miércoles, 11 de julio de 2012

Presente

Me quede quieta un segundo y me paso la vida. Mi cuerpo ha cambiado, mis sueños siguen intactos. ¿Es esto acaso un lugar común por el que todos pasamos en la vida?
Aun sueño amar.  Sueño que me amen, pero la humanidad se disfraza de hombre y mujer todos los días y olvida su ser natural.
Me quede quieta un segundo y me paso la vida. Mi cuerpo ha cambiado, es igual mi rutina.
Mi perro a fallecido. Mi ventana es la misma pero el paisaje varia.
La noche sigue siendo una bruja de afiladas uñas que rompe las nubes y las obliga a parir sueños líquidos, prematuros que no llegan a tierra con vida.
Supe una vez el secreto más importante del universo, pero estaba en el parque  y me distrajeron los arboles y el verde, la risa de los niños, el reloj y la espera del amor legitimo. Regrese a mis manos, me sumergí en mi libro, y oí como él cantaba en la distancia, acercándose a mi mundo.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.