martes, 6 de diciembre de 2011

Adiós

Aquí me despido.

No escuchas ya al amor cayendo muerto.

Su espíritu monocromo
Se desentiende de nosotros
Se aleja.

Mencionar esta forma de vernos nos dispersa
Con ese espíritu que vemos abandonándonos.

Ya no veo tus ojos, y a metros de mi
Tu cuerpo es otra de mis imágenes impresionistas
Y reales, del mundo que no quisiera habitar.

Esta noche en que me deshojo
 Y me pierdo en aquella nube con forma de nube que me sonríe desde su quietud gris.
Te extraño.

No menciones que estas frente a mi
No insistas, sabes que no puedo verte
Y esto que es para vos un juego
Para mi es un modo de vivir.

Anudada entre mis malas decisiones, trato inútilmente de mover los pies
Mi rostro sigue siendo el fantasma al que no quiero responder tras los reflejos del mundo.

Me encuentras, siempre me encuentras
Tu silencio me renueva
Mi silencio me castiga con tu ausencia
Lloro con todos los motivos que esta tristeza de estreno me da
Me posibilito un mundo de penas y sombras hermosas
Y no me quiero alejar del árbol horrible que siempre nos ve caminar.

Te extraño, esta vez no me corregís con tu presencia
Tu cuerpo, ya a algunos kilómetros no dialoga con mi alma
Mis sentidos se confunden, te extraño si
Pero de un modo que mis palabras y  mis conceptos de nena asustada no llegan a interpretar.


Observo el cielo
Enjuago mi espíritu en la luz mansa de estas estrellas invisibles.

Te imagino, comienzo a soñar
De vez en ves sonrió, lloro, pido un deseo, grito, muerdo los silencios eternos, oscuros, inmensos.

Lentamente, con estas fuerzas inventadas
Aprendo de tu ausencia
Me descubro las manos
Desnudo mis sentimientos a un Dios mudo, oculto en su templo y a veces en tu cuerpo
Levanto mis fuerzas dormidas del suelo
Sacudo un poco mis sentimientos suicidas
Cierro poco a poco las ventanas donde abandone al alma herida
Y comienzo a caminar.

Deseo, tan solo deseo
En esta noche de luna enferma, recortada por el sol o por la tierra
Que mi paso me renueve
Y el silencio que tanto temo
Me posibilite la voz y la música perdida
Que otro hogar encuentren mis sentimientos
 Y mis miradas de hada sin cuentos ni sonrisas.

Estos son simplemente mis dolores secundarios
En el fondo de todas las palabras igual que sobre la piel que miramos
Están los conceptos enemigos de la voz
Tan solo mi herramienta para desnudarme sin quitarme la ropa
Y permanecer sensible y temerosa ante tus ojos
Ante tu duende, tu ángel, mi ángel y sus demonios
Que somos nosotros mismos.

Adiós.

1 comentario:

  1. "Estos son simplemente mis dolores secundarios"
    Descripción perfecta de algo que nos pesee encima de nosotros.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.