martes, 11 de enero de 2011

Si tú tienes la flor, yo siempre seré el perfume

"Hasta que despiertes, seré el camino, el árbol, el viento, el espíritu. Hasta que despiertes vagare sola como una luna perdida de noche, buscando por la eternidad del tiempo dormir sobre los valles de tu cuerpo para sanar mi espíritu"

Me creerías si te digo, que no quiero ser yo
Quisiera cambiar mi naturaleza
La forma en la que mis alas se aprisionan en mis brazos
El modo en el que se me cansan las piernas
Esta forma que tengo de mirar los arboles y el cielo

Tú si,  por favor, dime que sí
Que tú me creerías si te digo…
Que tengo una angustia que se apodera de mi panza
Como si un demonio anidara en mi hígado
Como si otro monstruo igual de infernal se parara en mi pecho a burlarse del mundo

Tú sí, tú me creerías
Tú ya has  caminado conmigo esos jardines de esferas
Tú has oído la misma canción de la brisa
Has cerrado los ojos cuando las nubes te hablaban de sus sueños de espuma

Tú sí, tú me creerías
Antes cuando tenias mis manos en ese cielo de eterna alba que son tus manos
Yo aprendí sobre la poesía del silencio en una caricia

Sé, que llorarías conmigo, que mis lágrimas serian las piedras que golpean tu pecho, como lo hacen al mío
Qué quizás un solo abrazo podría callar los truenos de mi angustia
Sé de tu rostro iluminado después de todos los paisajes
Sé de tu mirada de profunda calma asintiendo sobre la verdad en todo lo que te digo
Tú no dudarías
Tomarías el escudo, el dragón y la espada
El cielo, el árbol, el jardín y las nubes
Escribirías por mí el resto de las historias
Hasta que el invierno de mi alma se convierta otra vez en poesía
Se convierta otra vez en una corriente que fluye sagrada al mar precioso de la vida

Hoy estoy cansada
Ni una lagrima  ha caído por mis dolores del día
Temo estar seca, estoy asustada, temo estar vacía
Pero sé que tú siempre estaras en mis sueños o en mis pesadillas
Despierta o dormida
Muerta o viva
Como ese perfume que tiene la flor cuando el viento la convierte en espíritu

Sabes que tengo alma
Conoces todos los nombres de mis vidas
Yo solo voy marchitarme esta vez
Ahora tú también sabes lo que nadie afirma
Te espero en el jardín de luces, en el jardín de cristales y flores amarillas
Te espero al final de todo sueño
Te espero al final de la vida.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.