miércoles, 11 de mayo de 2011

I (después del silencio)

La mirada del silencio descubre la verdad del paisaje
La soledad es igual a la lluvia, hermosa, húmeda
 y trae el mismo perfume que la nostalgia

Da igual si es domingo o es cualquier día de la semana
La rutina se repite en los espejos cuando no te escucho
Cuando no me hablas
Y el silencio descubre la verdad del paisaje

Las flores de la verbena
La lagrima del agua
El verde sobre el verde de todas las palabras

Da igual si vuelvo a ver la luna
Da igual si escucho el lamento de las sombras en tu casa o en mi casa
Mi hogar siempre será la madera de las palabras sagradas
Ese rincón donde el amor se pone su mejor vestido y se calla

Da igual, si vuelvo a decirte amor
Si vuelves a mirarme
El dolor es tan profundo que no se en que bolso deje a mi alma
Si sobre tu silencio
O sobre mis palabras

El silencio devela el paisaje de mis lágrimas.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.