La lluvia me abre su boca húmeda.
Para que calme mi sed de ausencia.
Para morir un instante.
Solo uno instante.
La brisa me abre el mundo.
Y salgo de mi sueño.
Para observar que hay en el suelo.
Pero no te veo… ahora.
Por eso duermo.
Unas hojas más.
Mientras.
Camino.
Respondo.
Pregunto.
Insensatamente.
Vivo.
Mientras el aire
Me abre el viento.
Para volcarme
En perfumes de sonidos.
De costillas que se vuelcan
A los insectos de las horas.
La música
Me abre el cuerpo.
Como una ventana.
En mi interior.
No hay mucho.
Solo mi alma.
Sabes…
Las hojas.
Comprenden los ciclos
Mejor que mis argumentos.
El invierno se anticipa en los pasos
De mi sombra en el patio.
Aun desde el verano.
De nuestros ojos lejos.
Y siempre.
El silencio me abre la voz.
Y canto.
Tarareo las melodías que cantaría para que bailemos.
Y cierro los ojos.
Por que la vida.
Me abre el sueño.
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