres bobos… mientras las mujeres siempre son las mismas idiotas, enamorándose de seres invisibles de planetas no registrados por la nasa o por los libros espaciales de cuentos infantiles, todos es un desorden, todo. La vida transcurre, la gente camina muy aprisa, más aprisa, aun mas de lo que  pueden ir en realidad. Todo empieza y se termina al mismo instante en que muere la noche, el punto más oscuro un ave extraña produce sus sonidos extraños incluso para el resto de las aves, menos para aquellas que habitan junto a ella el nido de las sombras, las luces de la calle quedan atrapadas en los arboles y solo se liberan al llegar el día… como si explotaran en el árbol, descienden liquidas por el tronco y se reflejarían en los charcos del asfalto hasta unirse con el resto de claridad del día, esfumándose como un perfume lumínico… todo vuelve a su orden, las ventanas se abren, los motores se encienden, loa autos se ponen en marcha todos juntos, y todos juntos se atropellan en los semáforos rojos, verdes, rojos… todo vuelve a ser un desorden, todos recuerdan que no les gusta el lugar en el que están, ni el sitio al que regresan en la noche, cada vez las ventanas son más importantes, los arboles más importantes, los abrazos son escasos durante el día pero en los rincones que sucede el mundo se vuelve un lugar maravilloso. Hay amigos que se unen como viejas almas que se reencuentran desde la primera vez que se miran a los ojos, hay amores que aun no se conocen, hay música en las flores en los jardines más pobres, hay nubes que llevan nuestros sueños a lugares del planeta que nunca llegaron nuestros ojos, hay amor respirando en algún lugar del mundo solo para nosotros, hay alma en cada cuerpo en cada ser que nos cruzamos al salir al trabajo, en los autobuses, en los trenes, en el metro, en las naves espaciales, y en los globos. Hay ángeles que renunciaron a las alas solo por pisar descalzos el mismo lugar que el resto de los hombres…  el suelo, la tierra el agua, la luz filtrada de los arboles, las sombras de las nubes en el pasto, la tierra húmeda, el perfume de la lluvia, lo simple de las rocas… hay seres que respiran en este momento y algo en el pecho les duele hasta el cielo… es no saber sus nombres, no saber que se llaman… amor, que se llaman alegría, paz, perfume, música, magia, caramelo, amarillo, bondad… esperanza…  Hay seres que pasan la vida en la tierra creyendo que se llaman soledad, tristeza, desamor, odio, pobreza, cuando en realidad son lo opuesto a esos nombres. Voy a dormir esta noche, apagando al mundo, y tratando de recordar el nombre que nunca creí tener, el nombre más maravilloso.

viernes, 3 de junio de 2011

Mis ultimas monedas I

A todo se parece esa sombra de la esquina… a todo, incluso a la ausencia más visible.

No sé de qué va esta vida.

Quiero regresar al lenguaje del rio
A desnudarme en peces y lluvia
A dormirme en las piedras


Quiero apagar mis parpados en la neblina de tu nombre eterno
Y ver si al morir la luz de estos últimos resplandores, logras percibir la imagen de mis huellas
Como pequeños arbustos, hogar de insectos, una espesura verde en la llanura muerta

Quiero alcanzar la frase rumiante, la dolorosa estación de los recuerdos
Un lugar de tablones hinchados que resuenan los pasos y los despiertan
Allí donde…  desde todo se parte y a todo se regresa

Y de la esfera, cruda paloma de acero sujeta en el cielo
Y de la luz palpitante, húmeda de sueño, mordida por el mismo veneno que la serpiente del tiempo
Caen las plumas, como hojas o pétalos de la flor mas blanca, prendida fuego en los arboles
Ardiendo un final a deshora, a destiempo
Cuando todo reloj en todo universo se detiene a mirarnos
Sé que estoy muriendo
Sé que estas cayendo
De ese jardín de pinos sombríos y perfumados verdes
De ese jardín donde las aves hablan el mismo lenguaje que los peces
De ese jardín de nubes… y de sensaciones
De ese jardín fantástico, caes, te hundes, desciendes
Y cuando tocas por primera vez el suelo después de tanto tiempo, ya no sé quién eres
No reconozco tu rostro, no me es familiar tu cuerpo, mi alma se desprende de tu nombre
Y me alejo de ti para siempre


