... y te veré esperar mi regreso
viajar la vida
decender la muerte
maldecir al fuego
no entiendo, cómo no ves?
que soy la misma mujer
que duerme contigo
ese eterno sueño
del alma que encuentra sus dos lados
de nada te sirve un ala
de nada te sirven tus propios labios
de nada vale que grites
que llames
que invoques a oídos cerrados
aquí estoy
no lo ves?
no me sientes y pasas de lado
alguna vez querrás regresar sobre tus pasos
y no
no te abre olvidado
es solo que el mar
juega sobre mi cuerpo
es solo que la luna
anida sobre mi pecho
es solo que la vida
se deshoja en el jardín de mis sueños
y tú, aún buscando.
miércoles, 7 de julio de 2010
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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.
Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.
Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.
Sabina es luz, es a la vez el fuego que se oculta en el alma para emerger lleno de vitalidad, va por los brazos de su amado en un recorrido de palomas, se yergue ante el sol regalandole luz, Sabina es tan de Uriel, como Uriel es de Sabina.
ResponderEliminarLa peregrina