Escalo, sobre las telas del corazón del mundo.
Una gran montaña de suspiros
Lanzados al vacío oscuro que se fractura.
En un final.
Sin final.
Después de escalar,
Observo el paisaje de mis ruinas.
Hombros ariscos que no se prestan a mis perfiles.
Mi lágrima es otro granito de arena, salado y brillante.
Que se opaca en los espesores de la niebla del camino.
Arreglo mi vestido sobre la ventana de mis soledades.
Me preparo para arrojar la flor amarilla de mi desconsuelo.
Arrojarla a la profunda incógnita.
No se dejar de adorar los soles de mis delirios.
Esos que arden inquietos, nerviosos.
Mordiendo los labios del sueño.
A mitad de ola sobre la orilla de mis temores y mis pesadillas.
Demasiada metáfora amor mío.
Padezco la enfermedad de la repetición del verbo
Que acentúa el presente de mis conjuros privados de magia y poesía.
Mi ángel llora aturdido.
Le teme al silencio detrás de las puertas abiertas.
Se abriga de besos de luna.
Y espuma sus alas en el silencio de la rutina
Del amanecer del desvelo y la partida.
Jugo de cruces y círculos.
Tres en línea.
El deseo repetido de morir por tus heridas.
Que me hiera tu dolor.
Para que te descalces al fin del espectro de la muerte.
Que atenta sobre tus parpados cada noche.
El bálsamo de tu labio confundido en el agua
De la lluvia de abril recién llegado de la altura.
Te desnudes de muerte.
Y suspires vida sobre las líneas de un garabato de líneas moduladas.
Que se perfilan a los márgenes del final de un día.
Despedida.
Dolor por dolor.
Ritual de alas.
Parpado que se vence ante la luz de la angustia.
Que estalla sobre el pecho de la golondrina.
Otro insecto similar al olvido, el recuerdo.
Que me trae tus canciones de pasos lentos entre las baldosas de mi camino.
Despues de tiempo que vuelvo por aquí y con nuevo blog y todo y me doy cuenta que tambien las cosas cambiaron por aqui, más no tus letras que es lo importante y por lo que la gente se emociona (me incluyo)... Todos somos insectos... insectos que vuelan alrededor de todo
ResponderEliminarun abrazo
andrés