domingo, 1 de mayo de 2011

Anotaciones

Anotaciones


Lo que no debemos olvidar:

No debemos olvidarnos nuestros ojos en las plantas cuando visitamos el jardín, ellos buscan respirar con la mirada el interior de nuestro cuerpo desde las flores y es muy probable que terminemos con un ataque de alergia por exceso de polen y de colores en nuestra visión.
No debemos olvidar nunca que las nubes no se parecen a animales tiernos, son los animales tiernos los que han descendido de las nubes por eso se parecen tanto a ellas, no olvidemos esto cuando pase el tiempo y dejamos de ser nosotros mismos tiernas criaturas pequeñas, descendidos luego de despertar de un sueño.

No olvidarnos nunca que después de la noche amanece de nuevo… quizás el sol sea un sol tibio quizás amanece lloviendo, quizás justo el día después de la noche más triste hay eclipse y esta todo oscuro, nublado… obnubilado y tremendamente deprimente, pero no olvidemos que eso pasa y que la luz hace fisuras en el cielo, para alumbrar de nuevo.
No olvidemos que regresaremos a la tierra, que un día la desnudez será la de andar sin cuerpo, como quien se saca un vestido de tierra seca para vestirse de perfume y luz de nuevo
No olvidemos que hay seres ni muy cerca ni muy lejos que ven nuestra verdadera esencia, y no es que lean nuestras mentes, solo saben escuchar nuestra voz verdadera.
No olvidemos de agradecer a nuestros protectores, dioses, amigos, o ángeles, que nos guardan mientras dura la noche de nuestros miedos, esos son los seres que nos acompañan en nuestros malos momentos.
No nos olvidemos nunca de decir palabras amables, dulces, aunque sin sentido antes de despedirnos, si no las tenemos hagamos silencio, jamás dejemos sobre otros nuestros malos sentimientos, jamás lastimemos, respiremos el aire porque es aire, ignoremos el fuego por fuego, aprendamos a reconocer en cada cuerpo el alma que es su centro.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.