viernes, 11 de junio de 2010

Sabes... qué


No rompas el silencio
Con absurdos golpe de campanas
A nadie le darán alas por tu risa

Ahora me quedo a mitad del verso
Anestesiada de nostalgia
Húmeda en el verbo que te evoca
Me parezco a la lluvia

Si dejaras que la muerte acaricie mi alma
Si dejaras que la escala de grises
Tomara mi imagen para siempre
Regresare del pasado
Como la mañana regresa al campo
Día tras día

Y aunque te escondas tras las sombra
De los edificios
Esos monstruos de ventanas sin cortinas de cuadros o rayas
O lunares
O flores
O sonrisas
Aunque te ocultes en tu jornada de trabajo
Llegare a tus ojos
Luego de colgar por el tobogán de tus pestañas
Te susurrare verdades que parecerán mentiras

Y aunque nada de lo dicho es cierto
Todo guarda la esencia de la vida

Hoy estoy complicada de argumentos
Pero simple de poesía

Amar es como un dolor de muñeca sin niña
Un dolor de cárcel y plumas
Un dolor de golosina sin sonrisa

Es igual que ahogarse de nubes
O morir de luna

¿Sabes qué?

Que reviente la bomba de mis sueños
Me canse de esperar la música
Los violines apuntan
Los arqueros respiran
Los silencios se suicidan de mi boca
Cada instante en que tus letras
Con forma de aves de rapiña
Se alimentan de las estrofas de mi vida

Todo esta escrito

El amor
La tontería
El fracaso

El perdón antes que el pecado

La cobardía

Soy valiente y lo sabes
Puedo
Solo con las manos
Atrapar a los dragones de tus sueños y los míos

Soy de la misma materia que aquellos espíritus
Los que duermen sobre el árbol
Tiemblo igual que la luna en las noches frías

Y me desarma
Y me desnuda
Tu palabra
Tu beso
Tu caricia
De que hermosa forma
Me aniquilas

Pero no se cuantas vidas me den
Por estas diez mil muertes que llevo esperando
No se cuantas vidas me den
Para seguir participando
De tu juego a escondidas

Cada día muero la muerte
Y gano la vida.

2 comentarios:

  1. Huele a color, a conciencia y a confianza de que todo suceda. Espero que así sea… buenos deseos.

    ResponderEliminar
  2. Sabina este poema es intendo y está lleno de vida y de todo lo que sentimos en algún momento

    ResponderEliminar

Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.