sábado, 12 de marzo de 2011

¿Eres tú o es el silencio?







La arena lleva tantos secretos  escondidos… como silencios de pepitas que brillan en la oscuridad
Mi pequeño susurro  de luna

¿Tus ojos son estrellas, lo  sabías?

Mis manos son solo portadoras de pinceles para el papel de los días
Solo se pintar lo que no te puedo decir
Y hago pinturas sobre arboles blancos
Que alumbran a la noche cuando tiene miedo de andar sola por los caminos
Y te hablo de unos peces que olvidaron al mar y se largaron de viaje galáctico recorriendo distancias infinitas
Pero que siempre te recuerdan y cada vez que cantas descienden de las nubes para oírte respirar

Tu nariz es una gran montaña
No te rías, es una gran verdad
Tu nariz es una gran montaña
Eso son las narices en todos los rostros
Las bocas son precipicios, cielos o lagos

Pero tu nariz es una gran montaña
Tus zapatos son enormes barcos
Tus manos son iguales a mi desnudes
Tu voz es igual que la risa de un ángel que descubrimos viendo como nos miramos

¿Eres tú o es el silencio?
Tan precioso en la noche tan simple y oscura

Esta noche, sólo quiero sentir tu energía
Es mi lugar del mundo, mi pequeño Edén
Donde estés, estaré como un hada dando luz a la montaña de tu cara
A los pinos de tu pecho  que son  pequeños remolinos
A los cielos ocultos en tu mirada dormida


¿Eres tú o es el silencio?
Tan precioso en la noche tan simple y oscura
Estoy en mi hogar cuando estoy  en el aire suspirando con tu espíritu
Como simples mariposas de vuelo y color

Eres tú, lo siento sobre la montaña de mi rostro
Me haces cosquillas cuando estas por venir
Salgo al patio de mi casa
Observo la noche
Mientras la noche en los arboles me observa desde las ramas
Y siempre el viento me dice por donde andas
Porque se cuela tu voz en sus partículas y llegan a mi espíritu como un suave perfume de ti

Eres tú
Nadie en el mundo
Nadie en esta vida
Nadie en mis vidas
Ha sido como tú
Llegar a ti es como llegar a mí
Tan profundo y silencioso
Como entrar descalza al jardín del hogar que siempre busque en el campo y en las nubes.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.