martes, 2 de febrero de 2010

Tal vez no sean los versos mas oportunos

Hace días que tengo unos versos guardados para acabar con estos.
... Con estos que vienen a jugar en este charco de sueños.

Hace días que tengo unos versos guardados. ... que aniquilarían estos, estos que yo misma escribo.
Con estas promesas de estrellas.
De mapas.
De océanos sin señuelos.

Hace días que vengo sosteniendo este cuerpo.
Hace vidas que esperaba esto.

Pero la herida tiene una melodía contagiosa.
Espanta la risa.
Despierta los monstruos del placar y de debajo de la cama.
Le da vida al espectro de los árboles.
Puebla de pájaros negros.
Oscurece el camino.

Sobre la mesa abandono mis brazos.
Observo esta sola taza que es el mundo, y es el vacío.

Hace unos días que tengo unos versos guardados, donde repito no, en todos los sentidos.
Pero no mencione ninguno de los que en ti he leído.

Mis no, son de basta con el absurdo de la noche.
Es un no a los espejismos.
Es un no a la casualidad a la emergencia de besos de este destino.

Tal vez no son los versos más oportunos.
Pero son ahora estos, los que escribo.

Quisiera decirle basta a la soledad.
Conformarme en la boca de algún fulano,
Imaginando que serán menos dulces tus labios,
A ver si así te olvido.

Tal vez escriba un cuento donde mueras.
Si mueres en un verso es el final del camino.
Tal vez escriba que yo muero, y luego desaparezco de estos sitios.
... sitios frecuentados por esta extraña necesidad de soñar contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.