viernes, 9 de abril de 2010

Se abren otros senderos.




Puedo volar tan alto.

Llegar a las esquinas del universo

Rasgar sus telas,

Y desprender los colores que hay más allá.

Detrás de las estrellas se abren otros senderos de luces y de formas.


Puedo volar tan alto.

Que abrazo el sueño y las imágenes de la imaginación y de la locura.

De la vida, del frenesí del corazón galopando como corceles de fuego.

Y en mis venas estalla esa otra luz del silencio y del ruido.

Y en mi esternón estalla el trueno dragón del infierno

De hielos claros en sus amaneceres, oscuros en sus crepúsculos.

Y el vapor de los perfumes de las bocas que se besan a escondidas.

Despiertan sensaciones primitivas de cavernas.

Dorados dibujos anticipan la caza salvaje

Con sus lanzas afiladas a mis costados frágiles, en estos días.


Moriré después de todo.

No me aflige la agonía de mi vida.

Voy directo al precipicio del verso en estas frases que acaricio.

Moriré después de todo.

No me aflige la agonía de mi vida.

Voy directo al precipicio del cielo,

Me caigo en sus fosas coloridas.


Y puedo volar, lo he dicho lo práctico a diario.

Puedo volar tan alto que desgarro las nubes con mis dedos.

las moldeo como a arcilla.

y dibujo la cara de a luna desde mis uñas.


Mis manos cambiaron su propia suerte alterando mi destino.

Mis manos son unos puntos suspensivos a mitad del cielo

Entre planetas y astros matutinos.


1 comentario:

  1. Puedes lograr que las letras naden como quieres y que no se sienta que es largo, mucha musicalidad amiga tienes y eso me gusta mucho

    Un abrazo!

    ResponderEliminar

Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.