domingo, 14 de noviembre de 2010

Es bueno

Diré estas palabras…

Este puto dolor de noviembre otra vez posado como un insecto sobre  mis penas
Anoche otra vez maldeci los dragones y las serpientes de tu boca, de tu silencio y el mio y otra vez fui la lluvia
Maldita suerte de este puto dolor que huele a sequia
Todo es la sombra de mis días
la luz es la noche en que no me desprendo
Desde las ramas a los vidrios

Agoniza, al fin agoniza, pero no muere
Jamás muere
Jamás mueres de mi, como muero de ti todos los lunes hasta llegar al domingo
Y yo te digo lo que no se debe decir
Lo que el mundo apagado calla

… Es que me he vuelto un incendio
Masticando las piedras de los templos
Desnudándome de túnicas blancas para vestirme de infierno sobre el frio del clima

No me esperes mas en abril, no me busques en septiembre
Llegara otro fin de año y  los niños parecerán alegres aunque sus padres los odien o los ignoren
Los arboles se disfrazaran de plástico mientras  la muerte arrojara guirnaldas desde los balcones
La farsa subirá por la autopista y desenreda en un lugar desconocido
Las calles sin señales son calles del olvido, simples calles de tierra y olvido.

Moriré algún día, con mi piel gastada desde siempre
Con los huesos marcados en la carne roída
Mi cabello será la sombra de mi vida
Una nube de humo por el incendio de mis sueños
Un enredo de ilusiones perdidas

Pero este puto dolor es el mismo dragón que se esconde en mis palabras y en mis decisiones
Este es el mismo dragón que vuela y duerme conmigo
El que se esconde en la sombra de todos
Al que le doy la bienvenida a mi alma para que la destroce noche tras noche
Y aunque sea un dragón de humo, de esa bocanada de humo que di del infierno que abrigo en el cuerpo
De ese infierno de agonías, de ese infierno de angustias que forma un cráter a mitad de mi pecho
Aunque sea un dragón de humo de nubes oscuras, desde tu boca o desde la mía
Este dragón vive, respira y me precederá aunque lo ignore
Aunque lo oculte y lo ignore

Maldigo este dolor por ser más fuerte que mis manos
Porque no me basta el cuerpo para apagar el fuego que genera mi espíritu
Porque moriré  y las llamas de mi dolor seguirán ardiendo, en el cielo o en el infierno.


… es bueno maldecir, no espanta los dolores pero al menos demuestra que no son de mi agrado.

1 comentario:

  1. Me ha llegado hasta las entrañas, que te puedo decir, somos mujeres con llagas abiertas, la similitud de sentimiento, de sensación, de efecto y causa, me desmiembra y me hace sentir tanto tus palabras, no conozco otra forma de ser, quisiera a veces...cambiarla, pero al final, se que no sería quien soy, y tal vez viviría siendo cómplice de alguna farsa.
    Tanto que somos Sabina, tanto que nos desgrana...

    Gracias amiga por tus palabras

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.