Yo sostengo de la noche.
Esta luz que se parece
Una bomba de locuras.
Y que ahora… viene a entregarte.
Arrullada por la luna.
Tantas flores que han caído.
Son los frutos de las vidas.
Alumbradas dulcemente
En el cuarto de mis ojos.
Donde los telones mudos.
Abrigaron esta imagen.
De un paisaje de perfumes.
Y quien pudiera decirte.
Cara a cara.
Lo que hoy suspiro.
Y un rumor de flores secas
En la puerta de tu vida.
Desmayando de misterios.
La agonía del pesar.
Voy soltando poco a poco.
Esta duda que es mi sueño.
Y me abrazo lentamente.
A las piedras que protegen.
El templo de nuestros cuerpos.
Solo quiero encontrar la forma.
De despojarme estos versos.
Y arrancarme esta locura.
Que se apresura en mi sueño.
Por caminar este puente.
Desde el sueño.
Al cielo.
Antes que la dama oscura.
Se acostara en mi pecho.
La paloma que es la muerte
Picoteaba mi regreso.
Desde la última vida.
En que creí… que eras tú
No me arriesgue al abismo.
Como lo hago ahora.
Que te conocí.
En la música de fuego.
Las llamas son voces frías.
Que te envuelven en colores.
De volcanes que estallaron.
Solo por oír tú nombre.
La cadena que sostiene.
Este dragón de mi cuento.
Se derrite por mis ojos,
Desde los ríos de tu cuerpo.
Soy ceniza, soy cemento,
Soy madera, soy encuentro.
Soy el mundo que se aplana.
En una hoja de cuentos.
Me sostiene una tortuga.
Bailando sobre una piedra.
A veces me caigo al agua
Y despierto con flores nuevas.
Esta noche, que me alumbra.
Desde sus labios oscuros
Perfumada de regreso,
Anestesiada de espuma.
El oleaje que es el tiempo
Me deja desnuda y tibia.
Sobre los hombros sostengo
Huellas de tus caricias.
Y aunque las horas parezcan
Mariposas desconocidas.
Que al aletear se desprenden.
De los recuerdos, de mi vida.
Siempre regresa esa esfera.
A bailar en mi ventana.
Con noticias de tus ojos.
Y me encuentra, mientras brillo
En el recuerdo de tu rostro.
Aunque parezca mentira.
Aunque parezca verdad.
Esto esta fuera de la vida.
Lejos del mundo… de ti y de mi.
Lejos de todo, esta.
Es un nuevo ser que despierta
Entre los mundos distantes
Es más que un puente de frutas.
Es más que un collar de semillas.
No es un mantra de mi sueño
Es una canción despierta.
De mi boca entre abierta
A la voz de tus besos.
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