domingo, 11 de julio de 2010

Desde el alma a los labios


Desde estas manos la noche duerme
Porque no sabe que esta muerta de luna y de estrellas
Porque no sabe que el cielo guarda un secreto
De agua que desciende desde el puente de mis cabellos
Hasta las esquinas oscuras de tu alma

Desde estas manos la noche no advierte
Que no es ni bruja, no es la muerte
No es fantasma
Tan sólo es un dolor vestido de ausencia

Entre las serpientes que duermen mi sueño
Se levanta la última esperanza
De morir después de un beso
Aunque colmillos de fuego asedien mi cuello
Aunque me robe el alma una caricia que desciende
La sombra y la luz de mi espalda

Y los soldados espirituales
Que acompañan esta procesión de silencios
Son apenas unos espectros demorados del infierno

Y los malditos niños que se burlan de mis juegos
Son solo unos monitos que no saben subir al árbol de los sueños

Juego, el juego del día y la noche
La pérdida del milagro
La suerte del pecado
El néctar, el bálsamo que incendia la piel
El campo nuevo en mi piel
El río nuevo en mis piernas
Soy la mejor versión del Edén
Desde el alma a los labios

Juego, y en danza de luces
Me elevo hasta las nubes
No puedes ver mi gemido
Con formas de dragón de agua verde esmeralda
Desde mi pecho abierto
Directo al cielo en círculos

Soy transparente en todas mis formas
vida tras vida
Y en todas mis benditas intenciones
De perderme ante la sombra de tu cuerpo
Refugiado en mi luna
Mientras sobre mi cuello
El insecto de tu lengua
Pica la hermosura de un beso

Fusión de almas
Alquimia perfecta
La locura del sueño
Los demonios y las hadas
El cielo
El suelo
El labio
El beso
Tu piel en la humedad
De mis palabras de agua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.