lunes, 22 de febrero de 2010

Esto no es un poema, esto no es un poema.

Esta no es la última palabra.

No es una oración.

No es un testamento de mis dudas.

…Y si Magritte me viera,

Ya lo dije en otra oportunidad… diría:

Esto no es un poema…

Esto no es un poema…

Todo se revela en la sombra

La angustia.

El miedo.

La soledad.

La duda.

Todo se alimenta en la lluvia.

La tristeza,

El amor.

El desamor.

Las heridas.

Todo emerge

Y florece en la luz.

Las caricias.

Las sonrisas,

La vida.

Yo estoy por morir.

A punto de morir.

Creo que ya estoy muerta.

Pero esto no es la última palabra

Ni es la primera.

Ni es el testamento de mis dudas.

Ni es el principio de mis promesas.

Dependo de la esfera blanca.

Para los ciclos de mis mareas.

Hoy estoy triste.

Te alejas.

Mañana estaré feliz.

Te causara sorpresa.

Mañana moriré.

O talvez ya este muerta.

Eso no es un problema.

Esto no es un problema.

Dejare entrar a Daly con sus relojes.

Soltare al conejo.

Que encerré en la caja de los juegos.

Abriré la boca.

Y escupiré esta mariposa de sueños.

solo para darle libertad,

y ver como brilla,

y me eleva con su vuelo.

2 comentarios:

  1. Imagina un mundo de poesía en que todos tienen el color de la primavera

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  2. Y de seguro no es tu ultima palabra pero si es un poema, como esa mariposa que va alli volando, inesperada.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.