Insulta el calendario.
Lagrimeo unos besos.
Bajo el gris aroma.
De este cielo de la inquietud.
Dibuja tus respuestas en mi espalda.
Mientras decido que preguntar.
De esta penumbra.
Prefiero la sombra de tu perfil.
En un caminito empedrado.
Amor dolor.
Retazo del silencio que flota como bandera.
Adiós adiós.
No me voy.
Solo digo eso.
Porque amanecí florecida de tango.
Y adiós, adiós.
Es un grito descocido desde el fuelle.
Para que tu abrazo me retenga.
Cincuenta faroles.
Cien tristezas.
La calle en que susurre a tu boca fría.
Hasta encontrar la húmeda tibieza de tu lengua.
Mira desciende la luna... un instante.
Se cuela en nuestro abrazo.
Y queda dormida en nuestro pecho.
Ahora.
No podemos alejarnos.
La luna caería al suelo.
Y se partiría como una frágil esfera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario