lunes, 1 de febrero de 2010

Alma inquieta.

Ella es, como yo quisiera.


Esta noche buscare donde hundir esta pena.

Es un amarga semilla que me dejo un cometa.


Esta noche buscare donde hundir esta pena.


Tratare de resistir tras las horas.

Para que el sol me renueve las fuerzas.

Una noche más.

Una noche más

Hasta que tú aparezcas.


Ella es, como yo quisiera.


Oscura alta esbelta.

A mi cada día me resta.

Blancura, sueños,

Espejismos, arena.

No soporto más tormentas.


No creo que mi cuerpo siga mucho más.

Si mi alma no se acerca.


Salgo todas las mañanas

Le pongo un platito de leche en las raíces del árbol.

Pero no desciende.

¡Alma inquieta!

Se mece entre las ramas

Y mira las ciruelas.


Mi patio esta lleno de ausencias.

No hay flores verdaderas.

Solo estas que perfuman el vientre de la tierra.

No hay duendes, no bailan estrellas.

Solo unas abejas que me miran y se preguntan

¿A quien quiere bajar de las ramas?

¿Esta mujer todas las mañanas si no le da alguna promesa?


Yo te prometo alma.

Que pasearemos a la hora de la siesta.

Que te llevare a jugar con los limones.

De los árboles de los vecinos si nos dejan.

Pero regresa a mi cuerpo.

No soportare más días de ausencia

No puedo sostener esta percha de huesos

Si no cuidas mis soledades

Si no abrigas mis penas

Si no soportas por mí esta tristeza.

1 comentario:

Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.