miércoles, 20 de abril de 2011

Bandoneón... rumor de la misma noche.

Y el bandoneón sigue haciendo su buen trabajo, quebrando calles en su lamento hermoso y fatal
Y la melodía es hermana de la lluvia, y llueve en el aire como una delicada caricia de la distancia
Y el silencio se rompe, se parten los verbos, los labios se sangran y se sonríen en dolorosa pasión
Y la mujer espera… su hombre es de piedra lunar, esta de puntas de pie sobre un farol, a punto de suicidarse o de volar
Y el hombre se ciega, se arranca los ojos para oír mejor, porque eso que escucha es igual a su propia voz, esa que gime en su interior
Y yo ante ti me quedo en silencio, solo te sigo, ciega también de malditas lunas que nos engañan los ojos palpitando desde su piedra neblina

Me doblego bandoneón, ante ti te ofrendo mis pasos, mi voz gastada, las ruinas de viejos de amores
Y una lagrima que se abraza a las otras porque no quiere morir sola
Y una lagrima que se abraza  a las otras porque no quiere morir sola

Me faltan palabras, me faltan dolores, sobre la piel solo tengo mis sueños como tatuajes de todos mis caminos, como luminosos senderos que he vivido, hilos de mi propia vida


Y tú sigues bandoneón querido, rumor de la misma noche, si hay quien dice que los silencios son tan solo los telones por los que te asomas a partir el cielo con tu llanto limpio
Bórrame bandoneón, desaparece mi cuerpo, y mis dolores, abrázame hermano mío, quiero morir en la voz de tus latidos.

2 comentarios:

  1. Me has emocionado, el lamento del bandoleón, siempre me pareció enigmático, hoy entiendo un poco más porqué.

    Un saludo

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  2. Un bandoneón que susurre a los sentidos, que los cure de la ausencia o de la presencia vacía. ¿Porque te pintas con esos ojos?

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.