miércoles, 17 de febrero de 2010

Cai en mi propio lugar comun...cuanto lo siento

¿Hay medicamentos para esto?

O hay repelentes para alejarlo.

Me duele el alma

… Y si me puse repetitiva.

Caigo en mi propio lugar común.

Pero oye,

No es depresión.

No es un color gris.

Solo me duele.

No me alcanza esto.

Ni eso.

Ni aquello.

Miro el cielo….

Y pienso… que no me alcanza.

Es demasiado hueco esto.

¿Hay medicamento para esto?

Soy la muñeca de la infancia

Que alguna niña dejo olvidada en el parque

Estoy dañada.

Mi cabello no luce, mis ojos no brillan

Mi piel ya no tiene ese buen color.

Soy una muñeca de infancia

Que alguna niña olvido en el parque.

Soy como una campana que no suena.

Un trébol sin hojas.

Solo un tallo y un centro mudo de deseos.

¿Hay medicamento para esto?

No hablo de caricias, ni de besos.

Hablo en serio.

Hablo de algo que perdure.

Aunque pase el tiempo.

Aunque pasen… tres años.

Los años no bastan.

Un instante de luz solo adormece el dolor.

Después cuando el eclipse pasa.

Regresa esa sombra a mi cara.

Ya se estoy repetitiva,

Cuanto lo siento

De estos dolores van mi días.

Es así es la suerte.

Y es así la desgracia.

Así de inesperada.

1 comentario:

  1. Y sin embargo es la caida lo que te tiene en vilo, lo que te busca en esa lontananza.
    Un abrazo

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.