A veces en un sueño creo ver el perfil de un hombre que ame
Despierto llorando, buscando en mis manos las manos aves
Buscando su pecho, el valle más profundo el cielo más claro
A veces en un sueño, puedo oír su nombre y aprendo a llamarlo
Aprendo un camino que me conduce a su cuerpo, aprendo a llegar hasta él

Pero en la habitación de mis sueños se oye el sonido de la lluvia, me asomo a la ventana
Y el jardín es más hermoso en la humedad neblina
Los pájaros amorosos se refugian entre las ramas por la lluvia
Hay algunos roedores apareciendo y desapareciendo en pequeños huecos de los arbustos
Las mariposas frenan sus alas, de sus péqueñas lengüitas se abren los espirales y se nutren de vida

Las nubes flamean su hermosura, dibujan toda clase de canciones
Y su movimiento es la música

Pero tú no lo ves
Entonces, mi pecho se llena de piedras, y el corazón se me hunde en el lago interior
Y las ramas de los arboles se tuercen al peso de aves negras hasta tocar el suelo y convertirse en tinta
Y esa tinta oscurece el lago y las nubes al ver su reflejo amenazado por las sombras, caen como figuras de plomo, una a una
El cielo intenta sostenerlas y el celeste se desprende de sus  extremidades dejando ver su interior más oscuro
El mundo pierde su vestido
Y su desnudez es hermosa y terrible

Pero tú no lo ves
Entonces mis ojos se llenan de tinta
Y una a una mis lagrimas son cada vez más oscuras
Y siento ahora como las aves de mi interior ya no vuelan, se caen al lago que me habita
Y se convierten círculos de la lluvia

Trato de despertarme, de recordar que estoy en la habitación de mis sueños
Mis manos están tan frías, que no sé si es la tristeza o el desamor que las muerde y las sorbe desde su soledad de huesos y piel

Trato de recordarme, pero el lago me atrae tanto, dormir en él… perderme, hundirme, desaparecer

No sé de qué van estos días
Ni estas palabras
Ni esta vida

Soy la misma mujer que conocías antes
Llevo el mismo corazón lastimado de entonces, solo que ahora las heridas son nuevas y distintas

Soy ese mismo ser, deseando encontrar en alguna mirada la mirada que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo

No sé verdaderamente a donde mi dirijo, tengo hermanos, padres, infierno y cielo en algún lugar del mundo

Pero me faltas tú, en todo, en todo lo que  tengo, y en todo lo que miro

Nada consuela el desamor
Es el dolor de eternidad más profundo

Y aunque me ame, a mí,  y a mis dedos fríos, y mi modo de andar pausado bajo los árboles y distraerme en cualquier figura de la sombra o de la luz… sin tu presencia amor mío… no es lo mismo.

jueves, 2 de junio de 2011

Ecos III

Para conocerse mejor viajo a su infierno, allí no había dantes, ni carontes, ni cerberos, solo almas perdidas en la sombra de un árbol a mitad del cielo.

Ecos II

Ella (mi alma) se desnudaba los dedos en el agua, y las letras parecían peces.

miércoles, 1 de junio de 2011

Ecos I

Tú que no existes… estás en todas partes, y en todos nosotros te develas.

martes, 31 de mayo de 2011

Del mundo absurdo...

La ciudad se desviste del día, las luces recobran su vida interior y como pequeños latidos eléctricos, iluminan el exterior
La durmiente luna de los charcos, se arropa así misma en la niebla, mientras mis pasos inquietos rodean las sombras de los arboles… me oculto en las ramas hasta la nueva vida.

Desnuda de amor la piel se aleja del amanecer, un motor enciende la distancia y me aleja
Nadie entiende el dolor de los arboles
La tierra se retuerce en las raíces porque los parpados de esta última canción se desgarran en la superficie de las cosas absurdas, y el viento es una nueva tormenta del perfume en el clima

Y si al fin los relojes aprenden a morder sus agujas, ademas de solo   incarse los metales en sus ojos, para no burlarse más de nuestra diminuta eternidad, y para no  pasearse con  sus latidos por  nuestra superficie  escarbando sobre nuestros huesos, tallando en nuestro esternón la relatividad del recuerdo , la inmortalidad del olvido.


