En la noche los sonidos se despiertan en las ramas
Como si un diluvio de caracoles de mar resonara entre las hojas y la sombra
Es un árbol de silencio hasta que la noche cruje sus alas contra su imagen oscura
Y la luz de la piedra se mezcla con los sonidos
Resurgiendo como gotas el silencio más claro entre las alas y los picos
Hay un sol pequeño que arde en los horizontes
Mientras el sol gigantesco se hunde
Penetra y ruge
Hay un dios ajeno al mundo entre las piedras que no son de luna
Y lastiman los ojos de aquellos que no encuentran césped o tierra para hacer su camino
En la noche los sonidos se despiertan en las ramas
La canción más alegre baja los parpados
Cierra los labios
Los rostros son más fríos y duros
Las manos son más aves en la sombra
Y los pechos mas madres que arrullan
Mil palomas muertas son las hojas del otoño
La sangre de los niños es el cielo prometido
No quiero abrir las ventanas a los motores que amanecen
No me agrada el futuro que auguran las campanas del norte
Bajo por las piedras
Me llevo el sol y la luna como si fueran mis hijos
Un árbol en medio del monte
Reclama mi abrazo
Sus espinas no hieren solo lo hace el perfume
No hay dios en la oscuridad que no comprenda
Que la religión no existe
Estas palabras no son mías
Son del dolor de la noche más triste.
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