martes, 16 de marzo de 2010

Puentes







Puntitas de sol, como unos cabellos desordenados de fuego.

Asoman leves sobre la línea tibia y blanda de este horizonte.

Recién amanecido de vida, el duende de mi balcón desespera.

No sabe en que lugar dejo anoche, su violín de madera de perfumes.

No sabe pobre duende que en esta casa no es el único duende

Y que los otros son los traviesos que ocultan las melodías.


Esta bebida tibia dentro de mi taza, un poco de café, chocolate, crema.

Me endulza aun mas la boca, el resto del milagro, lo completa la luz.

Palabras blancas disparadas desde tus ojos desde tus manos.

Palabras que endulzan, entibian y musicalizan la mañana.

Como dulces cuerdas de un instrumento casi perdido en la noche.


Y lloverá, seguramente lloverá, y renacerán esas gotas.

Como gemas multicolores que se colaran en cada instante a cada hora.

Disparando sonrisas, caricias, miradas, besos, siempre besos.

Aun siendo besos de consonantes y vocales, conservan los símbolos de la magia.


Besos de perfume. y de agua, besos de caramelo y de luna para la madrugada.

Besos de amanecer para la mirada, y besos que una pluma de ave de las distancias.

Nos acerca en su trinar de cristalinas campanas, que ayudan a renacer el día.

Todo, desde ti me sabe magia, a principio y fin del fundo, a puntes sobre la distancia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.