Ahora.
Que reviente,
De una vez por todas.
Este absurdo globo.
De mis condicionamientos.
De mis temores cotidianos.
Que rompa en olas,
Sobre las rocas de mi rostro.
Que no me importa afuera,
No me importa.
Nadie sobre mi cabeza.
Solo me importa mi luz.
Mi propio horizonte.
Que rompa en vidrios.
Que desangren mi cuerpo.
Cuando me caigan encima.
Ya no te espero.
Estas en todos lados.
No te puedo esperar.
Estas en todos lados.
Espera.
Que me desnudo el pecho.
Espera.
Que me suelto el cabello.
Ahora.
Dispara.
Hunde tus balas.
Mátame.
Destruye mi sonrisa.
Con esas garras de fuego.
Con esas uñas amargas del desconsuelo.
Muerde sobre mi cuello.
Desprende tu veneno.
Destrúyeme.
Espera, espera.
Mátame despacio.
Quiero perderme en tus ojos cuando muera.
Quiero respirar de tu boca.
Mi silencio eterno.
Ya estoy muriendo.
Pierdo mi mortalidad.
Ahora seré eterna,
Desde tus besos.
Me gusta el poema, es intenso, expresionista.
ResponderEliminarSaludos desde México.
Jorge Leroux
Definitivamente… Que asi sea!
ResponderEliminarLo que llega siempre es eternidad.