No se dé qué diablos juega el amor en estos días, porque carajos la luna se duerme en el agua si sabe que no hay magia en la profundidad del asfalto… y dormirse en un charco a mitad de buenos aires es un suicidio, en cualquier instante vendrá algún gato más oscuro que los ojos de la noche a beber su luz a sorbos, y la luna sedienta de magia, de labios y de amores, se dejara morir en los bigotes del felino más triste que encuentre su reflejo blanco y confunda su redondez liquida con un plato de leche.

Grita

No te calles nunca, los desiertos necesitan de los truenos de tu voz para engendran en su cielo la nueva lluvia, aunque todos terminemos destrozados después de tu tormenta
No te calles nunca, necesito convencerme, tener la fiel certeza, de que eres así, que no es un sueño
Grita, grita hasta que me despierte de este sueño que es creer que aun me puedes, que aun me vences, que aun los susurros de mi interior tiemblan en tus manos
Grita, demuestra el filo de tu voz, cortando los colores de los destellos del aire
Sorprende a la noche que jamás vio sobre su cuerpo un vestido tan oscuro como el desamor de tus palabras
Grita, hazme pedazos, desgarra los tules en los que ocultaron mi alma, para que ya “nunca” sea la autentica palabra, para que se pierda tu nombre en los laberintos de mis miedos, y ya no puedas lastimarme
Grita, rompe el cielo de mi cuerpo, desvísteme del amor con que me habías cubierto, dame otra vez la mortalidad de no pertenecer a tus labios, y déjame caer al infierno desde el suelo muerto, desde el suelo seco, porque no hay más dolor que el dolor de tus truenos, convirtiéndose en acero sobre la piel de mis miedos, desgarrándome el silencio, convirtiéndose en tormenta, para consumirme, noche a noche, como su víctima frecuente.

Grita, rompe, amenaza, gruñe sobre mis ojos, devora mi silencio, grita, grita, quiero convencerme, de que no volverá la música a este desierto, que la lluvia solo vendrá con truenos y con piedras, que el amor es el dolor más  temible que visito mi cuerpo, y ahora solo quiero dormir para siempre.

Dramatizo? Si... Porque me quitaste el sueño de novela romántica, y me sumergiste en un film irónico y sangriento.

Ahora

No dedicarte más palabras
Que mueras en ellas como mueren los sueños
Carnal, palpitante, luciérnaga ahogada en destellos de lava

No dedicarte más palabras
Que mueras en ellas como mueren las esperanzas
Perfidia, dolor, precipicio, nostalgia

No dedicarte más el alma
Que es única, es preciosa, aunque te provoquen nauseas las expresiones de dolor en estas líneas
Sabes profundamente que eres la raíz del horrible árbol sembrado en el centro de mi alma.

No dedicarte más silencios

Truenos, espadas, metal, dragones, fuego, distancia.

miércoles, 25 de mayo de 2011

... que los días pasen

Sobre la piel del ángel dejaron caer el mundo
Las ruinas arrasaron con las estrellas que parpadeaban sobre el celestial cuerpo
Un ave logro huir antes de la tormenta, y desde un árbol de amables frutos
Observa la tristeza…
Su vuelo ya no será de cielos
El mundo se ha caído
Y en una de las habitaciones de ese millar de casas
… Ya era de ruinas hace tiempo la vida

También un ave logro huir a tiempo de esa tormenta
Y a los pies del ave que recién llega…  dejo la fruta amable que borra todos los recuerdos

Algunos la llaman semilla de tiempo
Otros más sabios, distancia y olvido.

jueves, 19 de mayo de 2011

Juego absurdo.

Acaban de morir mis manos
Intentaron ser aves una vez más y al no lograrlo... estallaron contra el cielo, cayeron por lo bajo de las ramas del último cerezo que guardaba sueños de lunas de mayo.

Estoy a punto de perder mi cuerpo, casi soy como una estrella fugaz antes de estrellarme contra el perfume del mundo... ese paisaje celeste que huele a agua.

La sangre de mis tristezas es una mancha geométrica en el suelo que da curiosidad a las nubes.

… y como si fuera una gaviota de sueños, vuelo de todas formas
Aunque mis manos estén muertas, y mi corazón vacío.

Es todo tan absurdo cuando te sientes triste... 
Los ojos tapan a los ojos y a plena luz no puedo ver nada, ni siquiera mis latidos.

Mis silencios son pequeños barcos que naufragan en el asfalto porque la luna es un pozo claro reflejado en el agua.
Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.