viernes, 22 de julio de 2011

Fin

Antes tenía una pequeña lista para los  problemas diarios:

Qué se podía ver, qué se podía tocar
Adónde dirigir el alma cuando llueve
Qué cocinar para sanar dolores
Qué oír para liberarse de la angustia

Antes no necesitaba de esas recetas...
perdí la lista y olvide cada uno de los caminos
de los ingredientes, y de las letras
Ahora no puedo ni siquiera respirar sin llevar las manos al pecho para calmar mis dolores
Para aliviar mí angustia, para contener el alma cuando llueve
Y no guardo ni un solo papel que contenga los nombres sagrados

Paz
Equilibrio
Amor
Esperanza
Fe

Nada es cierto en mis manos, solo lo que trato de aliviar en mi cuerpo
Solo lo que intento contener en el interior de mi cuerpo

No hay tristeza más profunda que saber que un dolor dolerá, lo que deba sin que nada de lo que intente hacer, logre detenerlo.

1 comentario:

  1. Leyendo, amiga. Leyendo. Dolerá lo que tenga que doler, pero puede doler un poco menos en compañía.

    A seguir creando…

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.