lunes, 21 de febrero de 2011

Maldita biografía del sielencio VI

Ahora me encuentro en medio de este ruido
Subiendo la música y bajando las nubes
Improvisando que te olvido cuando aun estas a mi lado
Es que me preparo para los flechazos que vendrán desde los arboles

Soy más que el pájaro herido que todos han visto
Y hay mas desnudes debajo de esta piel desnuda
Y no me sonríe la luna aunque la acune y la abrigue como a mi hija

Ahora me encuentro tan sola
Nadando en esta pecera de humo
Ahogándome de vacio
Soy solo la sombra de los trenes en las vías
Tristes viajes perdidos

Y mis parpados hinchados te cuentan de la lluvia que hubo en mí durante todas estas noche3s
Y mis manos vacías te cuentan que estoy sola
Mientras mi falda es la bandera de ningún estado
Y mis labios no liberan alas de sonrisa

Ahora me doy cuenta que estoy dejando ir mi vida
Porque no quieres sonreír conmigo
Porque te encierra en tus mundos
Donde yo no entro
Soy como el último libro
Casi de bolsillo
Me llevaras solo si no te molesto
Me leerás en treinta minutos
Y cuando descubras todos mis secretos
Te lamentaras de llevarme contigo
Porque soy solo
Eso
Casi cien páginas de silencios
Algunos secretos
Aromas de mis jardines
Un canto contenido a punto de explotar en plumas desde mi pecho
Y un espíritu que lleva el mimo rostro que el olvido.


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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.