El anhelo deshojo la flor del viento
En un susurro de la rama que se parte
Nace el lamento en el aire
Como un débil crujido de fantasmas
El hombre que camina el frío de las piedras
Descalza su patria sobre la tierra
Va recolectando truenos con sus ojos cerrados
El oeste dispara sus flechas de fuego
El este levanta su círculo en llamas
Miércoles
Ceniza sobre el hombro de la mañana
Aguada la ciudad de luz que no puede ser azul
Porque le faltan alas
Languidece la espera de su muerte en mis palabras
Buenos Aires me detesta
Yo lo aborrezco con todas mis entrañas
El sur es más que un paredón, que un farol
Que una sonrisa morena
Que una feria de artesanos
Es más que el dolor de una calle empedrada
Se oyen lejanas aves
Picos y alas
Ramas y silencios
Corrompidos por el aire
Un balcón llora la muerte del alma
Un fantasma
Se viste de tango
Y circula las calles.
Buenos Aires no te detesta porque va encantar con tus poemas como yo
ResponderEliminarbesos