lunes, 11 de abril de 2011

Paisajes que recuerdo

A penas recuerdo mis pies de otras vidas
Pero  la tierra sobre la que anduvieron, los colores y los perfumes de aquellos paisajes, como la huella del otoño en el jardín siguen intactos

Mi piel es tan parecida a la superficie de la  luz del campo
Que puedes ver sobre mi tantas mariposas y aves como en aquellos arboles y lagos
A veces los peces de mis ojos se asoman en el tiempo de las gotas que los rebalsan
Y nacen marineros del brillo y de la sal de mis ojos de ahora gastados
 A veces el perfume me devuelve la quietud del descanso
Del hogar, de saber que he llegado, sin saber aun a que lugar pero he llegado

Y tú estás como una presencia suave
Cálido árbol blanco, en el mismo campo junto al mismo lago rodeado de mariposas y aves de luz y de aire que son mi paisaje y mi perfume sagrados.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.