jueves, 8 de abril de 2010

Descansar.


Llevo las manos al rostro.
Y a los ojos.
Respiro mi energía.


Necesito descansar.

Llevo mis manos a mi pecho, y a mi estomago.
Necesito encontrar mi energía.
Descansar.
Respiro la mañana.
La mañana me respira.
Llega la tarde.
Mis pies respiran el camino.
Los árboles respiran mi sombra y suspiran.
El mundo me abre una ventana a otra realidad después de mis manos y mis pies.
De mi rostro de mi pecho de mi estomago y de mi ombligo.
Por descansar me duermo en las flores.
Por descansar me evaporo.
Por desaparecer estallo en luces a mitad del día.
Canto muy despacio,
El viento despacio también acompaña mis sonidos.

1 comentario:

  1. Vaya, vaya....cuánto roce con la naturaleza.La mañana te repira los árboles te respiran ...
    Vivís esas naturaleza y lla te vive a vos. Bella forma de dejar pasar la vida, eh. Excelentes versos. Mejores sensaciones.

    Desde mi humilde lugar.

    Saludos

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.