Por el mismo lugar en que el agua de lluvia se convierte en silencio, muerta en el suelo escurriéndose desde las hojas al mismo infierno seco de las piedras
Por el mismo lugar la sombra de mis dolores se abriga de invierno y de luna aun con un sol estallando en las aristas del cielo
Me miente el aliento de la brisa entre las ramas de mi arboles más tristes
Monstruosas construcciones de las horas, de las horas solas
Me mienten los principios de todos los días con sus amaneceres
Todo es una muerte… una procesión de tristes pasos a la noche donde todo se calla y se oscurece
El sofá es un mundo enorme sin tu cuerpo
La cama es un lugar inmenso sin tu cuerpo
Mi cuerpo es un lugar vacio sin tu cuerpo
Pero así deberán ser los días, grises y húmedos como los rincones de un jardín que ya nadie visita
Que nadie recuerda
Que nadie incluye en los paseos de sus pasos de su día
La cocina me aturde en un silencio de tazas... de fuego encendido
Sobre la ventana se posan los insectos, y solo los observo, pequeñas patas
Sombras gigantes desde lo insignificante
El cielo está cansado de mi rostro y me devuelve una mirada de nubes oscuras
Cierro las puertas, me abrigo los dolores
Mantas y más mantas, nada remplaza el sol de un abrazo
Sobre mis hombros la muerte es un lugar nuevo y extraño que le gusta sorber de mis lágrimas la sal de los mares perdidos en los mapas
Mi cuerpo está sobre buenos aires y buenos aires esta sobre mi ventana
Mi barrio está viejo y cansado
Los ancianos son mas agiles que mis pasos
Mientras los gorriones tienen mejores sueños que los que recuerdo haber tenido nunca
Estoy muy cansada
Amor estoy agotada de luchar contigo todos los días
A ver si me quieres o me olvidas
Si me hablas o me odias
Prefiero la distancia
El beso de la muerte
La nostalgia de ti a que vivamos en las sombras de lo que no hemos podido ser todos los días
Todo es un mal sueño, un mal recuerdo
Un dolor de espadas y cuchillos oxidados
Estoy muy cansada
Amor estoy agotada
Mi cuerpo es tan solo un lugar para abrigar tristezas
Y si no quieres luz solo serás la sombra y para eso ya tengo a la noche
Y ni ella misma me asusta como tú
Temo a tus palabras como a los disparos de un demente en mitad de una cacería sangrienta donde yo soy la presa
Temo a tus palabras como a un abismo que tira de mis piernas
Como al mismo cerbero llamando desde mis sueños
Temo a tus palabras incluso más que a tus silencios
Porque nadie como tu levanta las armas del desamor con tanta irónica habilidad sobre mi piel
Dentro de las cajones de un armario viejo
Escondí algunas pastillas para este momento
Las oigo latir mi muerte más violenta
Como si dormir fuera el milagro más esperado.
Entre el silencio que ahoga y las palabras convertidas en puñales, quizás la sangre sea la mejor salida.
ResponderEliminarUn abrazo
Cuanto de donde, cuanto de nadie. Veloz mutismo de las piedras que te orillan al vacío. Un mundo mas grande hay en cualquiera de tus costados. Mientras el otro costado es un bulto inerte, del que salen peces ahogados, hay un manantial en ese otro costado inexplorado. No hay mas oscuridad que cuando repunta el cielo.
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