domingo, 6 de junio de 2010

Sonrisa de luna



Cuando el agua toca la tierra

Lo hace por descansar de las nubes

Gota a gota, trago a trago

Y el camino que recorre en el aire

La ilumina de perfumes

Algo que solo saben los Ángeles

Porque se agita desde sus plumas

Vainilla profunda


Algunos niños, juegan en los charcos

Algunos grandes lo hacemos como niños

Otros… que se parecen a sus padres

Lo hacen solo através de los ojos y los oídos


Si no lo hacen desde su espíritu no es lo mismo


No te gusta que observe el aire

Cuando nos despedimos

No te gusta la plaza sin los caramelos de mis bolsillos

A mi no me gusta mi sombra

Ni la sombra de mi sombra sola en los jardines


Cuando te oigo cantar

Me recuerdo

Un escenario me abre cortinas al cielo

Y ahí, a mi lado

Como un ángel

O un duende, o un niño

De los que personifican los más bellos cuentos

Sonrisa de luna, te encuentro


Nunca olvides

Que me duele la panza de verte

Y que cuando me nombras

Las serpientes se convierten en cabello

La realidad vuelve a ser cuento

Con el perfume que tu le das a los besos


Nunca creas de Dios ni una palabra

Cuando te mires al espejo

Tú sabes como se ilumina el espacio que nos separa

De solo vernos


Y eso que baila en el aire y que trepa ramas

Y vuela lejos

Y que canta como un canario libre

Entre nubes y globos

Entre sueños

Eso mi estimado grillo cantor

Príncipe de mis cuentos


Eso es el espíritu que compartimos

Cada vez que nos vemos

Aunque estemos lejos


Un espíritu que se alegra

Si nuestra vos compone una melodía de encuentro

Un poco de miradas

Un abrazo interminable

Un golpe energético

Que lleva vidas intentando ser un instante

Cuando su naturaleza es lo eterno.


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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.