martes, 10 de mayo de 2011

Despacio.

Transcurrir, que el peso de la luna no altere mi forma en el rio
Que llevarla a cuestas tan hermosa y tan triste no arruine el vestido azul de mi espíritu

Mi cuerpo no es como lo era antes de esta vida
Antes, cuando era simplemente una nube de sueños gigante capaz de sostener lunas o tormentas
Sueños o miradas

Transcurrir, que mis pies tortugas despierten a la voz de la tierra
Que la luz del silencio de ver nuestros ojos en el agua
Nos haga más lluvia, menos infierno, mas esperanza
Que la luz del silencio de contemplarnos
Despierte a los espíritus sagrados de la magia

Transcurrir...  para solo mirar la quietud de los arboles
El verde del verde, la calma en la calma
El silencio de los espejos del agua

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.