jueves, 8 de septiembre de 2011
Reconociendo la naturaleza de mi ser
Esta noche soy la música, el nuevo oriente, la luz que emana la tierra cuando el mundo duerme. Esta noche soy el astro, el fuego derritiendo las fronteras, soy las piedras lunares que forman un camino hacia el Edén, y soy la fruta sagrada que los mortales aun no conocen. Soy el principio, soy el final, soy la puerta de la magia y el nombre de la eternidad.
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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.
Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.
Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.
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