Nada fuera de lo normal.
Me miro el despeinado que llevo en las vidrieras.
Mis pasos molestan a las hojas que duermen en el suelo.
Mis brazos a veces en los bolsillos.
A veces jugando en el aire.
A veces salto las baldosas.
A veces me detengo si me atrapa algún aroma.
Veo loros en las palmeras de la plaza.
Me río.
Pienso.
…loros.
…palmeras.
Camino nuevamente.
Sigo molestando a las hojas
Que duermen en el suelo.
Entre ellas duermen los duendes.
Por eso no quiero pisarlas.
Las voy a arrastrando.
No quisiera pisar ningún ser mágico.
Nada fuera de lo normal
Hay abejas cuando llego a mi patio.
Mi perro no sabe si ladrar o llorar.
O seguir persiguiendo su rabo.
Ahí… frente a la puerta
Nuevamente… dudo.
Decido no entrar.
Me voy de paseo por mi mente.
Y por mi barrio.
Un rato más.
Un día más
Una vida más.
Ocupo mi cuerpo con estas sensaciones, de verano viejo.
Verano gastado.
Verano vencido por su propio sueño.
Hace frío en alguna parte de mi cuerpo.
No se si en mis dedos.
O en mi pecho.
Hace frío en alguna parte de mi cuerpo.
En algún lugar del mundo o en muchos esta lloviendo.
Como llueve en mis pensamientos.
Como llueve en mis recuerdos.
Pura belleza y mucha magia en sus palabras. Certeras palabras siempre universales… todas las partes del mundo, todos los pensamientos, todos los recuerdos.
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