Mientras me fragmento convertida en la última estrella que vera el mundo
Alíviame en tus ojos antes de que estalle sobre el cielo
Como una bomba de ruido
Como una bomba de nubes que dispersa truenos y sueños
Sobre los lagos, sobre los árboles, sobre las manos de los niños
Mi dolor de fruta se desprende del cielo, se cae de los espacios oscuros
Como una esfera sin peso que levita en el aire, y que por falta de motivos decide suicidarse en el piso.
No te pido que me salves
Que me prestes de tus cortinas para cubrir mi cuerpo herido
Que me des de los manteles de tu desayuno para hacer mi vestido
Que me des tus sabanas para hacer las vendas para tantos dolores antiguos
No te pido el silencio hecho canción desde el barro
No te pido el árbol de todos los alivios
El que desde su sombra nos devuelve el alma de los que antes hemos sido
No te pido que tomes mis armas, que las alejes de mis manos
Que hagas con tu cuerpo mi nuevo escudo
No te pido que me refugies en tu abrazo, que veas en mí el ave cansada del aire
El ser que por creer en sueños perdió cada una de sus plumas
No te pido la música, ni la palabra de agua
Ni el labio del mundo
Ni el beso de nube que nos renueva el vestido
No te pido que creas en mis alas
Que les des piel a mis caricias
Que les des boca a mi suspiro
No te pido nada
Solo me acerco a la orilla de tu río
Estoy sedienta por huir de la muerte que persigue mis pasos palabra a palabra
Estoy muy cansada de suicidarme en poesías
Estoy perdida dentro de mis ojos
Cuando me sumerjo en este mar de dudas
Cuando recorro estas líneas
Y me caigo de lo alto, de lo más profundo
Y sumergida en el aire de un eterno gemido
Entrego mi vida
No te pido que me oigas
Que me leas
Que sueñes conmigo
No pretendo ser la luz detrás del alba
La sombra después del día
Solo una vez
Antes de que tome mí ultimo bocado de sueños
Di mi nombre desde la ventana de tu vida
Di mi nombre una vez sin mascaras, sin frases hechas
Sin extraños rituales
Mi nombre desnudo de historia
Libre de poesía
Di mi nombre para saber quien fui hasta este día
Quien soy ante tus manos
Ante tus ojos
Ante la presencia de tu espíritu
Mi nombre por piedad, caballero que todo lo perfumas
Mi nombre y quizás cobren alas, nuevamente mis días.
!Que belleza Sabina! diré tu nombre por que esta impregnado de poesía que se cuela por los poros remeciendo los sentidos, felicitaciones
ResponderEliminarsaludos