martes, 28 de junio de 2016

Pensamiento de árbol

El aire es frío y el viento empuja las hojas hasta desprenderlas de las ramas. Los pensamientos del árbol no se aturden por el juego de los pájaros, ni siquiera por el cosquilleo de las hormigas que recorren su corteza, ni por las miradas de los hombres que pasan, el árbol tiene pensamientos que se enredan en redes de luz y delgados caminos de lluvia. Se musicaliza el corazón del árbol que nadie sabe donde está, desde que lugar palpita, si desde el centro del tronco, o más allá donde la sombra de su rama más alta rasca suavemente sus raíces. El árbol también sueña, y descansa, deja sus pensamientos apoyados sobre la tierra húmeda, los ve hundirse poco a poco, fundirse con la materia orgánica que lo nutre, y presenciar esto le da calma. Respira, sus ojos internos se cierran, y dentro del sueño del árbol, el universo mágico brilla.
El aire es frío, el viento susurra. En algún lugar del mundo intento dejar mis pensamientos sobre la tierra húmeda y oscura, aguardar que se hundan, que la materia orgánica los nutra, y que presenciar esto me dé calma, que mis ojos internos se cierren y que dentro de mi sueño el universo mágico brille, pero pienso en el árbol, en el camino de hormigas,en los juegos de los pájaros, en la sombra de las ramas, en las raíces. Pienso en su corazón y siento que de alguna forma indescriptible, de una forma que no comprendo, sólo sé, el corazón del árbol late en mí, dentro de mi, y así reflejándome en él, muy dentro del árbol mi corazón también late. Sólo esto me ayuda a encender el brillo de mi universo, sentir que mi corazón guarda el mismo latido, la misma naturaleza.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.