viernes, 5 de marzo de 2010

Morir de ti... se muere despacio.

Morir de ti.


No siento violencia.

Ni cadenas.


Morir de ti.

Se muere… despacio.


Lentamente.

En cada segundo.


Es sentarse en una mesa, con una gran botella de vino perfumado.

Un vaso pequeño.

Una luz distante, que se acerca tímidamente a mi figura.

Y la proyecta en el espacio.


Morir de ti.

Se muerde… despacio.


Se muere sin gritos.

Se muere con llanto apago.


Se muere sin estruendos.


Sin cristales que se vuelcan y despiertan los relámpagos.


Morir de ti.

Se muere… despacio.


Es mirar la botella.

Sostenerla un tiempo en las manos.

Es mirar la luz.

Y respirar... también respirar despacio.

Es sentir el aire frío.

Aunque sea verano.

Es abrir la botella.

Sin mirarla.

Es abrir la botella,

Como si cantara con los ojos cerrados.


Morir de ti.

Morir de ti… se muere despacio.


Y acerco el borde del pico a mis labios y te pienso una vez, y te suelto.

Y respiro el aroma del vino, y te pienso otra vez y te suelto.


Cada que te suelto exhalo.

Cada que te suelto mi pecho desciende.

Se hunde.


Morir de ti, se muere.

Se muere despacio.


Escuchar el sonido lineal,

La bebida llenando el interior cristalino y ahora perfumado.


Es tapar la botella, para destaparla al rato.


Es sostener el vaso entre las manos,

Y mirar como quien mira a un amigo que conoce nuestro fracaso.

Y le cuentas con la mirada,

Lo que ya no pueden repetir los labios.


Morir de ti.

Morir de ti… se muere despacio.


Es no llorar.

Es sonreír.

Sonreír la ironía en cada trago.

Es sonreír la amargura mientras la bebo

Mientras el vino posee mi boca.

Y yo poseo el espacio.


Mirando mí sombra beber, muero.

Muero de ti, muero de todos.

Muero de mí.

Y muero despacio.


No siento, mentiras.

No siento temores.

No siento mi cuerpo de este lado.

De este lado en que sostengo mi sombra

Bebiendo su último trago.


No siento rencores.

Siento una sonrisa irónica en los labios.

Una sonrisa de…”lo sé”

Lo sabia, no quise ver pero…

Era algo esperado.


Estaba escrito que moriría de ti.


Estaba escrito que seria despacio.


Despacio pasan las horas y sus rumores

Solo varían la intensidad de las luces

Y la dirección de los perfumes en el aire.


Despacio.

Gira el mundo.


Despacio.

Es un día.


Un siglo.


Un segundo en caen mis brazos.


Despacio.

Me besa la muerte.

Mientras de mi boca

…saborea su último trago.


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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.