martes, 19 de enero de 2010

Mastico mi fuerza


























Soy esta india oscura que recorre con sus pies el llano

Mi nave de tierra y soles, sobre las manos pulidas de la furia, de la ira.


Soy esta india,

De piernas como columnas de fuego.

La cima de mi rostro bronceada en mi frente.


Te vine a alumbrar.


Soy esta salvaje que canta sola a la luna,

Bailando en las alturas, ¿me puedas escuchar?


Mastico la belleza de la tierra que duerme,

Espero que explote el mundo.

El amanecer en mi cuerpo,

Mis montañas se empiezan a alumbrar.



Mis dedos entre la hierba, pintados de hechicería

Grito sobre tu cobardía, triste, triste… hay triste animal.


Tengo la piel marcada, me viste el claro de luna

Mi boca recita oscura una maldición sin pesar.


Soy esta india,

Mi fuerza rompe cadenas

Mi sangre arde melancólica, no te voy a nombrar.


No te quiero nombrar, no, no te voy a nombrar.


Mis ojos, antiguas cuevas aguardan toda la noche,

La sombra ya no contiene mis bestias,

Soy otro ser de esta selva,

Un espíritu de algún Dios dormido en la tierra.


Mastico mi fuerza sobre tu voluntad.

Mastico, mastico y escupo mi fuerza… mi fuerza sobre tu voluntad.


Danzo en llamas, no siento tu bandera

Mis gritos hacen arder más blancas a las estrellas

De mis uñas despiertan las animas del mal


Soy esta salvaje

Que odia con tanta, tanta fuerza

Que en la distancia parezco una gran montaña negra

Alejada de las nubes, cubierta de dragones

…las serpientes de mi cuello te empiezan a mirar.


Soy esta salvaje sin grilletes en las muñecas

Voy saltando y corriendo con mis piernas y mis puños,

Aturdida… sobre el suelo,

Mis aullidos son fantasmas del sonido

Que te empiezan a llamar.


Soy esta salvaje, me retuerzo en la tierra,

Me lanzo desde el gran abismo a la fosa oscura.


Busco al gran demonio de la sombra, agito mis brazos para empezar a volar.

..Y me empiezo a alejar, y me empiezo a acercar.


Me sumerjo en el espacio,

Soy un ave horrible, soy un ave horrible y sucia

De garras y plumas oscuras.

Mi grito es un trueno sobre el cráter más grande de la luna.


Pinto mi cara y mi pecho, desnudo y pinto mi cuerpo

Me parezco al silencio si dejo de respirar… pero no dejo de respirar.


Mis manos sobre mi vientre… mis ojos altos y en calma,

Mi sombra erguida.


Desciendo el rostro hasta tu esfera, me ves, te veo…tiemblas.

… y nuevamente respiro, sin dejar de respirar

Me empiezan a escuchar.


Mis brazos se tensan se flexionan mis piernas, empiezo a volar

Aleteo con fuerza mis plumas y mis escamas son de hierro.


El aire no me puede controlar,

El aire lo intenta a veces parece que me frena… pero el aire no me puede controlar


Ahora con mi imagen convulsiono el cielo que en huecos se desangra


Los peces del estanque me vienen a buscar.


Me parezco al silencio cuando no respiro, descienden mis parpados

Mis pies están dormidos, mis montañas se empiezan a alumbrar.

3 comentarios:

  1. Muy lindo el escrito, y muy buenos los dibujos... a mi me encanta dibujar y pintar, el año que viene empiezo a estudiar pintura...

    te mando un saludo!

    facundo.

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  2. Tus palabras retumban... me gusta.
    un beso

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  3. En ocasiones no, pero de a ratos calma. A veces vida y otras veces no. Indiscutiblemente sincero… Simple.

    No importa ni lo bueno ni lo malo, esos son meros calificativos sociales. Lo que importa es lo que “es”, con toda la fuerza, toda la decisión, las ganas y el compromiso.

    Igual, amiga, saludo y nos leemos!

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.