jueves, 28 de enero de 2010

Me sentiria segura en un universo vacio.

Voy detrás de estos perros.
Tras de tu huella.
Ellos ayudaran si me faltan fuerzas.

Voy detrás de esa sombra.
De la muerte alta, de la muerte esbelta.
Ella, acercara a esa oscuridad que me proteja.

Te doy las buenas noches,
Y luego termino con mi día.

Acabo acostumbrándome a las despedidas.

Igual aquí, en este sitio... si aquí donde deposito mis manos,
Este sitio, palpita desconforme si nos apartamos.

Igual aquí, cuando te dejo… falta algo.

La respuesta a esta melodía,
No puede ser el silencio.

Debería ser tu sonrisa.
Debería ser mi sonrisa.


Voy de tras de estos perros,
Por necesitarte.
Caminando junto los caracoles que miran al pasarme.

Voy saltando sobre los charcos que no albergan peces.
Cada gota que estalla al aire, se convierte en una razón
Para no perderte.

No tengo migas de pan para que no pierdas el camino a la mañana.
Pero tengo estas luces, prestadas de mi ventana.

Tengo ganas de tu balcón, no me importa ser Romeo.

No te rías, hablo en serio.

Eres el hombre a quien le cantaría descalza toda la noche.
Eres por quien venderia mis sueños.
Mientras siento que las bestias del infierno jalan de mi vestido.
Me sentiría segura en universo vacío.
Si al elevar mi rostro, tu rostro sonríe en respuesta al mío.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.