miércoles, 16 de diciembre de 2009

Quiero desprenderme de mi cuerpo.








Quiero salir corriendo de mi cuerpo,
desprenderme de la ropa, de la piel de los huesos.
Quiero desprenderme de mi cuerpo.

Quiero alejarme de todo y de todos,
estallar en formas cristalinas.
Ser mas que el silencio, dejando de ser.
Sobre el pecho las flores dormidas de este desconsuelo,
de querer dejar de ser, sin ser.

Quiero volar, olvidarme del suelo
pasar mis días en los arboles,
entre los picos y las alas de recuerdos lejanos.

Congelar la voz estúpida de todos mis secretos,
que escupen soledades desde mis palabras.
repetir los mantras mas estúpidos en esta tarde
casi de primavera,
que se descuida en el clima y se enfría.

Por que las nubes no me invitan a su casa?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.