miércoles, 24 de marzo de 2010

Mi puntito de Luz.





Si eres mi gran tesoro.

Si eres el punto de luz tras la oscuridad de tantas vidas.


Si la noche despierta de brisas de tus suspiros.

Si todas las señales me dicen sobre ti.


Si el camino de luces de mis mejillas, es de esperar y de esperar.


Porque tengo esta fe, en la penumbra de mis sueños.

Porque después de todo viaje.

Tu pecho es mi gran descanso.

Porque no me alcanzan esos fantasmas.

Ni sus garras.

Ni sus dientes.


Porque el dolor afila colmillos en la distancia.

Pero luchare contra la tormenta del tiempo y del fuego con mis manos desnudas.

Por protegerte.


Eres mi punto de luz.

Y te lo dije antes

Te recuerdo.

Sostengo esta sensación celeste de mis pies descalzos en ese piso de madera frente a tu puerta.

Frente a tu pecho que es la puerta de tu ser.

Y yo con mis canciones apenas rozo tu caja torácica.

Para que te despiertes leve.

Sin aturdimientos.

Sin dudas.

Sin temores.

Con ese perfume azul.

Y aunque a veces la energía que disparamos al horizonte es insoportable.


Te quiero tantas veces.

Te quiero en formas de luna.

De sol.

De estrellas.

Te quiero en alas.

En flores.

En cometas.


Estas dentro de mí

Como una tibieza que me acompaña

Vida tras vida.

Día tras día.

De las oscuridad de la noche que es la ausencia.

Hasta al amanecer de encontrarte que es toda luz.


Por que no hay mas camino.

No hay otros lugares.

No existen otros nombres,

No hay más piel.

Después de ti.


Por que creo.

Y no se porque.

No me lo pregunto.

Porque siento.

No me pregunto porque.


Y sentir es un poco doloroso.

Es terrible abrigar una tormenta en el pecho que se desata por tu espíritu en la distancia.


Por que camino los círculos de fuego.

Nado en los lagos negros.

Me sumerjo en los océanos que nos devoran el cuerpo.


Y aun así.

Como siempre

Como antes.

Como será después.

Te siento.

Pasos sobre todos los pasos de los vivos y los muertos.


Pasos sobre el olvido y los recuerdos.

Pasos desde el centro de tu luz hasta mi centro.


Porque camino la noche sin luna perdida en la tormenta de truenos y conjuros de los espectros.

Y aun así en la distancia, y pese a todas las premoniciones… te encuentro.


Porque en pleno vuelo de huida del mundo,

Un día, mientras abandonaba la tierra y mi cuerpo.


Te sentí.


Te siento.


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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.