martes, 8 de diciembre de 2009

Después de una despedida, siempre viene el hada a escondidas a escupirme estas cosas...

Después

Siempre es así, los pasos siempre se dirigen a la sombra.
La sombra se ilumina, y desaparecemos.

la magia es la danza initerrumpida de las horas.

Anoche la luna sostenía en su forma a las luces que creían que dormían.
Luces que en realidad se morían por el genio circular qu corrige mi humor,
tu humor, y el humor de las manzanas dentro de los cajones que te provocan.
te veo aparecer, andar, te siento sobre mis hombros.
Detengo mi paso, el mundo frente a mi rostro se detiene.
Miro a ambos lados de mi camino,
de mi repetido camino matinal...y no estas.
No esta la imagen de tu imagen aturdida por los espejismos.
Extrañas bestias, razones extrañas.
Secretos escondidos y devalados por los ojos.
Ojos oscurecidos, miradas enmoecidas en su propia sombra.
Extrañas bestias premonitorias.
Las nubes se parecen a las nubes si me nombran.
A que me parezco cuando miro las nubes que no existen,
que no aportan golosinas a mi boca.
Detrás de otra ventana muda, el silencio.
La misma intención de huida, de huir y de permanecer en todas las cosas.
Ser el centro minúsculo que da vida.
Dejar de ser y morir por razones mágicas y tontas.
Entregar la vida envuelta en el diario cotidiano,
que verán los ermitaños que te nombran.
Emanciparnos de los cuerpos y de sus prisiones,
del alma y sus libertades, del ser y sus razones...del peso, del equilibrio, de la mortalidad.
La enfermedad es una mujer muy anciana que nos besa a todos por igual, en la justa hora.
Ser el centro minúsculo de todas las cosas,
esfera complemantaria de mi rostro y de la luna...de la luna y de muchas otras cosas.



tal vez entiendas... si te das cuenta, que yo nunca te he dicho nada.
que mi voz ahoga a mi boca, con sus sonidos
y las palabras de arena explotaron los tiempos dentro mio.
No hay ahujas en mi pecho que te digan la hora,
ni tristes lunas que te recuerden los días,
o las noches para que evoques a tus dioses, a sus representantes.

Lo humano esta fuera de moda.
Lo divino muy lejos de alcanzar.
Los ángeles y demonios, somos nosotros mismos.

Tal vez entiendas, mis pasos y mis palabras no se a donde van.

1 comentario:

Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.