Hay quienes le lamen la piel a la palabra por ver si descubren cual es el sabor de la poesía.
Hermanos míos… abrir el pecho, desgarrar el esternón y dejar que los bichos que pueblan el aire sean insectos, ángeles o aves, picoteen su musculo, escarben hasta despertar al verdadero espíritu hacedor del mundo y su perfume. Asumir hermanos, asumir de una vez y para siempre, que somos igual que larvas y que dioses, igual del cielo que del polvo y que de nada sirve la palabra si no respira.
Una verdadera oración… Una declaración de valentía y autenticidad.
ResponderEliminarFer
Hay quienes quieren pero no se mojan.
ResponderEliminar