jueves, 20 de marzo de 2014

Nombrar lo invisible.

Dios creo al poeta para que tradujera sus actos y su obra... pero también para  tener quien le recordara que en verdad  no existe, que es tan sólo una simple manifestación en la evolución del lenguaje y el espíritu.

La palabra del alma es siempre la improvisación sublime, un camino para transmitir el  primitivo instinto sagrado de nombrar lo invisible.

3 comentarios:

  1. Es cierto que la palabra del alma suele tener mucho valor pues salva a mucha gente y sirve para dejar al menos alguna certeza.

    Me quedo por aquí, tienes una manera de ver las cosas sumamente profunda y reflexiva.

    Un beso

    Te invito a mi blog principal porque tengo otros pero en éste estoy siempre, aunque ahora, por el momento, tengo los comentarios cerrados por descanso pero ya volveré.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Lujan, pasare por alli. Y disculpa la demora en responder! abrazo.

      Eliminar
  2. Inceíblemente hermoso!!!

    Abrazo al alma querida amiga.
    Dani..

    ResponderEliminar

Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.