sábado, 17 de marzo de 2012

Transcurrir

Va desapareciendo el mundo en las nubes que me llaman, como una melodía que tira de mis entrañas para que me eleve. Y en mi hogar, me distrae el mundo cotidiano. Los pájaros del jardín, el perro en el patio, el aire y la luz en la ventana. Por la vereda pasan corriendo los niños, alguno tropieza, se cae, llora, luego  se levanta y avanza. He perdido la habilidad de olvidar las lágrimas al levantarme.
Va desapareciendo el mundo, y mi rostro en el es igual a un ave que se pierde en las nubes, que planea en el aire, que da algunos gritos y luego se cae, o solo se detiene y baja. Mi fe es una canción que permanece como en los ríos el sonido del agua que viaja.
Estoy, al menos eso dicen libros. Permanezco, así lo quiere mi salud. Pero donde no hay mente solo transcurro como el aire, la luz o el agua, como el sonido de la voz del alma. 

1 comentario:

  1. Trascurrir… me suena a un gran cambio que comienza, a una nueva forma de ver.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.